IVÁN CORRALES CAPITÁN DEL GRUPO CAPITOL
«Hay gente que ha vendido que Yebra y yo somos los culpables de todo»
El base extremeño reconoce que las victorias de la primera vuelta taparon los problemas que han terminado por aflorar en la segunda
23.04.08 -
V. BORDA
Iván Corrales siempre está en el ojo del huracán. A sus 33 años, con muchas batallas sobre sus espaldas, reconoce que el equipo ha quedado muy tocado anímicamente por la seis derrotas consecutivas que le llevaron de las posiciones cómodas a luchar por no perder la categoría. Baraja que puede ser su última campaña en Valladolid, pero prefiere no pensar en ello. Confía junto a sus compañeros en resolver la permanencia cuanto antes. También lamenta que le hayan culpabilizado junto a Óscar Yebra de la situación que atraviesa el equipo.
-¿Qué razones explican la pésima segunda vuelta del Grupo Capitol?
-Evidentemente hay muchas. Soy más partidario de hacer este tipo de valoraciones cuando acabe la temporada. Es mejor que nos centremos en que los tres partidos que restan y en mejorar nuestra línea de juego, sobre todo las sensaciones que transmitió el equipo ante el Tau, algo que no se puede volver a repetir. Los problemas vienen de atrás, pero las victorias de la primera vuelta consiguieron taparlos y en la segunda vuelta se han hecho mucho más evidentes, ya ésta que no tiene nada que ver con el tramo inicial de la competición. Ni siquiera se parecen los equipos a los de la primera vuelta ni tampoco lo que se están jugando.
-Reconozca que es extraña esa transformación.
-La racha negativa nos ha venido en el peor momento, en la segunda vuelta y cuando todos pensábamos que íbamos a ser capaces de dar un paso adelante. En esta situación han influido tanto factores internos como externos, pero prefiero que la valoración definitiva se haga a final de la temporada.
-¿Están decididos a que les salven los rivales?
-La verdad es que, tras la derrota del sábado, todos estábamos delante del televisor, me imagino que rezando el que sea creyente, a la espera del triunfo del Fuenlabrada. Una vez que éste se produjo, unos cuantos pudimos ir a comer. Si no llega a perder a Estudiantes, a más de uno se nos habría atragantado la comida. En esta situación, lo he dicho varias veces, lo único que puedes es hacer tu trabajo y luego esperar que los resultados te favorezcan. El año pasado fue así, pero éste hemos sido incapaces de ello. No ganas y pasas a depender de los resultados de los demás, con el peligro que todo eso conlleva. Estamos en la cuerda floja como un funambulista.
-¿La famosa rueda de prensa ha sido el detonante de los malos resultados que han venido después?
-No, para nada. Es verdad que todo lo que sucede alrededor de una plantilla influye, pero reducir la causa de todos problemas a la dichosa rueda de prensa es realizar una lectura muy interesada. No hemos sabido controlar la situación que hemos atravesado y eso ha dado la pie a interpretaciones malintencionadas, en las que ha habido mala fe. Nos hemos equivocado, pero no convocar la rueda de prensa, sino en algunas lecturas que se han hecho de la misma.
-Una rueda de prensa de la que se ha culpabilizado a algunos jugadores como usted mismo.
-No entiendo que se se haya adjudicado la autoría de la rueda de prensa a algunos integrantes de la plantilla, sobre todo cuando todos los miembros de la misma sabían y estaban de acuerdo en lo que se iba a hacer esa tarde. El único que no estaba al tanto era el entrenador, que fue informado por el capitán tras la reunión del plantel de manera conveniente. Todo el mundo conocía qué iba a suceder y estaba de acuerdo con ello. Es normal que una actuación como ésta esté sometida a críticas, pero parece curioso que se haya visto de una manera en la ciudad y de otra muy distinta fuera. Me parece fatal que a día de hoy sigamos analizando lo que pasó entonces, sobre todo cuando existen cosas más importantes que analizar para comprender el porqué este equipo no ha rendido en la segunda vuelta lo mismo que en la primera.
-¿Volverían a organizar esa rueda de prensa después de todo lo que ha caído?
-A toro pasado es muy fácil hablar. En aquel momento fue una decisión unánime de la plantilla. Resulta curioso que en los meses siguientes no hemos tenido ninguno de los problemas de los que nos quejamos entonces.
