Futbolista hasta el final
Chus Landáburu, ex jugador del Real Valladolid y del Atlético, confiesa que sigue de lejos la competición, aunque continúa jugando con los veteranos blanquivioletas
Chus Landáburu ejerce de blanquivioleta. Y eso que hace ya treinta años que salió del Real Valladolid para pasar por equipos de la entidad del Atlético de Madrid y del Barcelona. Ahora, de regreso a Valladolid desde hace dos años por motivos profesionales -«estoy viviendo en Valladolid y sigo trabajando a distancia en la misma empresa en la que estaba en Madrid. Llevo dos años aquí»-, sigue de lejos las peripecias de su ex equipo, aunque no se priva de seguir jugando al fútbol, ahora con los veteranos del Real Valladolid.
Atiende a la llamada de El Norte mientras sigue por televisión la final entre Rafa Nadal y Roger Federer. En Madrid está nevando. «Se ha perdido la señal de televisión y todo», comenta. Su Real Valladolid se enfrenta a su Atlético de Madrid. Muchos recuerdos, sin duda, aunque a juzgar por sus palabras se trata de ese tipo de futbolistas que una vez desvinculados del deporte se centran en otras facetas de su vida. «A mí me gustaba y me sigue gustando jugar, pero no hice ni cursos de entrenadores ni cosas de ésas», confiesa. Y lo de seguir jugando no es un farol, como pueden dar fe sus compañeros del equipo de veteranos. «Juego con los veteranos, entrenamos los jueves en los Anexos y ayer estuvimos jugando en Viana, que inauguraban el campo nuevo», comenta.
Es habitual encontrarse a futbolistas cuya vocación se refiere únicamente al juego. Al partido del domingo, pero no la obsesión por el fútbol que profesaba Guardiola o que, dentro del mismo Valladolid, siente Iñaki Bea, aunque éste con predilección por el fútbol modesto. Quizá tenga algo que ver el cambio brutal que ha experimentado este deporte en las últimas décadas. «El fútbol ha cambiado mucho, no sigo demasiado el fútbol, no veo los partidos por la tele y al Valladolid sí que le sigo con más interés pero poco más. Y verlo pues... Si el partido se presenta bien acabo de verlo, si no, cambio de canal», dice.
Incluso es poco asiduo al estadio. «Voy muy poco, el año pasado un par de veces que me invitó Juan Carlos pero ya te haces más comodón».
Esto no es óbice, sin embargo, para que siga de cerca la actualidad del Real Valladolid, que es un club al que guarda agradecimiento eterno por todo lo que le dio desde que le 'pescó' en el colegio San José. «Guardo buenos recuerdos, obre todo del Real Valladolid, que es donde empecé a jugar y me di a conocer como futbolista y pasé los primeros años de futbolista. Guardo muy buen recuerdo. No tenía nada que ver porque estaba entonces en Segunda División, pero el nivel era totalmente distinto». No llegó a jugar en Primera con el equipo blanquivioleta. Militó en él desde la temporada 1971-72 hasta la 1976-77. De allí salió rumbo al Rayo Vallecano, que es el club que le vio debutar en la máxima categoría con 22 años.
Al Atlético de Madrid llegó mucho más tarde, después de pasar por el propio Rayo y por el FC Barcelona. «El Atlético de Madrid era un club grande cuando yo estuve, que disputaba la Liga, ganamos una Copa... Pero había muy buen ambiente, por aquella época coincidí con seis o siete que habían salido del Atlético Madrileño y había muy buen ambiente. No tenía nada que ver con lo que viví en el Barcelona, con más tensión».
Ayer quizás aprovechara el tirón de la final de Nadal contra Federer para ver el partido del Calderón. O quizá no. En todo caso, hoy volverá a seguir desde la distancia a sus dos ex equipos. Antes del encuentro los veía con perspectivas diferentes. «Del Valladolid sé que desde el partido de antes de las vacaciones en Soria han cogido una mala racha que ha estropeado la buena temporada que estaba haciendo. Pero en fútbol los equipos de mitad de la tabla pasan por malas rachas y hay que apretar los dientes y no complicarse la vida. El Atlético, mientras, está en su línea de grandes contrastes, de hacer partidos impresionantes y luego fallar. Creo que los equipos tienen una cultura o un no sé qué que les pesa, y es difícil superar esa tradición».
