Bueno, cosas y líos empresariales... de los cuales podemos sacar un pequeño debate.
Y es que yo espero que ahora, con la marcha o desaparición o absorción de la empresa de los Fernández Fermoselle, el barrio de "Parquesol" reciba o recoja, por fin, su verdadero nombre. Un asunto que coleó a finales de los 70 entre la universidad y el ayuntamiento de Valladolid.
Y es que ese espacio , al igual que ocurre con las otras dos terrazas fluviales qeu circundan a la capital por el oeste, debiera de haberse llamado Barrio de La Gallinera. Exactamente igual que como se denominan y siguen nombrando las otras dos terrazas: Las Contiendas y La Maruquesa. Es el topónimo oficial en el IGN y en el Instituto Geológico. Y así quedo apalabrado, en aquellos años, como se iba a conocer ese nuevo espacio. Pero a los constructores les entró miedo y vergüenza:
- ¿Cómo qué nuestra novísima y moderna urbanización se va a llamar Gallinera? Qué poco moderno, por favor.
Y en esas el Ayuntamiento, después de un toma y daca con algunos técnicos y responsables de la Universidad (se habló de incluso llamarlo Barrio del Monasterio), dió, por fin, marcha atrás. Y decidió ser más moderno y pijolín todavía colocando un rimbombante y petulante nombre a tan insigne e histórico paraje.
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El hecho es qué yo me harté de escuchar esta historia en mis tiempos de estudiante al profesor Jesús García Fernández,... y yo os hago complices de ella.
Así si alguién me pregunta que donde residen los futbolistas, siempre les digo que en el Cerro del Gallinero.
Cosas de la ciudad...