La inquebrantable fe de Osorio
El delantero, cuyo contrato expira en verano, espera ganarse la renovación con más goles ARTURO POSADA | VALLADOLID.-
Sobre Humberto Osorio circulan varios malentendidos. Ni posee contrato con el Real Valladolid hasta 2016 (como el club comunicó oficialmente el pasado verano) ni en Colombia le apodan 'El Zorro'. La vinculación del delantero colombiano expira el próximo 30 de junio de 2014 y el sobrenombre vulpino se lo encasquetaron en Argentina. Para sus compatriotas es, simplemente, Humberto Osorio Botello. Y, a veces, prescinden del nombre propio y se refieren a él con los dos apellidos... como si fuera un árbitro español.
«Lo del 'Zorro' fue en Argentina porque en un partido contra Quilmes me fracturaron la nariz», cuenta el futbolista, que jugó en el Club Atlético San Martín en los torneos Inicial y Final de la campaña 2012-2013. «Recibí un golpe y al siguiente partido contra Boca me tocó usar una especie de antifaz, una mascarilla de protección. Los narradores me apodaron 'El Zorro'. Es una cosa de Argentina. En Colombia me llaman por el apellido».
Luego está el asunto de su contrato, modificado finalmente por complicaciones fiscales. «Hubo un arreglo, ya no son tres años», explica Osorio. «Era muy complicado por el tema de impositivos [impuestos]».
Preguntado por este asunto, el Real Valladolid confirmó ayer que la vinculación contractual de Humberto Osorio finaliza al final de la presente temporada, pero que, «verbalmente, se sentaron las bases de una futura ampliación». El delantero colombiano sabe que debe ganarse un puesto, no solo en el plantel actual, sino también en la futura plantilla, siempre que el equipo se salve. «Lo tengo hablado con el club. Hay que demostrar más para tener otras opciones. Disponer de más minutos, mostrar más condiciones, marcar más goles. Dependerá del rendimiento. Eso condicionará lo que va a pasar conmigo».
Partidos como el disputado el pasado domingo ante el Elche multiplican sus posibilidades. En 21 minutos sobre el césped marcó dos goles, recuperó dos balones, dio once pases y evitó una derrota que parecía cantada. Su protagonismo en el 2-2 final le coloca bajo todos los focos. La liga española ha descubierto súbitamente a Osorio y también el Real Valladolid, donde permanecía en un muy discreto segundo plano. Una rotura de fibras en el cuádriceps derecho y posteriores molestias musculares le dejaron fuera de juego durante demasiado tiempo. Su último partido antes de reaparecer contra el Elche fue en el Santiago Bernabéu el 30 de noviembre.
«Ha sido complicado entrar por las lesiones y las molestias físicas. Quedan muchos partidos y aún puedo demostrar muchas cosas. Frente al Elche tenía una buena oportunidad para marcar goles y recuperar la confianza». Osorio ingresó en el campo en el minuto 68. En el 70 ya había anotado. «Me vino el balón de Manucho y me quedó botando muy alto. Traté de conectarlo con el cuerpo interno y lo ubiqué en la portería». El gol supuso una liberación personal y lo celebró con una dedicatoria al ser que más le ha ayudado en los últimos meses
Dios.«Lo que más me ha ayudado es la fe en Dios, así que primero se lo dediqué a él. Y después a mi esposa, que está embarazada. Estamos esperando otro bebé, una niña que llegará en julio. Todavía no hemos decidido el nombre».
Humberto Osorio se apoya en la religión para sortear los infortunios. Reconoce que «anímicamente» ha pasado por malos momentos tras el salto a Europa. «Pero uno siempre confía en Dios. Tengo la fe de que guarda cosas buenas para mí. Espero conseguir logros importantes».
La familia es otra de sus redes. Su esposa e hija se instalaron en Valladolid antes de Navidad y luego retornaron a Colombia con Osorio para pasar las fiestas. «Se quedaron allí, pero vuelven esta semana. Estoy deseando verlas». Sus padres le alientan desde la distancia. «Me apoyan mucho, demasiado diría yo. Para ellos también es una alegría ver que las cosas me salieron bien en el último partido».
Su padre, Luis Osorio, jugó como futbolista aficionado antes de que un accidente truncara una más que probable carrera profesional. Luego, el progenitor se volcó con sus hijos (Humberto tiene otro hermano, Luis, que decidió no continuar en el fútbol, y dos hermanas). «Me tocó salir muy pequeño de casa. La ciudad donde yo vivo es muy pequeña y fui a grandes ciudades de Colombia para desarrollar mi fútbol. Mis padres me apoyaron mucho».
FelicitacionesDurante las últimas horas, el nombre de Humberto Osorio ha corrido como la pólvora por el 'planeta fútbol'. Los grandes programas de la radio nocturna concertaron entrevistas para el postpartido ante el Elche. Al futbolista le tocó trasnochar para atender las peticiones de la prensa y ayer, a media mañana, ya estaba otra vez respondiendo al teléfono nuevas inquietudes periodísticas, recordando sus dos goles y el remate fallido que pudo suponer un triplete («intenté peinar la pelota, nada más, que siguiera su curso, pero hizo un extraño»).
«He recibido felicitaciones y llamadas de periodistas. Estoy tranquilo porque vuelvo al gol. Espero seguir así, aportándole al equipo y marcando muchos más goles con la ayuda de Dios».
Hoy por la mañana, Humberto Osorio volverá a ejercitarse con sus compañeros, con los que mantiene una excelente relación. «Me llevo muy bien con todos. Un poco mejor con Heinz y con Manucho, pero trato de asociarme con cada uno de ellos».
Como el resto de futbolistas del Real Valladolid, Osorio ('El Zorro' que no es zorro en Colombia) pugna por la permanencia y también por demostrar que su llegada a Europa no se quedará en flor de una temporada. «Tengo que demostrar cosas acá para tener opciones en el fútbol español o donde Dios me tenga. Hay que esperar y ver lo que sucede a final de temporada».
De momento, Osorio ha comenzado a brillar en España... con goles y una fe difícil de quebrar.
http://realvalladolid.elnortedecastilla.es/noticias/2014-02-10/inquebrantable-osorio-201402102208.html
esto solo nos pasa a nosotros...