El Quesos Entrepinares gana la Supercopa en un derbi espeso
Los errores de chamizos y queseros hicieron farragosa la disputa del primer título de la temporada
30.08.10 - 01:35 - MARTA DE CELIS | VALLADOLID
Primera y veraniega visita oficial a Pepe Rojo para los aficionados del rugby. El trofeo de la Supercopa se ha ido a las vitrinas del Quesos Entrepinares pero, al fin de al cabo, se quedaba en Valladolid sin importar el resultado del choque y eso se notó en la mañana de ayer en el epicentro de este deporte en la capital pucelana. E incluso, en España. No sólo se notó en las gradas. Sobre el césped, el primer derbi del curso resultó un partido lento y farragoso, por parte de ambos conjuntos. La poca preparación y el perfecto conocimiento del rival fueron fatales para el ritmo del partido.
Muchos errores e imperfecciones en el juego de chamizos y queseros. Y muchas buenas ocasiones de puntuar echadas a perder por parte de ambos. Al final fue el Quesos Entrepinares el demostró mayor fortaleza física, cometió menos errores y terminó invitando al tercer tiempo. El marcador se paró en un 8 a 13 a favor del los azulones, ayer de blanco, en un partido que al descanso apuntaba a prórroga por igualdad en fuerza y eficacia entre los vigentes campeones de Liga y de Copa del Rey.
Los primeros minutos fueron de un mayor dominio del balón por parte del Quesos Entrepinares que jugaba abierto, sus pases llevaban el balón por todo el ancho del campo. Pero las acometidas queseras fueron debidamente neutralizadas por la defensa chamiza, que era vitoreada por su público, a golpe de bombo. Sin embargo los colegiales cometían errores que les impedían avanzar los suficiente como para crear sensación de peligro en las filas de sus rivales. En una de sus pocas ocasiones, casi al cuarto de hora de partido, Jaime Navas, de golpe de castigo, anotó los primeros tres puntos para el Cetransa El Salvador.
No duró mucho la alegría de los campeones de Liga. La contestación fue rápida por parte del Quesos. Gareth Griffiths anotó la réplica, desde una distancia parecida poco después. La afición del Quesos Entrepinares, que parecía 'grogui' hasta ese momento, se vino arriba. Se acababa de rebasar la media hora, cuando un acercamiento peligroso de El Salvador dio lugar a algún golpe de más de Glen Rolls del Quesos y su expulsión durante 10 minutos junto con la de Jaime Navas por parte de los chamizos. Antes del entretiempo hubo un golpe de castigo para cada lado, errados los dos, por lo que el marcador se quedó 3-3 en el descanso. A esas alturas de encuentro, las imprecisiones en los pases y las ocasiones perdidas de ambos equipos eran evidentes, y hacían presagiar una prórroga.
La segunda parte aumentó el acecho del Quesos Entrepinares a los chamizos, pero los errores siguieron sucediéndose. Griffiths falló dos ocasiones claras de convertir golpes de castigo. Poco después, por parte de El Salvador, Jaime Nava envió otro golpe de castigo al poste. Una melé para el Quesos Entrepinares, cercana a la línea de ensayo, y otro golpe de castigo fallado por Griffiths fueron los avisos previos. El partido se decidió a favor de los queseros en un ensayo convertido por Gorosito en el minuto 66 culminado por la transformación de Griffiths.
Los nervios de los chamizos se hicieron entonces palpables, no pudieron sacar después del ensayo y el balón fue echado a jugar por el Quesos en la posterior melé. No hubo reacción por su parte, debido quizá a que evidenciaba un mayor cansancio físico que su rival.
Esto le dio alas a continuar el acoso al Quesos Entrepinares. Otro golpe de castigo anotado por Griffiths a 7 minutos del final casi puso la puntilla al Cetransa El Salvador.
Heridos de muerte, los chamizos tiraron de orgullo y se acercaron a la línea de ensayo, buscando los huecos en las líneas del Quesos. La recompensa la obtuvo casi al final, cuando Navas cruzó la línea de ensayo en el minuto 79. Sabedor de que esto no era suficiente para alcanzar a los queseros, el madrileño no celebró el tanto. Y más al fallar Ian Davey la transformación posterior, dejando un 8-13.
Un saque de banda a favor de los chamizos, ya en el descuento, marcó los últimos instantes del partido. El árbitro señaló que sería la última posesión y los de El Salvador se agarraron a ella con todas sus fuerzas. Trataron jugar a lo ancho del campo, pero los queseros eran conscientes de que les bastaba echar la pelota fuera para tener la Supercopa en sus manos. Así lo hicieron en cuanto tuvieron la mínima oportunidad. La Supercopa se quedaba en casa. Las celebraciones fueron en el vestuario del Quesos, aporreado casi hasta el derrumbe. La siguiente fiesta del rugby pucelano será durante la liga, el 26 de diciembre.
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