CUCA,,uno de esos fichajes ilusionantes q te hacen hinchar el pecho y luego se va deshaciendo como un azucarillo.tenía clase y elegancia de sobra,pero..............una pena.al menos le va bien como entrenador
REAL VALLADOLID
Campeón exblanquivioleta
Cuca, que pasó un año en Valladolid, lleva al Atlético Mineiro a conquistar la Copa Libertadores
26 de julio de 2013
Campeón exblanquivioleta
Cuca y Ronaldinho celebran la Copa Libertadores / REUTERS
SERGIO SOTO | VALLADOLID.-
Triunfar es fruto de muchos factores. Uno de los más importantes es la adaptación al medio que te rodea. Evolucionar significa adaptarse, estudiar el entorno y hacer de él lo más parecido a tu casa. Al lugar dónde te sientes cómodo. Este es el problema que muchos futbolistas experimentan cuando se lanzan a conocer mundo. Los kilómetros entre las raíces y el cuerpo son una distancia insalvable cuando la mente decide que la nostalgia es el pan de cada día.
Esto podría resumir a la perfección el paso de Alexi Stival 'Cuca' (Curitiba, Brasil, 7 de junio de 1963) por el Real Valladolid. El brasileño llegó a la ciudad del Pisuerga en el verano de 1990 con el cartel que lo acreditaba como el fichaje estrella del equipo de Maturana, entrenador por aquella época. Pero luego la realidad fue bien distinta. El millón de dólares que se pagó por él en aquella época era una millonada, y más para un club como el Valladolid. Pero en esto del fútbol ya se sabe que el dinero no es el mejor aval. Internacional con Brasil, un '10' de primer nivel, pero para el que Europa supuso un cambio muy brusco. Cuca fue el primer fichaje extranjero de Javier Yepes, secretario técnico en ese momento. Él estaba tan convencido de que «podía triunfar» que el fracaso de l de Curitiba acabó por ser «una decepción personal».
Cuca llegó a Zorrilla procedente de Gremio de Portoalegre dispuesto a triunfar, pero un año después de su aterrizaje hacía las maletas para volverse a la misma ciudad carioca, esta vez al Internacional. Según cuenta Yepes, Maturana veía al brasileño como alguien «indolente» al que no podía sacar rendimiento. El propio jugador quería marcharse y la solución para el club fue su cesión al Internacional de Portoalegre. «Esto es como fichar un jugador del Real Madrid y cederlo al Atlético».
Como futbolista, Cuca era un jugador que arrancaba en tres cuartos de campo y se deshacía de los rivales gracias a una «excelente conducción». Como buen brasileño, tocaba el balón «de manera exquisita» y era un buen lanzador de faltas directas.
Campeón de la Libertadores
Tras su breve historia en España, Cuca volvió a Brasil y terminó su carrera en el equipo de su ciudad natal en 1996. Tan solo dos años después comenzó su aventura como técnico, recorriéndose Brasil hasta firmar en 2011 por el Atlético Mineiro. Como entrenador tenía fama de llevar la mala suerte a rastras, peso que se quitó de encima el pasado miércoles cuando conquistó la Copa Libertadores que acredita al 'Galo' como mejor club sudamericano de la temporada.
Para ello, el equipo de Ronaldinho tuvo que levantar un 2-0 que se llevó en la ida de la cancha del Olimpia de Asunción paraguayo. En la vuelta todo se decidió en la tanda de penaltis, la cual tenía preparada un dulce sufrimiento para Cuca y sus jugadores. Quizá sea por las supersticiones de las que está repleto el técnico –dicen que no deja que el autobús dé marcha atrás por temor a que eso le haga perder el partido– o porque su momento había llegado, pero el ex del Real Valladolid consiguió por fin levantar un titulo importante en sus 15 años como técnico.
Así, el entrenador del mejor club sudamericano lleva una influencia vallisoletana en sus métodos futbolísticos. Podrá ser pequeña, pero no imperceptible
REAL VALLADOLID
Campeón exblanquivioleta
Cuca, que pasó un año en Valladolid, lleva al Atlético Mineiro a conquistar la Copa Libertadores
26 de julio de 2013
Campeón exblanquivioleta
Cuca y Ronaldinho celebran la Copa Libertadores / REUTERS
SERGIO SOTO | VALLADOLID.-
Triunfar es fruto de muchos factores. Uno de los más importantes es la adaptación al medio que te rodea. Evolucionar significa adaptarse, estudiar el entorno y hacer de él lo más parecido a tu casa. Al lugar dónde te sientes cómodo. Este es el problema que muchos futbolistas experimentan cuando se lanzan a conocer mundo. Los kilómetros entre las raíces y el cuerpo son una distancia insalvable cuando la mente decide que la nostalgia es el pan de cada día.
Esto podría resumir a la perfección el paso de Alexi Stival 'Cuca' (Curitiba, Brasil, 7 de junio de 1963) por el Real Valladolid. El brasileño llegó a la ciudad del Pisuerga en el verano de 1990 con el cartel que lo acreditaba como el fichaje estrella del equipo de Maturana, entrenador por aquella época. Pero luego la realidad fue bien distinta. El millón de dólares que se pagó por él en aquella época era una millonada, y más para un club como el Valladolid. Pero en esto del fútbol ya se sabe que el dinero no es el mejor aval. Internacional con Brasil, un '10' de primer nivel, pero para el que Europa supuso un cambio muy brusco. Cuca fue el primer fichaje extranjero de Javier Yepes, secretario técnico en ese momento. Él estaba tan convencido de que «podía triunfar» que el fracaso de l de Curitiba acabó por ser «una decepción personal».
Cuca llegó a Zorrilla procedente de Gremio de Portoalegre dispuesto a triunfar, pero un año después de su aterrizaje hacía las maletas para volverse a la misma ciudad carioca, esta vez al Internacional. Según cuenta Yepes, Maturana veía al brasileño como alguien «indolente» al que no podía sacar rendimiento. El propio jugador quería marcharse y la solución para el club fue su cesión al Internacional de Portoalegre. «Esto es como fichar un jugador del Real Madrid y cederlo al Atlético».
Como futbolista, Cuca era un jugador que arrancaba en tres cuartos de campo y se deshacía de los rivales gracias a una «excelente conducción». Como buen brasileño, tocaba el balón «de manera exquisita» y era un buen lanzador de faltas directas.
Campeón de la Libertadores
Tras su breve historia en España, Cuca volvió a Brasil y terminó su carrera en el equipo de su ciudad natal en 1996. Tan solo dos años después comenzó su aventura como técnico, recorriéndose Brasil hasta firmar en 2011 por el Atlético Mineiro. Como entrenador tenía fama de llevar la mala suerte a rastras, peso que se quitó de encima el pasado miércoles cuando conquistó la Copa Libertadores que acredita al 'Galo' como mejor club sudamericano de la temporada.
Para ello, el equipo de Ronaldinho tuvo que levantar un 2-0 que se llevó en la ida de la cancha del Olimpia de Asunción paraguayo. En la vuelta todo se decidió en la tanda de penaltis, la cual tenía preparada un dulce sufrimiento para Cuca y sus jugadores. Quizá sea por las supersticiones de las que está repleto el técnico –dicen que no deja que el autobús dé marcha atrás por temor a que eso le haga perder el partido– o porque su momento había llegado, pero el ex del Real Valladolid consiguió por fin levantar un titulo importante en sus 15 años como técnico.
Así, el entrenador del mejor club sudamericano lleva una influencia vallisoletana en sus métodos futbolísticos. Podrá ser pequeña, pero no imperceptible