CASTILLA Y LEÓN
Más de un millón de personas nacidas en Castilla y León viven en otras comunidades
El número de extranjeros empadronados en la región creció el 29,2% durante el 2008, el porcentaje más alto de España
VÍCTOR M. VELA| VALLADOLID
Una niña saluda durante una concentración festiva. El número de nacimientos en Castilla y León ha crecido en los últimos años, pero no compensa aún el de defunciones.
/ ALBERTO ESTÉVEZ- EFE Nacieron en Cuéllar, en Ponferrada, en Benavente o Valladolid capital. Podrían haber encontrado aquí un trabajo o un futuro, pero se fueron a otra comunidad para buscarlo. Desde las partidas de obreros que emigraron hace décadas al País Vasco a los universitarios que buscan ahora en Madrid la nómina que aquí no encuentran. Hay 1.142.477 personas nacidas en Castilla y León que se fueron en su día y hoy viven en otras comunidades autónomas. Son casi tantos como las que ahora habitan en las provincias de Ávila, Palencia, Segovia, Salamanca, Soria y Zamora. Todas juntas suman 1.154.439 habitantes. Los que se han quedado ahí son casi tantos como las que se han ido. Lo confirman los datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que ofrece una radiografía sobre los vecinos de Castilla y León a través de una explotación estadística del padrón, que confirma que en Castilla y León viven, según los últimos datos oficiales, 2.557.330 personas.
EVOLUCIÓN
72.727 vecinos más que hace diez años
El padrón regional ha crecido con 72.727 personas durante los últimos diez años, un avance del 2,92% que se sitúa muy lejos de la media española (15,82%). Sólo Extremadura (2,64%), Galicia (2,18%) y el País Vasco (2,78%) presentan peores incrementos. Aunque la situación más complicada la vive Asturias, que ha perdido el 0,15% desde 1998.
En el caso de Castilla y León, este incremento no se debe, ni mucho menos, a los ciudadanos nacidos en la comunidad (hoy son 66.954 menos que hace diez años), ni siquiera en España, sino que el empuje demográfico tiene su explicación más directa en los inmigrantes. El número de extranjeros residentes de Castilla y León se ha multiplicado por diez en el último decenio y llegan a 154.802 personas (casi tantos como toda la provincia de Segovia junta).
INMIGRACIÓN
Mayoría de ciudadanos del Este
Aún así, el porcentaje de extranjeros en la comunidad es inferior, también en este caso, a la media nacional. El último padrón reconoce que el 6,05% de los vecinos de la comunidad son inmigrantes, cuando suponían tan sólo el 0,61% de la población total en 1998.
Por provincias, del mayor porcentaje de población extranjera lo tiene Segovia (la provincia más cercana a Madrid, punto de llegada para muchos trabajadores inmigrantes), con el 12,47%. Le sigue Soria con el 8.89% y Burgos, con el 8,58% de población extranjera. Castilla y León, junto con Castilla La Mancha, es la comunidad autónoma que registró en el 2008 un mayor incremento de población extranjera (el 29,2%), que supone el 11,4% de los residentes en España. La mayor parte es población joven (el 68% tienen entre 16 y 44 años), cuando el porcentaje de castellanos y leoneses nacidos en España y en ese segmento de edad es del 37,6%. En el total regional, el 23,6% tienen más de 65 años, lo que confirma esa realidad de comunidad envejecida que el Ejecutivo de Castilla y León quiere que se tenga en cuenta a la hora del reparto de la financiación autonómica que diseña el Gobierno de Rodríguez Zapatero.
DISPERSIÓN DE POBLACIÓN
Uno de cada cuatro, en pueblos pequeños
Al envejecimiento se une otra dificultad financiera, la dispersión. Casi uno de cada cuatro vecinos de la comunidad (el 26,7%) vive en un pueblo pequeño, en núcleos con menos de dos mil habitantes. Pero además, se une el problema de la despoblación, porque hace diez años, este porcentaje era del 30,2%.
Desde 1998 la comunidad ha vivido un doble fenómeno (huida de los pueblos pequeños, pero también de las grandes ciudades) que ha contribuido a la explosión de los municipios de mediano tamaño situados en los alrededores de las capitales.
