Fantástico es la palabra que mejor puede resumir el concierto que Calamaro brindó ayer en el Polideportivo Pisuerga. Ni la hora y media de retraso en la apertura de puertas, ni el retraso del "maestro" Andrés a la hora de salir al escenario, empañaron una noche que pasará a ser inolvidable en mi fuero interno.
Por mucho que lo hubiera imaginado, no habría podido pensar en un concierto tan impresionante y especial que el que ayer vivimos unos 3.000 incondicionales en Valladolid.
Empezando por El Salmón, pasando por algunos de los mejores éxitos de Los Rodríguez, con la colaboración de Jaime Urrutia en dos temas (uno de los cuales fue El calor del amor en un bar), y terminando por la explosión de sentimientos, acústica y letra de "Paloma", todo el concierto fue un inmenso viaje al universo Calamaro del cual será dificil que baje algún día.