Nunca debió jugar Francia este Mundial, al que entró colándose por la puerta de atrás, tras un gol precedido de una mano descarada de Henry. Así les ha ido. Ya en la Eurocopa 2008 hicieron el canelo, pero la renovación de la confianza en Domenech ha sido un fracaso rotundo de la FFF. Laurent Blanc se va a comer la reestructuración y regeneración de los Bleus.
En Francia están en pie de guerra, con retirada de confianza de los patrocinadores de la FFF, toque bastante serio de la ministra de Deportes a los Bleus y la prensa que no da a basto para dar leña a todo lo que se mueve. El país está avergonzado.
Para rematar, el tonto los cojones de Domenech le ha negado el saludo a Parreira al acabar el partido.