El curso pasado hubo dos aspectos clave que decantaron el ascenso directo: la superioridad del Real Valladolid en acciones a balón parado y el aspecto físico, con varios goles en los instantes finales que dieron victorias clave (p.ej. Oviedo, Mirandés, Cartagena o especialmente Villarreal B).
A día de hoy somos penúltimos con 9 puntos, en una clasificación ficticia con RCD Espanyol con un partido menos y Valencia con dos menos. Solo en los últimos diez minutos se han perdido 5 puntos, hablaríamos de estar 14-15 con el Leganés. Sevilla, Rayo, Villarreal y Athletic Club te han marcado por encima del minuto 80 cuando ibas empate o por delante del marcador; a lo cual tienes que sumar otros goles encajados sobre ese minuto como Alavés, Mallorca, Celta, Barcelona (2) o Real Madrid (2); sin trascendencia en lo que a puntos se refiere.
El Real Valladolid ha pasado de ser el equipo más poderoso en el plano físico de la categoría (Segunda) a ser uno de los más flojos; condicionado por su forma de jugar y por el perfil de jugadores blandos que tiene. Somos el equipo que más tarjetas recibe de LaLiga, algo en lo que también hay que destacar para mal el plano físico, porque ese es tu plan de juego. Durante muchas fases del partido el Real Valladolid de Pezzolano renuncia a competir, pretende que pasen muy pocas cosas y que un contragolpe, un destello de Raúl Moro o Sylla o una acción aislada te sirvan para adelantarte y que no pase nada más. Este plan te servía en Segunda porque eras ampliamente superior por calidad de los mediapuntas y tenías los mejores centrales de la categoría; pero este plan se te queda corto porque tus defensas no tienen calidad suficiente como para achicar y despejar lo que venga, aparte de lo mal que defiendes las acciones a balón parado.
Ayer al Athletic Club le tenías bastante controlado dentro de que Nico y Guruzeta tuvieron dos acciones muy claras para haber marcado antes del 94; pero eres tú mismo el que condicionas el tramo final renunciando por completo a la posesión y defendiendo por acumulación. Y mal, lo haces mal.
Hay muy poquito en la plantilla, pero si tú mismo te esfuerzas por hacerla peor de lo que es, no esperes otra cosa que...
A día de hoy somos penúltimos con 9 puntos, en una clasificación ficticia con RCD Espanyol con un partido menos y Valencia con dos menos. Solo en los últimos diez minutos se han perdido 5 puntos, hablaríamos de estar 14-15 con el Leganés. Sevilla, Rayo, Villarreal y Athletic Club te han marcado por encima del minuto 80 cuando ibas empate o por delante del marcador; a lo cual tienes que sumar otros goles encajados sobre ese minuto como Alavés, Mallorca, Celta, Barcelona (2) o Real Madrid (2); sin trascendencia en lo que a puntos se refiere.
El Real Valladolid ha pasado de ser el equipo más poderoso en el plano físico de la categoría (Segunda) a ser uno de los más flojos; condicionado por su forma de jugar y por el perfil de jugadores blandos que tiene. Somos el equipo que más tarjetas recibe de LaLiga, algo en lo que también hay que destacar para mal el plano físico, porque ese es tu plan de juego. Durante muchas fases del partido el Real Valladolid de Pezzolano renuncia a competir, pretende que pasen muy pocas cosas y que un contragolpe, un destello de Raúl Moro o Sylla o una acción aislada te sirvan para adelantarte y que no pase nada más. Este plan te servía en Segunda porque eras ampliamente superior por calidad de los mediapuntas y tenías los mejores centrales de la categoría; pero este plan se te queda corto porque tus defensas no tienen calidad suficiente como para achicar y despejar lo que venga, aparte de lo mal que defiendes las acciones a balón parado.
Ayer al Athletic Club le tenías bastante controlado dentro de que Nico y Guruzeta tuvieron dos acciones muy claras para haber marcado antes del 94; pero eres tú mismo el que condicionas el tramo final renunciando por completo a la posesión y defendiendo por acumulación. Y mal, lo haces mal.
Hay muy poquito en la plantilla, pero si tú mismo te esfuerzas por hacerla peor de lo que es, no esperes otra cosa que...