Sin malos rollos
-Pero seguro que ha traído consecuencias negativas...
-Estoy seguro de ello, pero entonces se tomó una decisión que todos creímos que era la correcta. En ese aspecto, la plantilla tiene la conciencia muy tranquila. Todo lo que se dijo en aquella rueda de prensa era verdad. Para que todo vaya bien, todos los estamentos del club debemos remar en la misma dirección, pero a veces, por desgracia, no se consigue. Han sido un error todas las interpretaciones que han reducido la culpa de la serie de malos resultados y del juego a la dichosa rueda de prensa. Hemos visto que hay problemas más importantes que han provocado esa racha de derrotas. La rueda de prensa fue algo puntual, algo que la plantilla consideró que era necesaria. Repito que las interpretaciones interesadas que se han hecho de la rueda de prensa de marras sí que han sido negativas para el equipo, muy negativas. Además se ha intentado culpabilizar a parte de la plantilla o a cierto jugadores de una actuación que fue aprobada por todos.
-¿Todo esto ha originado malos rollos dentro de la plantilla?
-No, no lo creo. Las derrotas han dejado tocado al equipo y eso sí que se ha podido transmitir fuera. El estado anímico en la segunda vuelta ha quedado muy afectado. Las derrotas en Menorca y en casa frente al Estudiantes hicieron daño. Más que malos rollos, que no los hay, el equipo ha quedado anímicamente tocado por las derrotas y eso se ha notado dentro de la pista.
-El equipo ha dejado patente que no estaba bien.
-Cuando los encuentros se ponían difíciles, no ha existido la fortaleza necesaria para unirse todos y sacar el partido adelante. Ésta es la plantilla más equilibrada en las cuatro temporadas que llevo aquí. En la primera vuelta dimos un paso adelante, ilusionamos a la afición y creíamos que podíamos dar ese salto, sin hablar de Copa del Rey ni de 'play offs', para tener un año más tranquilo. A partir del encuentro contra Manresa, el equipo no ha jugado bien y eso no es culpa de la famosa rueda de prensa. Ya no hemos encontrado tantas soluciones como en la primera vuelta y éramos más previsibles. Además, la competición se ha endurecido en el momento en que hemos sufrido el bajón.
-¿Está cansado de ser el malo de la película?
-(Risas) A veces me cuesta entender el porqué. Me lo echo a la mochila porque no puedo hacer otra cosa. Sé lo que pasa en el día y a día, y conozco ya el club y la ciudad. Tengo que aceptar que para cierto sector del público, que es menos de lo que se piensa, no soy de su agrado. Me da un poco de rabia que los análisis sobre las situaciones y aspectos que afectan al público se reduzcan a buscar un culpable, que no digo que se sea yo. Esto es un deporte de equipo, se trata de un club, y dentro de la plantilla y la entidad existen muchas personas y cada uno tiene su parcela de responsabilidad. Yo sólo puedo centrarme en trabajar y jugar a tope.
-Los pitos le acompañan en el Pisuerga.
-Si las cosas no salen, los aficionados deben entender que, cuando durante el partido pita a un jugador, no está atacando a ese jugador, está cargando contra el equipo y no está consiguiendo que el entrenador ponga a otro hombre más del agrado de la grada. Está yendo contra el equipo primero y contra el técnico después, pues colocan al entrenador en una situación embarazosa. Cuando finalice el partido, entonces hay que pitar o gritar lo que se quiera. Si estás enfadado con el trabajo del equipo, para eso eres socio y pagas tu cuota, es el momento de expresar ese malestar. Te aseguro que el jugador, cuando se va al vestuario con la protesta de su afición, piensa en lo que ha hecho y ve que no ha dado el nivel que se esperaba, un lujo que no se puede permitir. Si los pitos llegan durante el partido, ten por seguro que los mismos no crispan al destinatario, sino que lo hacen a todo el plantel.
Vivir con ello
-¿Dolido por la situación?
-Me duele mucho cuando las interpretaciones interesadas salen de nuestro entorno, que se culpe de todo a los mismos de siempre. Me entristece mucho. Me gustaría tener mejor 'feeling' con la afición. Si hay gente a la que no gusta mi forma de jugar o entender este deporte, viviré con ello, pues tengo la conciencia tranquila.
-La afición apunta a usted y Yebra como los principales culpables.