Así, mientras que en 1998, el 11,25% de la población residía en localidades de entre 5.000 y 20.000 habitantes, en el 2008 este porcentaje ya creció hasta el 13,4%, empujado por municipios como Arroyo de la Encomienda (Valladolid) o Santa Marta de Tormes (Salamanca).
CRECIMIENTO VEGETATIVO
Más nacimientos, menos defunciones
La comunidad ha vivido un repunte de la natalidad durante los últimos años. Durante el 2007 nacieron 2.931 niños más que una década antes.
Esta recuperación en el número de alumbramientos (el 2,84% son de madre extranjera) no es suficiente, todavía, para compensar el número de defunciones en una comunidad tan envejecida como ésta. Eso sí, ayuda a paliar la diferencia del crecimiento vegetativo.
MIGRACIONES INTERIORES
Se van más de los que llegan
Pero, con todo, el principal problema de Castilla y León es la huida de vecinos a otras comunidades. De acuerdo con los datos hechos públicos ayer por el INE, hay 1.142.477 personas que nacieron en Castilla y León y que hoy viven en otras comunidades autónomas. El número -con ser gigantesco- es ligeramente inferior al registrado en 1998 (entonces eran 1.198.453).
Las comunidades que se han alimentado con un mayor número de población originaria de Castilla y León son Madrid, el País Vasco y Cataluña, focos industriales desde mediados del siglo XX y nuevas oportunidades para universitarios, sobre todo Madrid, en los últimos años. En Madrid viven 428.601 personas nacidas en Castilla y León (de ellas, 37.189 sólo de Valladolid). En la capital del país viven pues tantos castellanos y leoneses como en todos los pueblos de Ávila, Soria y Palencia, con las capitales incluidas. Madrid, la décima provincia.
En el sentido contrario la movilidad es mucho más reducida. Frente a ese millón largo de castellanos y leoneses que viven fuera, sólo 264.613 personas de otras comunidades han venido a residir a Castilla y León. La mayor parte de ellos proceden Madrid (60.388) y le siguen los vascos (44.916), gallegos (25.975), asturianos (22.424) y andaluces (19.246).
Más de un millón de personas nacidas en Castilla y León viven en otras comunidades
El número de extranjeros empadronados en la región creció el 29,2% durante el 2008, el porcentaje más alto de España
VÍCTOR M. VELA| VALLADOLID
Una niña saluda durante una concentración festiva. El número de nacimientos en Castilla y León ha crecido en los últimos años, pero no compensa aún el de defunciones.
/ ALBERTO ESTÉVEZ- EFE Nacieron en Cuéllar, en Ponferrada, en Benavente o Valladolid capital. Podrían haber encontrado aquí un trabajo o un futuro, pero se fueron a otra comunidad para buscarlo. Desde las partidas de obreros que emigraron hace décadas al País Vasco a los universitarios que buscan ahora en Madrid la nómina que aquí no encuentran. Hay 1.142.477 personas nacidas en Castilla y León que se fueron en su día y hoy viven en otras comunidades autónomas. Son casi tantos como las que ahora habitan en las provincias de Ávila, Palencia, Segovia, Salamanca, Soria y Zamora. Todas juntas suman 1.154.439 habitantes. Los que se han quedado ahí son casi tantos como las que se han ido. Lo confirman los datos hechos públicos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que ofrece una radiografía sobre los vecinos de Castilla y León a través de una explotación estadística del padrón, que confirma que en Castilla y León viven, según los últimos datos oficiales, 2.557.330 personas.
EVOLUCIÓN
72.727 vecinos más que hace diez años
El padrón regional ha crecido con 72.727 personas durante los últimos diez años, un avance del 2,92% que se sitúa muy lejos de la media española (15,82%). Sólo Extremadura (2,64%), Galicia (2,18%) y el País Vasco (2,78%) presentan peores incrementos. Aunque la situación más complicada la vive Asturias, que ha perdido el 0,15% desde 1998.
En el caso de Castilla y León, este incremento no se debe, ni mucho menos, a los ciudadanos nacidos en la comunidad (hoy son 66.954 menos que hace diez años), ni siquiera en España, sino que el empuje demográfico tiene su explicación más directa en los inmigrantes. El número de extranjeros residentes de Castilla y León se ha multiplicado por diez en el último decenio y llegan a 154.802 personas (casi tantos como toda la provincia de Segovia junta).
