Robert Müller, portero de la selección alemana de hockey hielo, tiene un tumor maligno en el cerebro pero no abandona las pistas
A Robert Müller, portero de la selección alemana de hockey sobre hielo, le quedan siete semanas de vida. El deportista de 28 años, a pesar de ello, no ha abandonado las ganas de vivir y está dispuesto a defender la meta de su equipo, el Kölner Haie.
Los resultados de su reciente operación del tumor maligno que tiene en el cerebro, la segunda a la que fue sometido, causaron profunda conmoción en el mundo de uno de los deportes más populares de Alemania. "Robert Müller superó la media de supervivencia de este tipo de tumores. La mayoría de los pacientes no llega a vivir un año y sólo 3% resiste cinco años", explicó su médico, Wolfgang Wick, el oncólogo de la clínica universitaria de Heidelberg, en declaraciones a 'Der Spiegel'.
La temporada pasada fue uno de los artífices de la conquista del subcampeonato para los Haie y también participó en el Mundial en Canadá. Tras el primer tumor, vino otro segundo gope este agosto, cuando en un chequeo de rutina se corroboró que el tumor había vuelto a crecer. Fue necesaria una segunda operación, pero también esta vez fue imposible extirpar todo el tumor, que ejerce presión sobre vasos sanguíneos.
Según precisa el diario 'Die Welt', es una carrera contrarreloj de sólo siete semanas de duración. Müller tiene un glioblastoma en el cerebro, un tumor de cuarto grado, especialmente agresivo y de crecimiento muy rápido.
El deportista, casado y padre de dos hijos, no habla sobre su enfermedad y prefiere concentrarse en hacer lo que mejor sabe, jugar al hockey sobre hielo. El arquero quiere volver al campo, pero por propio mérito y no por lástima. "No tengo dolores y me siento bien y sencillamente tengo que vivir con el tumor. Nunca va a desaparecer del todo. Sólo me resta ser positivo; cualquier otra cosa no cambiaría la situación. Y quiero que se me trate como a cualquier otro, no necesito compasión". declaró el jugador.
Noticia sacada de la edición digital de El Mundo Deportivo
La verdad es que es una de esas historias que te marcan un poco y te hacen pensar en qué harías tú en tu misma situación. ¿Seguirías trabajando? ¿Lo dejarías todo? ¿Estarías con tu familia? ¿Te darías la vida padre hasta el último minuto? Jodida elección porque hagas lo que hagas sabes que vas a salir perdiendo.
A Robert Müller, portero de la selección alemana de hockey sobre hielo, le quedan siete semanas de vida. El deportista de 28 años, a pesar de ello, no ha abandonado las ganas de vivir y está dispuesto a defender la meta de su equipo, el Kölner Haie.
Los resultados de su reciente operación del tumor maligno que tiene en el cerebro, la segunda a la que fue sometido, causaron profunda conmoción en el mundo de uno de los deportes más populares de Alemania. "Robert Müller superó la media de supervivencia de este tipo de tumores. La mayoría de los pacientes no llega a vivir un año y sólo 3% resiste cinco años", explicó su médico, Wolfgang Wick, el oncólogo de la clínica universitaria de Heidelberg, en declaraciones a 'Der Spiegel'.
La temporada pasada fue uno de los artífices de la conquista del subcampeonato para los Haie y también participó en el Mundial en Canadá. Tras el primer tumor, vino otro segundo gope este agosto, cuando en un chequeo de rutina se corroboró que el tumor había vuelto a crecer. Fue necesaria una segunda operación, pero también esta vez fue imposible extirpar todo el tumor, que ejerce presión sobre vasos sanguíneos.
Según precisa el diario 'Die Welt', es una carrera contrarreloj de sólo siete semanas de duración. Müller tiene un glioblastoma en el cerebro, un tumor de cuarto grado, especialmente agresivo y de crecimiento muy rápido.
El deportista, casado y padre de dos hijos, no habla sobre su enfermedad y prefiere concentrarse en hacer lo que mejor sabe, jugar al hockey sobre hielo. El arquero quiere volver al campo, pero por propio mérito y no por lástima. "No tengo dolores y me siento bien y sencillamente tengo que vivir con el tumor. Nunca va a desaparecer del todo. Sólo me resta ser positivo; cualquier otra cosa no cambiaría la situación. Y quiero que se me trate como a cualquier otro, no necesito compasión". declaró el jugador.
Noticia sacada de la edición digital de El Mundo Deportivo
La verdad es que es una de esas historias que te marcan un poco y te hacen pensar en qué harías tú en tu misma situación. ¿Seguirías trabajando? ¿Lo dejarías todo? ¿Estarías con tu familia? ¿Te darías la vida padre hasta el último minuto? Jodida elección porque hagas lo que hagas sabes que vas a salir perdiendo.