El parón no frena a un Carramimbre que supo sufrir hasta la última posesión (74-73)
El parón por las Ventanas FIBA, lejos de frenar al Carramimbre, lo ha revitalizado. El cuadro dirigido por Hugo López recuperó la alegría y regresó a la competición dos semanas después, firmando una actuación muy seria ante un Club Ourense Baloncesto que tuvo bola para ganar (74-73). Óscar Alvarado, en su regreso a la que fue su casa durante dos temporadas, erró sobre la bocina y los vallisoletanos respiraron aliviados para sumar la undécima victoria en casa que ratifica el pleno. Todos los jugadores carmesí que jugaron anotaron y volvieron a poner de manifiesta el buen hacer colectivo de las ardillas.
Veinte minutos de alegría y buenas sensaciones
Volvió el baloncesto a Pisuerga y con él, la sonrisa del Carramimbre CBCV. Tras dos semanas sin competición oficial, el líder de la LEB Oro regresaba a su fortín dejando patente que el descanso de las Ventanas FIBA lo ha revitalizado. Desde que se echó el balón al aire con Ourense en frente, el conjunto de Hugo López puso de manifiesto que su mejor versión está de vuelta y salió con el tono que perdía el partido. Sustentados en Seydou Aboubacar durante las primeras posesiones, los vallisoletanos se anotaron las primeras ventajas con siete puntos del pívot nigerino (10-6).
Incapaces de frenar al ‘18’ carmesí, los orensanos de Óscar Alvarado, extra motivado en su regreso a Valladolid, se aferraron al partido merced a su acierto exterior. La ventaja, eso sí, no cambió de bando. A pesar de que intercambio de golpes entre ambos conjuntos duró varios minutos, fueron las ardillas quienes lograron estirarse en los minutos finales, aprovechando que el base canario se encontraba en el banquillo. Los buenos minutos de Daniel Astilleros y Jubril Adekoya, con triple sobre la bocina incluido, cerraron el acto inaugural con un más que notable 22-14.
Más allá del resultado, esos diez minutos del Carramimbre CBCV fueron una llamada a la calma acerca del estado del equipo: el buen juego estaba de vuelta y no se esfumó antes del descanso. De hecho, los locales se dispararon hasta los diez puntos de renta en un visto y no visto, obligando a Gonzalo García de Vitoria a solicitar el primer tiempo muerto de la contienda (26-16).
Ya con la segunda unidad en cancha, el equipo de Hugo López mantuvo a raya a los gallegos en todo momento y defendieron su mando tirando de repertorio y alternativas. Sin grandes alardes pero con todos los jugadores anotando, el Carramimbre volvió a presumir de trabajo coral para cerrar el primer tiempo con un buen resultado (44-38), grandes sensaciones y el debut de Robert Gilchrist.
Desenlace a cara o cruz
Aunque el brillo del Carramimbre radicaba en el colectivo, las actuaciones más destacadas del partido eran para Frank Bartley (12 de valoración) y Mike Torres (11), quienes hicieron mucho daño al Club Ourense Baloncesto con su chispa y contraataques. Además del ritmo del partido, los carmesí impusieron su ley en el lanzamiento exterior y demostraron que la puntería (5/15 en triples) venía de la mano junto con el juego alegre. Y en un partido de defensas eso valía oro. A los de Hugo López, no obstante, todavía les quedaban 20 largos minutos para certificar el triunfo.
Y los orensanos regresaron al parqué de Pisuerga con otro espíritu. Dos triples consecutivos de los visitantes catalizaron un parcial de 0-10 que obligó a Hugo López a pedir una tregua (48-48) en el ecuador del tercer periodo. Su Carramimbre CBCV, grogui durante esta fase, también vio como los hombres de Gonzalo García de Vitoria disfrutaban de su primera ventaja (48-50) tras dos tiros libres anotados por Yankuba Suma. Pero, como no podía ser de otra manera, el capitán apagó el fuego en un momento crítico para las ardillas. Un triple de Sergio de la Fuente devolvió la manija a los locales y, sumado a la soberbia labor de Daniel Astilleros en defensa y en el rebote, permitió a los locales afrontar el último asalto todavía mandando (54-52).
Con todo por decidir y un Polideportivo Pisuerga cada vez más metido en el partido, los visitantes no se amedrentaron y se mantuvieron con vida a pesar del arreón carmesí. Con el rebote ya en la mano de los locales, todo hacía indicar que podía llegar la sentencia, pero nada más lejos de la realidad. La bola quemaba y los pupilos de Hugo López habían salido con ganas de hacer sangre, pero el Club Ourense Baloncesto se sustentó en sus pívots para mantener el ritmo anotador del Carramimbre.
Ni siquiera dos triples consecutivos de Sergio y Niksha fueron suficiente bagaje para respirar tranquilos a falta de 45 segundos (74-67). Cuando el encuentro parecía cerrado, emergió la figura de Edu Martínez para incendiar Pisuerga con dos triples, uno desde cerca de nueve metros, y abocar el partido al cara o cruz (74-73). De hecho, tras un mal ataque carmesí, los gallegos tuvieron en su poder una bola para ganar el partido. Óscar Alvarado asumió la responsabilidad como tantas veces hizo en Pisuerga como local, pero esta vez la fortuna sonrío al Carramimbre CBC Valladolid. Su tiro no entró y el feudo de las ardillas sigue siendo, una jornada más, inexpugnable.
Ficha técnica:
Carramimbre CBCV (74): Toms Leimanis (5), Frank Bartley (8), Niksha Federico (6), Sergio de la Fuente (12), Seydou Aboubacar (9) -quinteto inicial-. También jugaron: Jubril Adekoya (7), Kimbal Mackenzie (7), Mike Torres (8), Guim Expósito (-), Dani Astilleros (4), Tom Granado (4) y Robert Gilchrist (4).
Club Ourense Baloncesto (73): Óscar Alvarado (0), Alfredo Ott (3), Edu Martínez (13), Kevin Van Wijk (9), Darko Balaban (8) -quinteto inicial-. También jugaron: Andrzej Pluta (3), Connor Wood (0), Pol Figueras (2), Thomas Tshikaya (0), Yankuba Sima (12), Víctor Serrano (6) y Txemi Urtasun (17).
Árbitros: López Herrada, Sánchez González y Báez Batista. Sin eliminados.
Parciales: 22-14, (44-38 al descanso), 10-14 y 20-21 (74-73 final).
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