INMIGRACIÓN
Mayoría de ciudadanos del Este
Aún así, el porcentaje de extranjeros en la comunidad es inferior, también en este caso, a la media nacional. El último padrón reconoce que el 6,05% de los vecinos de la comunidad son inmigrantes, cuando suponían tan sólo el 0,61% de la población total en 1998.
Por provincias, del mayor porcentaje de población extranjera lo tiene Segovia (la provincia más cercana a Madrid, punto de llegada para muchos trabajadores inmigrantes), con el 12,47%. Le sigue Soria con el 8.89% y Burgos, con el 8,58% de población extranjera. Castilla y León, junto con Castilla La Mancha, es la comunidad autónoma que registró en el 2008 un mayor incremento de población extranjera (el 29,2%), que supone el 11,4% de los residentes en España. La mayor parte es población joven (el 68% tienen entre 16 y 44 años), cuando el porcentaje de castellanos y leoneses nacidos en España y en ese segmento de edad es del 37,6%. En el total regional, el 23,6% tienen más de 65 años, lo que confirma esa realidad de comunidad envejecida que el Ejecutivo de Castilla y León quiere que se tenga en cuenta a la hora del reparto de la financiación autonómica que diseña el Gobierno de Rodríguez Zapatero.
DISPERSIÓN DE POBLACIÓN
Uno de cada cuatro, en pueblos pequeños
Al envejecimiento se une otra dificultad financiera, la dispersión. Casi uno de cada cuatro vecinos de la comunidad (el 26,7%) vive en un pueblo pequeño, en núcleos con menos de dos mil habitantes. Pero además, se une el problema de la despoblación, porque hace diez años, este porcentaje era del 30,2%.
Desde 1998 la comunidad ha vivido un doble fenómeno (huida de los pueblos pequeños, pero también de las grandes ciudades) que ha contribuido a la explosión de los municipios de mediano tamaño situados en los alrededores de las capitales.
Así, mientras que en 1998, el 11,25% de la población residía en localidades de entre 5.000 y 20.000 habitantes, en el 2008 este porcentaje ya creció hasta el 13,4%, empujado por municipios como Arroyo de la Encomienda (Valladolid) o Santa Marta de Tormes (Salamanca).
CRECIMIENTO VEGETATIVO
Más nacimientos, menos defunciones
La comunidad ha vivido un repunte de la natalidad durante los últimos años. Durante el 2007 nacieron 2.931 niños más que una década antes.
Esta recuperación en el número de alumbramientos (el 2,84% son de madre extranjera) no es suficiente, todavía, para compensar el número de defunciones en una comunidad tan envejecida como ésta. Eso sí, ayuda a paliar la diferencia del crecimiento vegetativo.
MIGRACIONES INTERIORES
Se van más de los que llegan
Pero, con todo, el principal problema de Castilla y León es la huida de vecinos a otras comunidades. De acuerdo con los datos hechos públicos ayer por el INE, hay 1.142.477 personas que nacieron en Castilla y León y que hoy viven en otras comunidades autónomas. El número -con ser gigantesco- es ligeramente inferior al registrado en 1998 (entonces eran 1.198.453).
Las comunidades que se han alimentado con un mayor número de población originaria de Castilla y León son Madrid, el País Vasco y Cataluña, focos industriales desde mediados del siglo XX y nuevas oportunidades para universitarios, sobre todo Madrid, en los últimos años. En Madrid viven 428.601 personas nacidas en Castilla y León (de ellas, 37.189 sólo de Valladolid). En la capital del país viven pues tantos castellanos y leoneses como en todos los pueblos de Ávila, Soria y Palencia, con las capitales incluidas. Madrid, la décima provincia.
En el sentido contrario la movilidad es mucho más reducida. Frente a ese millón largo de castellanos y leoneses que viven fuera, sólo 264.613 personas de otras comunidades han venido a residir a Castilla y León. La mayor parte de ellos proceden Madrid (60.388) y le siguen los vascos (44.916), gallegos (25.975), asturianos (22.424) y andaluces (19.246).