Con los pies en el suelo Waldo transmite el sentir del vestuario, impregnado de ilusión, ambición, ganas y, al mismo tiempo, conscientes de la necesidad de trabajar duro
La vida de Waldo Rubio ha cambiado de manera notable en apenas medio año. El jugador llegó al primer equipo desde el Promesas y se ha asentado en la élite, consciente sin embargo de la necesidad de tener los "pies en el suelo", mensaje que también traslada el vestuario del Real Valladolid ante este inicio ilusionante. "El equipo está muy contento, obviamente los resultados son muy favorables. Pero seguimos con los pies en el suelo, partido a partido, siendo nosotros mismos" afirmó el extremeño, que también destacó la "mucha ambición y ganas" de la plantilla para "seguir sumando".
Sobre su papel en estas primeras jornadas, Waldo reconoció que "de un año para otro vengo de jugar en Segunda B, cualquier minuto que tenga lo voy a afrontar con mucha ilusión" y sentenció: "Ha cambiado toda mi vida. Nunca he vivido estas situaciones, las afronto con calma y siempre con los pies en el suelo para seguir creciendo a nivel personal". El jugador, al mismo tiempo, deslizó que "personalmente me encuentro muy bien y trato de aportar todo lo que pueda en ataque, y estoy mejorando mucho en acciones defensivas que es lo que más me costaba".
Sobre el choque frente al Levante, el próximo rival, lo definió como "un partido difícil, como todos, en Primera todos tienen un gran potencial y espero que nos salga un gran partido y tengamos posibilidad de llevarnos los tres puntos".
Sabe hacer lo que ya le hemos visto. No hay más repertorio. Contra jugadores un poco mejores o que sepan lo que sabe hacer no saca nada. Una pena porque hubiera sido el típico que destaca un poco, lo vendes por 5 millones y ya no llega a 40 minutos por temporada ni harto.
Futbolista totalmente destrozado y desconocido. Un soplo de aire fresco el curso anterior, un tuercebotas incapaz de hacer media jugada decente y que ha sido un festival de regalar balones al contrario, incluido el penalti.
No está ni para jugar en Segunda B con el Promesas
Todo se acaba, y torres más altas han caído. Cuando se pierde el interés por mejorar, y empiezas a creerte lo que no eres, mal vas. Eso es lo que le pasa a Waldo.
Waldo no se cree lo que no es. Waldo es un chico que con Rivera en el Promesas tenía una preparación física tremenda, la confianza por las nubes, y llegó en un estado de forma óptimo al primer equipo.
Waldo ahora tiene la misma forma física que los cuatro gañanes de una peña que se juntan para jugar al futsal en las ligas de peñistas y menos confianza que Masip en sus salidas
Waldo cuando bajó a tercera con el final del Córdoba con 23 años y descartado estaba buscando equipo y seguramente echando currículums para trabajar de camarero. Recibió una oportunidad aquí y la aprovechó. Y ahora está para probar un día sirviendo mesas.
Pues es o era la siguiente renovación anunciada. Si Gómez cree que hay futuro deportivo o económico con este futbolista es que está en otro mundo. Es un ejemplo del exceso de continuidad que marca la Dirección Deportiva; no se puede vender futuro mientras brindas la continuidad más cutre del presente.
Desde Ponferrada, y en atención a la información publicada hace unos días en @PucelaFichajes, nos comentan que estaría muy cerca de cerrarse la cesión de Waldo a la SD Ponferradina
Si waldo sale, significaría a lo mejor que el nuevo fichaje, va a jugar en banda. Seria el segundo jugador de banda, después de Frutos que sale, ya salieron muchos medios centros, ahora toca las bandas.
Da la sensación de liquidación por derribo. El resto de los equipos se refuerza, El Pucela, se desprende de futbolistas, incluso ya los supuestamente con los que cuenta Sergio