Con el mercado de fichajes, en verano, en el momento de ensamblar la plantilla, o bien en el mercado invernal, se suceden todos los años operaciones que a muchos aficionados les puede extrañar, especialmente a aquellos que creen (creemos) en el equilibrio de un proyecto de cantera, compaginado con incorporaciones que complementen los recursos que no nos puedan aportar los futbolistas salidos de los Anexos.
Con envidia sana, muchos miramos de reojo los logros de Espanyol, Athletic, Sevilla u Osasuna, por ejemplo, demostrando que una buena política de cantera, compaginada con el acceso a un mercado más costoso (aquello de "mejor 1 de 100, que 2 de cincuenta, o cuatro de 25" cuando puedes tener, 2 por 100, si uno de ellos es a coste 0 (el de casa).
Con los últimos rumores del interés del RV en Balenziaga, e invitado por uno de nuestros compañeros foreros (Shine), que me he dado la idea, abro este sondeo, que en el caso de Balenziaga, tiene su contraposición en Pablo Gómez. ¿Es mejor contar con una incógnita (Balenziaga), o dar una oportunidad (para mí ganada, después de verlo en docenas de partidos) a un chico de la casa, como Pablo Gómez, CANTERANO con mayúsculas?
¿Qué preferís vosotros, oportunidades al canterano (que se las haya ganado) o mejor dar cabida a incógnitas llegadas desde fuera, con similares condiciones?
¿Ambas opciones son complementarias, aún hablando de futbolistas en igualdad de condiciones?
Con envidia sana, muchos miramos de reojo los logros de Espanyol, Athletic, Sevilla u Osasuna, por ejemplo, demostrando que una buena política de cantera, compaginada con el acceso a un mercado más costoso (aquello de "mejor 1 de 100, que 2 de cincuenta, o cuatro de 25" cuando puedes tener, 2 por 100, si uno de ellos es a coste 0 (el de casa).
Con los últimos rumores del interés del RV en Balenziaga, e invitado por uno de nuestros compañeros foreros (Shine), que me he dado la idea, abro este sondeo, que en el caso de Balenziaga, tiene su contraposición en Pablo Gómez. ¿Es mejor contar con una incógnita (Balenziaga), o dar una oportunidad (para mí ganada, después de verlo en docenas de partidos) a un chico de la casa, como Pablo Gómez, CANTERANO con mayúsculas?
¿Qué preferís vosotros, oportunidades al canterano (que se las haya ganado) o mejor dar cabida a incógnitas llegadas desde fuera, con similares condiciones?
¿Ambas opciones son complementarias, aún hablando de futbolistas en igualdad de condiciones?