Recuperado para la grada.
Víctor se quedó fuera de la lista ante Osasuna por razones tácticas, después de haber sido infiltrado en el muslo en las horas previas para superar sus molestias.
Los entrenadores siempre buscan lo mejor para el colectivo y eso supone, muchas veces, adoptar decisiones que sorprenden a los propios futbolistas. Los enfados se agudizan cuando los técnicos ofrecen sus convocatorias y uno o varios jugadores se quedan fuera sin que medie lesión. Víctor Manuel Fernández fue el único futbolista del que prescindió Mendilibar para afrontar el choque ante Osasuna por razones puramente tácticas.
El técnico blanquivioleta citó el sábado a 19 jugadores precisamente por las molestias que arrastraba el mediapunta. Víctor, que quería estar disponible a toda costa, decidió infiltrarse en el muslo por recomendación médica. Una vez que ya se encontraba en condiciones de jugar, Mendilibar optó por no contar con él. Víctor lo contó ayer al ser preguntado por su estado físico.
«¡Por supuesto que me sorprendió quedarme fuera de la lista! Después de lo que me está pasando... Cada vez juego menos y no me lo esperaba, ni mucho menos. La pregunta hay que hacérsela a él [Mendilibar]. Estaba esperando porque tenía unas molestias, me pinché para jugar y él sabía que me iba a pinchar. Yo estaba convencido de que iba a entrar [en la lista], de otra manera no me habría pinchado. Hablé con el doctor y, médicamente, estaba para jugar. Fue una decisión suya», declaró el mediapunta.
A Víctor no le quedó más remedio que ver el partido ante Osasuna desde el palco, acompañado de otros compañeros que sí se quedaron fuera de la lista de Mendilibar por lesión. Desde su punto de vista, se infiltró para acabar presenciando el partido vestido de calle.
Las molestias de Víctor vienen del choque ante el Villarreal de hace tres jornadas, cuando sufrió un golpe en el muslo izquierdo. Sin embargo, el delantero sí fue convocado para viajar a Palma de Mallorca el jueves y jugó los últimos ocho minutos de ese partido tras entrar por Borja.
Revolución atacante
La salida de Víctor de la convocatoria ante Osasuna coincidió con una revolución en el ataque blanquivioleta. con la que Mendilibar intentó dotar de nuevos bríos a un equipo que sumaba cuatro partidos consecutivos sin marcar un gol. Oldoni fue el delantero centro titular, acompañado de Medunjanin por detrás, y Ogbeche saltó al campo para sustituir al brasileño. Canobbio y Goitom, titulares en Mallorca, no disputaron ni un minuto. La revolución no surtió efecto y el Real Valladolid sumó su quinto partido sin marcar un tanto.
«Está claro que el equipo está llegando menos arriba», analiza Víctor. «En seis partidos hemos metido un gol. Ya son partidos sin marcar y sin ganar. Esto hay que cambiarlo porque es verdad que prácticamente hemos conseguido los puntos de la permanencia y eso hace que pueda perderse el punto de motivación ante equipos que se juegan más. No podemos dejarnos llevar ni que la situación siga así. El equipo debe continuar trabajando y conseguir un resultado positivo. En cuanto lo consigamos creo que cambiará todo», confía Víctor.
El mediapunta extremeño ha jugado 24 partidos hasta el momento (17 como titular) y en cinco ha permanecido en el banquillo durante los 90 minutos. Es el tercer máximo goleador del equipo con cuatro goles, empatado con Canobbio, y por detrás de Goitom (nueve tantos) y Sesma (seis dianas). Antes del choque ante Osasuna, sólo se había quedado fuera una vez de la lista de convocados por decisión técnica durante la presente temporada (novena jornada, ante el Sevilla).
«Ahora resulta muy difícil para mí pensar en marcar un gol. Es mucho el tiempo que llevo sin jugar. De seis partidos, he intervenido en uno, el día del Villarreal, y jugué en un sitio que no es el mío [formando pareja con Canobbio].
Cada día lo veo más difícil. El último partido que ganamos lo jugué y encima di el pase del gol [ante el Getafe]. Me queda seguir trabajando porque más no puedo hacer. El míster es el que tiene que elegir. Él decide».
Víctor cree que «es una pena» la mala racha que atraviesa el Real Valladolid. «Podíamos haber hecho una temporada muy buena, aunque también es verdad que últimamente nos hemos enfrentado a muchos equipos grandes. Entra dentro de lo normal que perdamos. Aun así, creo que la temporada del Real Valladolid ha sido espectacular.
A falta de diez jornadas, el equipo estaba ya muy cerca de la permanencia. Es un 'temporadón'. Pero lo bonito sería ahora terminar con una guinda bonita y que la gente se fuera con buen sabor de boca».
El contrato de Víctor finaliza el próximo mes de junio y el futbolista tiene dos cosas claras. «Quiero seguir jugando al fútbol y quiero seguir aquí». De sus palabras se desprende que la pelota está ahora en el tejado del club, o más concretamente, de la dirección deportiva. «Quedarme es cuestión de ellos. Yo voy a seguir jugando al fútbol y, si no es aquí, me iré a otro sitio. Me veo con ganas. Otra cosa es que, de aquí a dos meses, me encuentre mal y no quiera, pero hoy por hoy mi deseo es continuar en activo y, por supuesto, aquí. La decisión corresponde al club. Si no es en el Valladolid, será en otro sitio».
Víctor, de 35 años, todavía tiene tiempo de superar dos récords históricos del Real Valladolid. Suma 88 goles entre Primera y Segunda como blanquivioleta y puede alcanzar los 92 de Morollón. En Primera, con 51, se encuentra a dos de Peternac. Pero para batirlos, tendrá que volver a ganarse la confianza de Mendilibar.
del canal pucela del norte de castilla