Es un futbolista hecho, o casi hecho, y lo tiene todo para ser no ya la base de un Real Valladolid a dos o tres años, sino para ser capitán y estandarte del equipo de aquí a diez años. Es un jugador que te engancha, con el que te identificas, ya no por canterano, es su intensidad, es lo que corre, son sus ganas, es su forma de vivir el partido desde dentro y es la veteranía de un futbolista de 35 años en un cuerpo de 22 años.
Tiene que corregir algunas lagunas tácticas, tiempo tiene, pero es un chico que te da vida, que llega al área rival (¡gol!), que vuelve enseguida a su posición, que ofrece salida desde atrás, que presiona, que muerde en cada balón, y que encima hace las faltas como Borja, pega la hostia y sin tarjeta. Para mí hoy se ha ganado el puesto por delante de Luismi