Por casualidades de la vida, he coincidido con este ex jugador, que debutó con el Pucela en la inauguración del Nuevo Zorrilla. Era el típico fichaje de los años 80 (llegó libre -si no recuerdo mal- procedente del Real Murcia), barato, aguerrido, cumplidor y comprometido, que junto a estrellas como Gilberto y Yáñez, a viejos rockeros como Santos, Rusky, Fenoy y una gran generación de canteranos bajo la batuta del presi Gonzalo Alonso formó parte de un equipo con unas señas de identidad propias y en total comunión con la afición y la ciudad. Época dorada aquélla.