No quiero malmeter, sabéis que no es mi estilo.
Hablo de las cagadas en los dos partidos en Sevilla, contra el Almería incluso contra el A: de Madrid, en definitiva los dos o tres últimos meses.
No se decir, nerviosismo, despejes alocados, carreras como un pollo sin cabeza, tarjetas insulsas, sólo su gran caliad y experiencia le han sujetado un poco, sinó podríamos haber pagado un precio muy alto.