«Con Pacheta es imposible enfadarte, juegues más o menos»
Sergio León, máximo goleador del Real Valladolid con 5 tantos, asegura que el vestuario es clave para la permanencia y que llevaba tiempo sin disfrutar tanto como lo está haciendo aquí
Sergio León lleva desde 2010 en la elite. Ese año debutó con el Betis en Segunda, aunque no se asentó entre los mejores hasta 2014, con la Llagostera. Sus 22 goles con el Elche en la 2015-16 le permitieron ser el Pichichi de Segunda y abrirse un hueco en Primera. Osasuna, Betis y Levante, con mejor suerte en los dos primeros, fueron sus destinos antes de aterrizar en Valladolid. El curso pasado hizo 7 dianas y en el presente ya lleva 5, siendo el máximo artillero de los blanquivioleta.
Cinco goles en 11 partidos... hasta el choque en Osasuna un gol cada menos de 90 minutos... Buenos números, ¿no?
Llevaba tiempo sin disfrutar tanto como lo estoy haciendo aquí, ya desde el año pasado que, aunque metí menos goles, volví a disfrutar del fútbol. Este año, me costó entrar en las alineaciones, hasta que el míster decidió ponerme y creo que estoy cumpliendo con trabajo y goles.
Cuando ves que no tienes oportunidades, ¿cómo lo vives?
Con normalidad. Yo sabía que no estaba a mi cien por cien. En pretemporada cogí el covid y me costó un poco coger la forma. Pero no pasa nada, son muchos partidos y sabía que tenía tiempo para coger ritmo. Hasta que empecé a trabajar bien, el míster lo vio y me comentó que siguiese así porque me llegaría la oportunidad. Llegó y supe aprovecharla.
Y cada vez que marcas, el Real Valladolid gana.
Lo importante son los tres puntos, marque o no. Si tengo opción de seguir marcando, encantado, porque es lo que nos gusta a los delanteros. Mientras a seguir trabajando como lo estamos haciendo hasta ahora.
Hace poco dijiste que el delantero vive del gol y ahora, de los tres que tiene el equipo, eres el máximo anotador. ¿Guardiola y Weissman?
Está claro que vivimos del gol. Y, por suerte, más que el gol, aquí todo el mundo nos pide trabajo para el equipo y el gol llegará. Y si no llega, por lo menos trabajar duro para ayudar en lo máximo. Shon tiene muchísimo gol y lo demostró el año pasado en Segunda; y Sergi viene de meter 8 goles en el Rayo. Les va llegar seguro porque tienen mucho gol, como me está llegando a mí, que espero que me dure mucho.
¿No estarás en la lista de 55 jugadores de Luis Enrique?
No creo (se ríe).
Llegaste al Real Valladolid procedente del Levante, donde no tuviste suerte, con 3 goles en Liga en dos temporada. ¿Por qué el Pucela?
En el Levante lo pasé bastante mal. No llegaban los goles (el primero, 1 en Liga y 2 en Copa, y el siguiente 2 en Liga y 5 en Copa). Lo pasé mal porque tenía un problema asmático, que no lo sabía. Me tiré un año y algo con él, hasta que fui al especialista y me lo detectó.
Decido venirme al Valladolid porque muchas veces dar un paso hacia atrás es dar dos hacia delante. Me decidí porque era una categoría menos, pero un equipo hecho para volver a Primera y me hacía ilusión ayudar a subir, aportar mi experiencia en el fútbol profesional. Incluso pude ayudar cuando estuve sancionado, viajando con el equipo, y vine para eso, ascender a Primera, que es donde se merece estar el Real Valladolid y volver a sentirme futbolista. No metí muchos goles, como hubiera querido, pero me volví a sentir importante, con trabajo, dando asistencias...
Y renovaste hasta 2024.
Tenía en mi contrato que si subíamos a Primera, renovaba automáticamente dos años más, y aquí estoy súper contento.
Ahora con tiempo, ¿cómo viviste y qué piensas de la sanción de cuatro partidos?
Estamos expuestos a eso. Cometí un fallo, un error, pero igual que yo pago, los demás deberían de pagar. Es verdad que fue un gesto feo, una botella de agua vacía, que no impacta a nadie, sin hacer daño a nadie; pero si lo hago, es por algo. Me dicen cosas, me increpan, me dicen de todo menos bonito. Fue una reacción fea. Ya pedí perdón y disculpas. E igual que pagué yo, los aficionados que te increpan de esa manera también deberían ser sancionados sin entrar a los campos de fútbol. No digo de por vida, pero sí un castigo. Me comí esos cuatro partidos de sanción, pero por suerte subimos.
¿33 años es una cifra en el DNI o es algo que ya empieza a hacerte pensar en el futuro?
Es una fecha que pone en el DNI, y estoy cerca de los 34. Me veo con mucha energía, con mucho fútbol por delante. Me siento más joven y creo que mi cuerpo aún tiene mucho que dar en el fútbol, sea en Primera, Segunda o Segunda B. Cuando mis piernas y mi cuerpo no me permitan seguir corriendo o disfrutar de la manera que lo estoy haciendo, entonces llegará el momento para retirarme. Pero ahora no es el momento de hablar de eso.
Anotaste 22 goles con el Elche, tu mejor registro en la 2015-16, siendo Pichichi de 2ª. Luego hiciste 10 goles con Osasuna y 11 con el Betis... aunque ahora sea uno de tus mejores momentos, no hace tanto eras un goleador consagrado.
