Bueno, nunca se sabe. Al primer equipo del Espanyol no iba a ascender ni con 21 ni con 24 años, así que por eso le va a dar igual, y evidentemente no es lo mismo jugar en un filial de Primera que de Segunda, no va a tener mala ficha y va a jugar al lado de casa, pues el chaval es de Tarragona y ya jugó en cadetes en la cantera del Espanyol. Además es muy habitual que los filiales ahora tengan dos o tres jugadores de más de 24 años, para aportar experiencia en grupos jóvenes. El Barça B por ejemplo tenía a Perea con 26, o el Valencia Mestalla a Quim Araújo (fichado por el Lorca), de 29 años.
Luego pues su carrera puede ser de trotar por los equipos de Segunda B entre Valencia y Cataluña, o de casualidad firmar con el Reus, Llagostera o algún modesto que tenga la suerte de subir a Segunda.