Me cuesta mucho contestar porque hay que tener en cuenta unos cuantos aspectos:
1. Mental: ante los grandes apetece lucir, lo habeis dicho, pero va con ello que no hay nada que perder. Es lo más lógico que saltaran bastante más avispados el domingo que con la torrija ante el Almería, o que se siga corriendo más incluso con un 1-4 en contra que cuando el Zaragoza te empata y te sega las piernas.
2. Táctico: Un grande acepta el intercambio de golpes y pese a la presión del rival trata de sacarla tocando. El equipo modesto juega con las mismas armas que nosotros: presión, cerrar líneas, dar patadas y bastante recurso al juego directo. Y el problema es que antes del domingo no hemos dado una santa patada o casi, pero tampoco hemos terminado de tener un estilo definido ni sido capaces de dominar los partidos salvo excepciones.
Con eso me explico que este año hayamos hecho partidos dignos ante el Madrid, Sevilla y Barça, o ante Osasuna en su casa (rival de la segunda categoría, pero en un campo maldito, nada que perder) y partidos calamitosos en Zorrilla, porque ni hay tantas ganas como en las grandes ocasiones pero muchos más nervios, y todo ello sin obviar carencias futbolísticas que son la base del problema. Espero que además de eso PPE (si me permites recortar el nick) tenga razón en que en el mes de onésimo el equipo haya ganado en físico, porque en tal caso se me podría volver a iluminar la bombilla de la esperanza que daba ya por perdida. Encenderé una vela por ello, porque a estas alturas la palabra milagro se me queda corta para definir la permanencia si al final se diera.
Saludos