Hasta mi segundo año del Betis, que no metí ninguno porque jugaba poco. Y luego en el Levante, con ese problema, quería correr y no podía, me ahogaba, me cansaba, no podía entrenar bien. Una vez que se solucionó, el segundo año en el Levante, aunque no estaba metiendo goles, ya estaba volviendo a ser yo, encontrándome otra vez bien. Aunque me quedaba un año más de contrato, a veces los cambios nos vienen bien. Me salieron varias opciones y la que me llamó más la atención era el Valladolid, un equipo y un estadio que siempre me habían gustado, y me decidí por venir por ese proyecto de subir a Primera. Nunca había vivido uno, y venía con la ilusión y esperanza de lograrlo.
Un ascenso... ¿inesperado?
Es cierto que muchos compañeros confiaban en que se diese la combinación. Yo no. Para esas cosas soy muy pesimista, nunca he tenido suerte en las carambolas. Siempre me había pasado lo contrario y no tenía la esperanza de que el Alcorcón le ganase al Eibar y de que el Almería empatara. Nosotros salimos a comernos al Huesca y cuando me tocó salir, que jugué los últimos minutos, y escucho a la grada cantando el gol del Alcorcón, me puse a llorar. Iban a sacar una falta, pero ya me daba igual, íbamos ganando 3-0 y no nos iban a remontar. Nos pusimos a celebrarlo, saltando y llorando, con el partido aún en juego. Viví un descenso a Segunda y es un momento muy feo, es algo que no se olvida en tu vida. Pero el ascenso tampoco lo olvidarás: vivir eso en el césped con tus compañeros, con los familiares, con tus hijos... todo el mundo feliz, la afición contenta...
¿Qué tiene este Real Valladolid para salvarse?
Tiene un bloque que prácticamente es el del año pasado, muy bueno, muy sano... somos todos buenos compañeros y amigos, y eso es lo que hace que lleguen los resultados. Al final llevarse bien dentro del vestuario y dejar los egos a un lado es importante. Es un equipo humilde, que vamos todos a una y es lo que nos está haciendo ganar a equipos buenos. Este es el camino a seguir.
¿Prefieres el 5-3-2 o el 4-3-3, uno o dos delanteros?
Como dice el míster, mientras más sistemas tengamos y mejor lo hagamos en cada uno, más opciones tenemos. Son variables que tenemos para poder sorprender a los rivales.
Eres uno de los veteranos, entre 33 y 34 años, como Masip, Escudero, Roque Mesa, Asenjo y Feddal... ¿ejercéis como tales en el vestuario o...?
Lo importante es hacer piña, seas más veterano o joven. Nosotros tenemos que ayudar a los más jóvenes, integrarlos rápido y que disfruten de esto, que nosotros con su edad aún estábamos en juveniles o jugando en tierra.
Desde fuera da la sensación de que el míster es parte importante en esa unión del vestuario.
Llevo muchos años en esto del fútbol y el míster es una pieza importante. He tenido muchos entrenadores, he pasado por todo tipo. Y con este entrenador es imposible enfadarte, juegues más o menos, porque cuenta y habla con todos. Porque tenga 7-8-9 jugadores fijos, al resto no los olvida. Si tú estás jugando poco, necesitas ese cariño, por lo menos para entrenar feliz. Hay entrenadores que si no te dan minutos, te tienen ahí, entrenas y no te dicen ni 'buenos días'. Éste es al contrario, da cariño a todo el mundo, juegues o no. Por eso estamos contentos con él. Él va a dar cariño a todos y lo dice todos los días, que no se va a cansar de hacerlo.
Yo que he pasado malos momentos, donde he ido a entrenar o no he jugado lo que quería, y el entrenador no te ha dado esa confianza y ese cariño que necesitas, al final ni vas contento a entrenar. Si no estás jugando, debes estar peleando para ganarte un puesto. Y si no vas con esa felicidad a entrenar, no te sale nada; y si no entrenas bien, no vas a jugar. Si entrenas bien te va a llegar la oportunidad, que es lo que me pasó a mí; el míster me siguió dando cariño y yo venía a entrenar contento y feliz, para poder demostrar, hasta que me llegó la oportunidad.
Este míster, en este sentido, es de los más importantes y de lo mejor que he tenido.
¿A los jugadores cómo os sienta esto del parón por el Mundial?
No lo entendemos. Que un Mundial se juegue en noviembre y diciembre es muy extraño, no ha pasado nunca. Es la primera vez que recuerde que se para tanto tiempo, un mes y medio... tienes que hacerlo porque no te queda otra, aunque es muy raro. A lo mejor a alguno le vendrá bien para recargar pilas porque no están consiguiendo resultados, pero a los que ahora estamos bien anímicamente y solo queremos seguir compitiendo, es una putada. Ahora que tenemos buena dinámica, quitando el día de Osasuna, queríamos seguir compitiendo para sacar lo antes posible los puntos que nos faltan para la salvación.
¡Mójate con una cifra de goles!
Antes sí es verdad que me lo ponía. Ahora no me gusta ponerme cifras de goles, que los que vengan serán bienvenidos. Lo que quiero, sobre todo, es ayudar, trabajar, ya sea con goles, con asistencias o bajando a defender, que me cuesta menos que antes. Con el trabajo duro, los goles llegarán solos.
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