-Me duele sobre todo que todo esto haya partido de dentro del equipo. Nunca ha sido una persona a la que le ha gustado señalar con el dedo. Estas cosas hay que resolverlas en la pista y en el vestuario. Óscar y yo somos los capitanes, pero en determinados momentos somos la voz del grupo, no la nuestra de manera individual. Hablamos en nombre de toda la plantilla. Si por eso somos culpables... Ha habido gente que ha vendido la moto de que somos los culpables de todo, una lectura interesada que no obedece a la verdad. Algunos desde dentro deberían haber cortado esto y no ha sido así. Hay que vivir con ello, pues no vale eso de 'me voy a casa'.
-Acaba contrato y puede ser su última temporada en Valladolid.
-No lo he pensado mucho. Seguro que me vendrá a la mente el día del partido ante Girona, que pensaré que puede ser el último que juegue en el Pisuerga. Seguro que acabaré un poco triste por ello. Aquí estoy a gusto. Quizá me costó adaptarme el primer año cuando llegué de Tenerife. Poco a poco me he ido aclimatando y he intentado demostrar que he estado implicado al mil por mil con este equipo. Si hubiese tenido mejor prensa, seguro que se me habría valorado más. Ya veremos qué sucede este verano.
-¿Cómo explica que este equipo fuese una de las mejores defensas en la segunda vuelta de la Liga pasada y ésta sea la peor?
-Éste es un tema para un análisis profundo cuando acabe la temporada. Resulta curioso que haya pasado con mimbres parecidos. Habrá que analizar las causas de este bajón y todos los matices que tienen que ver con la defensa. Con una defensa mala resulta complicado ganar partidos. Hay que ponerse las pilas estos tres partidos que restan para mejorar en este aspecto.
-La dirección de juego ha sido otro de los problemas de la segunda vuelta...
-Más que de la dirección de juego ha sido un problema de regularidad. Nos colapsábamos a nivel general y encajábamos parciales altísimos que te ponían el encuentro muy cuesta arriba. Nos ha faltado regularidad, jugar bien durante cuarenta minutos y no sólo en momentos puntuales del encuentro.
http://www.nortecastilla.es/20080423/deportes/cb-valladolid/gente-vendido-yebra-somos-20080423.html
«Hay gente que ha vendido que Yebra y yo somos los culpables de todo»
El base extremeño reconoce que las victorias de la primera vuelta taparon los problemas que han terminado por aflorar en la segunda
23.04.08 -
V. BORDA
Iván Corrales siempre está en el ojo del huracán. A sus 33 años, con muchas batallas sobre sus espaldas, reconoce que el equipo ha quedado muy tocado anímicamente por la seis derrotas consecutivas que le llevaron de las posiciones cómodas a luchar por no perder la categoría. Baraja que puede ser su última campaña en Valladolid, pero prefiere no pensar en ello. Confía junto a sus compañeros en resolver la permanencia cuanto antes. También lamenta que le hayan culpabilizado junto a Óscar Yebra de la situación que atraviesa el equipo.
-¿Qué razones explican la pésima segunda vuelta del Grupo Capitol?
-Evidentemente hay muchas. Soy más partidario de hacer este tipo de valoraciones cuando acabe la temporada. Es mejor que nos centremos en que los tres partidos que restan y en mejorar nuestra línea de juego, sobre todo las sensaciones que transmitió el equipo ante el Tau, algo que no se puede volver a repetir. Los problemas vienen de atrás, pero las victorias de la primera vuelta consiguieron taparlos y en la segunda vuelta se han hecho mucho más evidentes, ya ésta que no tiene nada que ver con el tramo inicial de la competición. Ni siquiera se parecen los equipos a los de la primera vuelta ni tampoco lo que se están jugando.
-Reconozca que es extraña esa transformación.
-La racha negativa nos ha venido en el peor momento, en la segunda vuelta y cuando todos pensábamos que íbamos a ser capaces de dar un paso adelante. En esta situación han influido tanto factores internos como externos, pero prefiero que la valoración definitiva se haga a final de la temporada.
-¿Están decididos a que les salven los rivales?
