Jes escribió: Demorado escribió: Jes, como decía el señor Lobo, no nos comamos las pollas todavía, hemos avanzado, pero siguen pasando cosas muy graves.
La policía afortunadamente no es la misma de los 80, pero si no conviene generalizar -que no conviene- en un sentido, tampoco lo hagamos en el otro. Nosotros somos, aun desde el anonimato de que nos proporciona internet, unos buenos chicos, blancos, españoles y que nunca hemos roto un plato (salvo amor1995eterno que ha hecho añicos alguna vajilla). Yo puedo andar tranquilo por la calle, por el metro, de día y de noche, y si tengo algún problema sé que la policía va a intentar ayudarme y facilitarme las cosas. Pero otros no pueden decir lo mismo y lo sé a ciencia cierta, el racismo y la xenofobia están instalados en colectivos como los vigilantes de seguridad o la policía en la misma medida que en resto de la sociedad; probablemente sean una minoría, pero si una minoría tiene ese tipo de comportamientos impunemente, los agredidos ya no lo ven como un hecho aislado y eso hay que entenderlo.
No te equivoques conmigo. Quien generaliza es quien llama bastarda y asesina a la policía.
Sin embargo coincido en lo que dices. Entiendo que puede haber ovejas negras dentro del cuerpo pero también entiendo que son hechos aislados. Yo he visto a la Policía y a la Guardia Civil ayudar a inmigrantes en todo lo que está en su mano, como es su obligación por otro lado. Todos, incluido el autor del post, podemos andar tranquilos por las calles, por el día y por la noche... Nada me puede hacer cambiar de opinión, la policía española es modélica pese a que haya algún trastornado aislado, como los hay en cualquier oficio. La excepción sin duda son esos ataques a persona de distinta raza, excepciones aisladas; querer extraer, a raiz de esos hechos, una conclusión definitiva es ridículo.
No me equivoco, Jes, no te atribuyo más de lo que has dicho. Estoy contigo en que a estas alturas referirse a la Policía como "bastarda y asesina" es una generalización sin ningún sentido. Sólo te pido que relativices en todos los sentidos y te cuento una historia tan cierta como cotidiana:
Sábado noche, grupos de críos gritando y alborotando en el metro, a los españoles sin problema -es tarde y están desmadrados-, a un grupo mixto de españoles y latinoamericanos les entra la seguridad privada, contestan mal porque no entienden qué están haciendo que no hagan los
españoles de bien -tan blanquitos y tan, no sé, tan nacionales- y ya hay dos hostias, conato de respuesta, viene la Policía a saco, todos a Comisaría, los chavales se sienten agredidos y piden el número de placa para poder poner una denuncia, mira mi número de placa -una hostia-, ¿lo quieres ver otra vez?, no señor, ya me lo he aprendido, joder qué noche tan amena que tenemos negros y sudacas, cada media hora, -para que no duermas-, negro, que si quieres ver la placa, insisto, que no señor, repito, pues te la voy a enseñar porque lo dicen mis cojones, tres días en comisaría incomunicados, con las madres llamando de comisaría en comisaría.
Esto son hechos aislados objetivamente. Para ti y para mí, claro. Sucedió que aparecieron tres seguratas
aislados -de esos que son una minoría- y tocó la lotería con la otra minoría, la de la Policía Nacional. Y claro, cuando no pasa nada no vas repartiendo medallas, pero cuando -como a mi amigo Mateo, 18 años, mulato, español y colombiano- le ha ocurrido cuatro veces en tres años, lo ves de otro modo y tal vez no te parezca tan
aislado.
No pretendo generalizar, estoy seguro de que la mayor parte de la Policía Nacional tiene una conducta intachable, pero trato de ponerme en el lugar de otros, que te aseguro que no van tan tranquilos por las calles como tú yo. Y esto hay que erradicarlo, denunciándolo siempre. No son necesarias consignas, pero sí cierta valentía y una visión global del problema.