Si es que estaba muy claro, con lo difícil que es descender, que este vestuario tenía que ser una casa de putas.
Ahora bien, lo que no entiendo es por qué a estos señores no se les aparta de la disciplina desde el minuto uno. Tanto que si no juegan, que si chupan banquillo y tal. ¿Pero qué coño es esto? Ser mal profesional es mucho peor que ser mal jugador, y Mendi, Olabe, Suárez o Dios bendito deberían haber hecho esto desde el principio, cojones. Aquí nosotros como tontos pidiendo que juegue fulano o mengano, porque es técnicamente superior y está entrenando con aparente normalidad, cuando resulta que el tal fulano o el tal mengano se están tocando los huevos a dos manos, dando mal ejemplo a sus compañeros y nadie en el club va más allá de sentarlos en el banquillo, como si fuera una decisión deportiva. Y a algunos ni eso, que un canario era juerguista, malo y encima seguía de titular.
Qué harto me tiene este jodido club. Pero harto, harto.