-La verdad es que, tras la derrota del sábado, todos estábamos delante del televisor, me imagino que rezando el que sea creyente, a la espera del triunfo del Fuenlabrada. Una vez que éste se produjo, unos cuantos pudimos ir a comer. Si no llega a perder a Estudiantes, a más de uno se nos habría atragantado la comida. En esta situación, lo he dicho varias veces, lo único que puedes es hacer tu trabajo y luego esperar que los resultados te favorezcan. El año pasado fue así, pero éste hemos sido incapaces de ello. No ganas y pasas a depender de los resultados de los demás, con el peligro que todo eso conlleva. Estamos en la cuerda floja como un funambulista.
-¿La famosa rueda de prensa ha sido el detonante de los malos resultados que han venido después?
-No, para nada. Es verdad que todo lo que sucede alrededor de una plantilla influye, pero reducir la causa de todos problemas a la dichosa rueda de prensa es realizar una lectura muy interesada. No hemos sabido controlar la situación que hemos atravesado y eso ha dado la pie a interpretaciones malintencionadas, en las que ha habido mala fe. Nos hemos equivocado, pero no convocar la rueda de prensa, sino en algunas lecturas que se han hecho de la misma.
-Una rueda de prensa de la que se ha culpabilizado a algunos jugadores como usted mismo.
-No entiendo que se se haya adjudicado la autoría de la rueda de prensa a algunos integrantes de la plantilla, sobre todo cuando todos los miembros de la misma sabían y estaban de acuerdo en lo que se iba a hacer esa tarde. El único que no estaba al tanto era el entrenador, que fue informado por el capitán tras la reunión del plantel de manera conveniente. Todo el mundo conocía qué iba a suceder y estaba de acuerdo con ello. Es normal que una actuación como ésta esté sometida a críticas, pero parece curioso que se haya visto de una manera en la ciudad y de otra muy distinta fuera. Me parece fatal que a día de hoy sigamos analizando lo que pasó entonces, sobre todo cuando existen cosas más importantes que analizar para comprender el porqué este equipo no ha rendido en la segunda vuelta lo mismo que en la primera.
-¿Volverían a organizar esa rueda de prensa después de todo lo que ha caído?
-A toro pasado es muy fácil hablar. En aquel momento fue una decisión unánime de la plantilla. Resulta curioso que en los meses siguientes no hemos tenido ninguno de los problemas de los que nos quejamos entonces.
Sin malos rollos
-Pero seguro que ha traído consecuencias negativas...
-Estoy seguro de ello, pero entonces se tomó una decisión que todos creímos que era la correcta. En ese aspecto, la plantilla tiene la conciencia muy tranquila. Todo lo que se dijo en aquella rueda de prensa era verdad. Para que todo vaya bien, todos los estamentos del club debemos remar en la misma dirección, pero a veces, por desgracia, no se consigue. Han sido un error todas las interpretaciones que han reducido la culpa de la serie de malos resultados y del juego a la dichosa rueda de prensa. Hemos visto que hay problemas más importantes que han provocado esa racha de derrotas. La rueda de prensa fue algo puntual, algo que la plantilla consideró que era necesaria. Repito que las interpretaciones interesadas que se han hecho de la rueda de prensa de marras sí que han sido negativas para el equipo, muy negativas. Además se ha intentado culpabilizar a parte de la plantilla o a cierto jugadores de una actuación que fue aprobada por todos.
-¿Todo esto ha originado malos rollos dentro de la plantilla?
-No, no lo creo. Las derrotas han dejado tocado al equipo y eso sí que se ha podido transmitir fuera. El estado anímico en la segunda vuelta ha quedado muy afectado. Las derrotas en Menorca y en casa frente al Estudiantes hicieron daño. Más que malos rollos, que no los hay, el equipo ha quedado anímicamente tocado por las derrotas y eso se ha notado dentro de la pista.
-El equipo ha dejado patente que no estaba bien.
-Cuando los encuentros se ponían difíciles, no ha existido la fortaleza necesaria para unirse todos y sacar el partido adelante. Ésta es la plantilla más equilibrada en las cuatro temporadas que llevo aquí. En la primera vuelta dimos un paso adelante, ilusionamos a la afición y creíamos que podíamos dar ese salto, sin hablar de Copa del Rey ni de 'play offs', para tener un año más tranquilo. A partir del encuentro contra Manresa, el equipo no ha jugado bien y eso no es culpa de la famosa rueda de prensa. Ya no hemos encontrado tantas soluciones como en la primera vuelta y éramos más previsibles. Además, la competición se ha endurecido en el momento en que hemos sufrido el bajón.