Lo difícil para ambos será romper sus tradiciones y lograr, en el caso blanquivioleta, salvarse sin apuros, y en el rojiblanco, lograr un título -sólo le queda Europa- y meterse en 'Champions'. Si lo logran, Landáburu se alegrará desde la distancia. Y después es probable que lo celebre yéndose a entrenar o a jugar con los veteranos del Real Valladolid.
http://www.canalpucela.es/noticias/2009-02-02/futbolista-hasta-final-20090202.html
Chus Landáburu, ex jugador del Real Valladolid y del Atlético, confiesa que sigue de lejos la competición, aunque continúa jugando con los veteranos blanquivioletas
Chus Landáburu ejerce de blanquivioleta. Y eso que hace ya treinta años que salió del Real Valladolid para pasar por equipos de la entidad del Atlético de Madrid y del Barcelona. Ahora, de regreso a Valladolid desde hace dos años por motivos profesionales -«estoy viviendo en Valladolid y sigo trabajando a distancia en la misma empresa en la que estaba en Madrid. Llevo dos años aquí»-, sigue de lejos las peripecias de su ex equipo, aunque no se priva de seguir jugando al fútbol, ahora con los veteranos del Real Valladolid.
Atiende a la llamada de El Norte mientras sigue por televisión la final entre Rafa Nadal y Roger Federer. En Madrid está nevando. «Se ha perdido la señal de televisión y todo», comenta. Su Real Valladolid se enfrenta a su Atlético de Madrid. Muchos recuerdos, sin duda, aunque a juzgar por sus palabras se trata de ese tipo de futbolistas que una vez desvinculados del deporte se centran en otras facetas de su vida. «A mí me gustaba y me sigue gustando jugar, pero no hice ni cursos de entrenadores ni cosas de ésas», confiesa. Y lo de seguir jugando no es un farol, como pueden dar fe sus compañeros del equipo de veteranos. «Juego con los veteranos, entrenamos los jueves en los Anexos y ayer estuvimos jugando en Viana, que inauguraban el campo nuevo», comenta.
Es habitual encontrarse a futbolistas cuya vocación se refiere únicamente al juego. Al partido del domingo, pero no la obsesión por el fútbol que profesaba Guardiola o que, dentro del mismo Valladolid, siente Iñaki Bea, aunque éste con predilección por el fútbol modesto. Quizá tenga algo que ver el cambio brutal que ha experimentado este deporte en las últimas décadas. «El fútbol ha cambiado mucho, no sigo demasiado el fútbol, no veo los partidos por la tele y al Valladolid sí que le sigo con más interés pero poco más. Y verlo pues... Si el partido se presenta bien acabo de verlo, si no, cambio de canal», dice.
Incluso es poco asiduo al estadio. «Voy muy poco, el año pasado un par de veces que me invitó Juan Carlos pero ya te haces más comodón».
Esto no es óbice, sin embargo, para que siga de cerca la actualidad del Real Valladolid, que es un club al que guarda agradecimiento eterno por todo lo que le dio desde que le 'pescó' en el colegio San José. «Guardo buenos recuerdos, obre todo del Real Valladolid, que es donde empecé a jugar y me di a conocer como futbolista y pasé los primeros años de futbolista. Guardo muy buen recuerdo. No tenía nada que ver porque estaba entonces en Segunda División, pero el nivel era totalmente distinto». No llegó a jugar en Primera con el equipo blanquivioleta. Militó en él desde la temporada 1971-72 hasta la 1976-77. De allí salió rumbo al Rayo Vallecano, que es el club que le vio debutar en la máxima categoría con 22 años.
Al Atlético de Madrid llegó mucho más tarde, después de pasar por el propio Rayo y por el FC Barcelona. «El Atlético de Madrid era un club grande cuando yo estuve, que disputaba la Liga, ganamos una Copa... Pero había muy buen ambiente, por aquella época coincidí con seis o siete que habían salido del Atlético Madrileño y había muy buen ambiente. No tenía nada que ver con lo que viví en el Barcelona, con más tensión».
Ayer quizás aprovechara el tirón de la final de Nadal contra Federer para ver el partido del Calderón. O quizá no. En todo caso, hoy volverá a seguir desde la distancia a sus dos ex equipos. Antes del encuentro los veía con perspectivas diferentes. «Del Valladolid sé que desde el partido de antes de las vacaciones en Soria han cogido una mala racha que ha estropeado la buena temporada que estaba haciendo. Pero en fútbol los equipos de mitad de la tabla pasan por malas rachas y hay que apretar los dientes y no complicarse la vida. El Atlético, mientras, está en su línea de grandes contrastes, de hacer partidos impresionantes y luego fallar. Creo que los equipos tienen una cultura o un no sé qué que les pesa, y es difícil superar esa tradición».
Lo difícil para ambos será romper sus tradiciones y lograr, en el caso blanquivioleta, salvarse sin apuros, y en el rojiblanco, lograr un título -sólo le queda Europa- y meterse en 'Champions'. Si lo logran, Landáburu se alegrará desde la distancia. Y después es probable que lo celebre yéndose a entrenar o a jugar con los veteranos del Real Valladolid.
http://www.canalpucela.es/noticias/2009-02-02/futbolista-hasta-final-20090202.html