Este partido se gana porque ganas al Eldense. Y al Eldense le ganas porque ganas en Cartagena. Si creas inercia ganadora, si el viento empieza a venir de cara, las cosas son más fáciles.
Sí, Pezzolano tiene un pacto con el diablo, tiene más suerte que un zorro caído en un gallinero; pero la suerte en parte también hay que buscarla, y hoy la 'suerte' se busca con la expulsión, pero ojo, el Real Valladolid gana con dos goles en acciones a balón parado; y en eso hay más quid que en una mera expulsión, porque en las acciones a balón parado -se supone- que es cuando más fuerte debe hacerse un equipo en inferioridad.
El Amorebieta venía en dinámica ascendente, parecía mejor en la presión de inicio, mejor colocado, tiene una ocasión bastante clara y... y en los primeros 40 minutos, si no es por eso, esto parecía el día del Cartagena -no por los goles-, sino por la sensación de que el Real Valladolid estaba jugando con los tiempos. Claro, nadie espera que te regalen una expulsión (te la regala el rival, eh, no el árbitro, que me cuenten la milonga que quieran que si no hay falta es un 2 para 1 y por tanto ocasión manifiesta), pero el factor lo buscas, lo buscas con una presión alta buscando el fallo de un rival.
Los dos goles de Escudero son prácticamente seguidos y a partir de ahí matas el partido, sumamos otros dos al cupo de las acciones a balón parado que valen y valen puntos, vaya que sí -nos falta el penalti y el gol de falta-, recortamos 2 al Leganés y dormimos en ascenso directo a falta de Espanyol y Eibar.
Sí, Pezzolano tiene un pacto con el diablo, tiene más suerte que un zorro caído en un gallinero; pero la suerte en parte también hay que buscarla, y hoy la 'suerte' se busca con la expulsión, pero ojo, el Real Valladolid gana con dos goles en acciones a balón parado; y en eso hay más quid que en una mera expulsión, porque en las acciones a balón parado -se supone- que es cuando más fuerte debe hacerse un equipo en inferioridad.
El Amorebieta venía en dinámica ascendente, parecía mejor en la presión de inicio, mejor colocado, tiene una ocasión bastante clara y... y en los primeros 40 minutos, si no es por eso, esto parecía el día del Cartagena -no por los goles-, sino por la sensación de que el Real Valladolid estaba jugando con los tiempos. Claro, nadie espera que te regalen una expulsión (te la regala el rival, eh, no el árbitro, que me cuenten la milonga que quieran que si no hay falta es un 2 para 1 y por tanto ocasión manifiesta), pero el factor lo buscas, lo buscas con una presión alta buscando el fallo de un rival.
Los dos goles de Escudero son prácticamente seguidos y a partir de ahí matas el partido, sumamos otros dos al cupo de las acciones a balón parado que valen y valen puntos, vaya que sí -nos falta el penalti y el gol de falta-, recortamos 2 al Leganés y dormimos en ascenso directo a falta de Espanyol y Eibar.