-¿Está cansado de ser el malo de la película?
-(Risas) A veces me cuesta entender el porqué. Me lo echo a la mochila porque no puedo hacer otra cosa. Sé lo que pasa en el día y a día, y conozco ya el club y la ciudad. Tengo que aceptar que para cierto sector del público, que es menos de lo que se piensa, no soy de su agrado. Me da un poco de rabia que los análisis sobre las situaciones y aspectos que afectan al público se reduzcan a buscar un culpable, que no digo que se sea yo. Esto es un deporte de equipo, se trata de un club, y dentro de la plantilla y la entidad existen muchas personas y cada uno tiene su parcela de responsabilidad. Yo sólo puedo centrarme en trabajar y jugar a tope.
-Los pitos le acompañan en el Pisuerga.
-Si las cosas no salen, los aficionados deben entender que, cuando durante el partido pita a un jugador, no está atacando a ese jugador, está cargando contra el equipo y no está consiguiendo que el entrenador ponga a otro hombre más del agrado de la grada. Está yendo contra el equipo primero y contra el técnico después, pues colocan al entrenador en una situación embarazosa. Cuando finalice el partido, entonces hay que pitar o gritar lo que se quiera. Si estás enfadado con el trabajo del equipo, para eso eres socio y pagas tu cuota, es el momento de expresar ese malestar. Te aseguro que el jugador, cuando se va al vestuario con la protesta de su afición, piensa en lo que ha hecho y ve que no ha dado el nivel que se esperaba, un lujo que no se puede permitir. Si los pitos llegan durante el partido, ten por seguro que los mismos no crispan al destinatario, sino que lo hacen a todo el plantel.
Vivir con ello
-¿Dolido por la situación?
-Me duele mucho cuando las interpretaciones interesadas salen de nuestro entorno, que se culpe de todo a los mismos de siempre. Me entristece mucho. Me gustaría tener mejor 'feeling' con la afición. Si hay gente a la que no gusta mi forma de jugar o entender este deporte, viviré con ello, pues tengo la conciencia tranquila.
-La afición apunta a usted y Yebra como los principales culpables.
-Me duele sobre todo que todo esto haya partido de dentro del equipo. Nunca ha sido una persona a la que le ha gustado señalar con el dedo. Estas cosas hay que resolverlas en la pista y en el vestuario. Óscar y yo somos los capitanes, pero en determinados momentos somos la voz del grupo, no la nuestra de manera individual. Hablamos en nombre de toda la plantilla. Si por eso somos culpables... Ha habido gente que ha vendido la moto de que somos los culpables de todo, una lectura interesada que no obedece a la verdad. Algunos desde dentro deberían haber cortado esto y no ha sido así. Hay que vivir con ello, pues no vale eso de 'me voy a casa'.
-Acaba contrato y puede ser su última temporada en Valladolid.
-No lo he pensado mucho. Seguro que me vendrá a la mente el día del partido ante Girona, que pensaré que puede ser el último que juegue en el Pisuerga. Seguro que acabaré un poco triste por ello. Aquí estoy a gusto. Quizá me costó adaptarme el primer año cuando llegué de Tenerife. Poco a poco me he ido aclimatando y he intentado demostrar que he estado implicado al mil por mil con este equipo. Si hubiese tenido mejor prensa, seguro que se me habría valorado más. Ya veremos qué sucede este verano.
-¿Cómo explica que este equipo fuese una de las mejores defensas en la segunda vuelta de la Liga pasada y ésta sea la peor?
-Éste es un tema para un análisis profundo cuando acabe la temporada. Resulta curioso que haya pasado con mimbres parecidos. Habrá que analizar las causas de este bajón y todos los matices que tienen que ver con la defensa. Con una defensa mala resulta complicado ganar partidos. Hay que ponerse las pilas estos tres partidos que restan para mejorar en este aspecto.
-La dirección de juego ha sido otro de los problemas de la segunda vuelta...
-Más que de la dirección de juego ha sido un problema de regularidad. Nos colapsábamos a nivel general y encajábamos parciales altísimos que te ponían el encuentro muy cuesta arriba. Nos ha faltado regularidad, jugar bien durante cuarenta minutos y no sólo en momentos puntuales del encuentro.
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