JEQUE VS ¿JEQUE?
Está claro que Valladolid no es Málaga, la meseta no es la Costa del Sol, Tordesillas no es Marbella y los inviernos en ambas ciudades no tienen nada que ver. Por todo ello, el jeque Al Thani eligió la ciudad andaluza para llevar a cabo un proyecto deportivo ambicioso, que le llevó a disputar la Liga de Campeones la temporada pasada. Aquí, en el corazón de Castilla, nos tuvimos que conformar con Carlos Suárez, que poco tiene de jeque. Una política basada en la austeridad pero que en los últimos años ha supuesto más aciertos que errores en la contratación de futbolistas.
El viernes pudimos ver en acción a varias de las incorporaciones veraniegas liderando al equipo. Mariño desde la portería, Rossi en el centro del campo y Osorio en la punta del ataque, que unido al buen rendimiento de Bergdych nos dejan la única incognita de Alcatraz en los fichajes realizados esta temporada. Pero enfrente estaba el Málaga del jeque con Antunes, Tissone, Morales, Pawlowski o El Hamdaoui, que no permitió la segunda victoria liguera pucelana en uno de los mejores partidos hasta la fecha.
El Valladolid comenzó dubitativo mostrando las mismas carencias que en partidos anteriores, llegada pero sin pegada, algo que supo aprovechar el Málaga para adelantarse en su primera aproximación. El gol adormiló a los jugadores de Juan Ignacio que se fueron al descanso sin inquietar a Caballero, algo que no hacía presagiar el despertar pucelano. Sin embargo, la lesión a los 5 minutos de la reanudación de Sastre hizo que entrara al campo Fausto Rossi y el partido cambió. El italiano es lo más parecido que tenemos a Víctor Pérez, un jugador que sabe coordinar el ataque del equipo, pero que también se emplea en tareas defensivas. Sin duda debe ser titular.
Y de las botas de un desaparecido Ebert se hizo efectiva la remontada. Dos corners botados magistralmente por el alemán fueron cabeceados por los dos arietes del equipo, Javi Guerra y Osorio que pusieron la guinda del gol a su buen partido. Pero con el encuentro remontado la desgracia se cebó con el Valladolid, algo que lleva sucediendo en todo este inicio de temporada. Si ya se había tenido que retirar Sastre por lesión, Omar, Rueda y Ebert daban síntomas de no poder continuar, pero sólo quedaba un cambio. Omar fue el elegido y los otros dos tuvieron que aguantar sobre el terreno de juego multiplicando las tareas de Marc Valiente y Peña. Esta circunstancia dio al traste con los buenos minutos pucelanos, calificados por Juan Ignacio como los mejores de la temporada, dando opción al Málaga a buscar el empate que consiguió con un bello gol de Pawlowski. El 2-2 ya no se movería a pesar de que ambos equipos dispusieron de algunas ocasiones.
El empate dejó satisfecha a la parroquia pucelana que vio el partido perdido durante la primera parte y sufrió mucho tras las diversas lesiones en la segunda. Las figuras del jeque del Málaga no pudieron doblegar a las del “jeque” pucelano, dejando un buen sabor de boca, sobre todo, Osorio y Rossi. Esperemos que Juan Ignacio pueda contar pronto con todos sus efectivos y empiece a tener problemas para confeccionar el once inicial. De momento el sábado viajamos al Nou Camp para enfrentarnos a un equipo con un presupuesto infinitamente superior, por lo que la diferencia en el terreno de juego será infinita. Quizá el Valladolid debería plantearse el partido como un rodaje para determinados jugadores menos utilizados y tratar de recuperar a todos los lesionados, incluso dar la oportunidad a los chavales de la cantera, que dicho sea de paso, es una de las cuentas pendientes de nuestro “jeque”.