INTENSIDAD Y ACIERTO
El Real Valladolid fue a Vallecas a ganar. Algo tan sencillo como eso es lo que cambió respecto a anteriores partidos e hizo que consiguiéramos la segunda victoria de la temporada. Más allá de la apuesta por los dos delanteros, de la incorporación de Rama en la banda izquierda o de la presión asfixiante, el Pucela jugó ante el Rayo con muchísima intensidad.
Una de las claves en ese afán con el que salió el equipo fue Manucho. El angoleño es un jugador malo, pero cuando quiere correr, presionar e incordiar se convierte en un dolor de cabeza para las defensas contrarias y hace más sencillo el trabajo de sus compañeros. Ayer no marcó, pero su trabajo incansable desquició a la defensa rayista y generó espacios para Guerra, Ebert y Rama. Está claro lo que quiere Juan Ignacio de esta plantilla, un juego combinativo con Óscar, Guerra, Rubio o Ebert, pero el planteamiento de ayer dejó claro que hay alternativa, que los dos delanteros pueden ser una opción cuando el equipo esté atascado.
Y a esa intensidad que se mostró hay que unirle el acierto de cara al gol. El equipo empezó presionando muy bien y sorprendiendo a los de Jémez, pero alrededor del minuto 20 el Rayo ya había conseguido sacudirse el dominio y comenzó a generar juego. Fueron unos minutos que hicieron generar dudas de nuevo en el equipo pucelano, sin embargo emergió la figura de Ebert. El alemán se sacó un zurriagazo con su pierna mala para clavar el 0-1 en la portería de Rubén. ¿Alguna vez ha marcado un gol que no fuera bonito? Y para ahondar en la herida rayista y gracias a los espacios generados por Manucho, Javi Guerra aprovecho un pase de Rossi para hacer el 0-2 antes del descanso. De esta forma Guerra se coloca al frente de la clasificación de goleadores nacionales con un gran inicio de temporada, que esperemos se vea refrendado con su renovación.
Y qué decir del crack que se encuentra bajo el arco pucelano esta temporada. Diego Mariño apareció ayer como los grandes porteros. El Rayo Vallecano le puso poco a prueba durante la primera parte, pero después de entrar tan poco en juego realizó la parada de la noche en un lanzamiento bombeado de Trashorras que sacó con la punta de los dedos. A partir de ahí desbarató todos los intentos rayistas por acortar distancias en el marcador, incluso con otro paradón de mucho mérito tras recibir una tarascada de su compañero Baraja. Intentaremos no darle mucha importancia al gallego para que no nos oigan en Villarreal y le podamos disfrutar mucho más tiempo.
Y con lo plácido del marcador Juan Ignacio se dio cuenta de que iba a ser una semana muy dura con enfrentamientos ante Real Sociedad y Almería, y comenzó a dar descansos. El primero fue Ebert que dejó su sitio a Larsson. El sueco anotó su primer gol como blanquivioleta en el primer balón que tocaba, que siga la racha. Posteriormente dio descanso a Javi Guerra que lleva un tiempo renqueante y no era cuestión de forzarle. Además Juan Ignacio evitó tener que utilizar a Óscar y dio también unos minutos a Rubio que pareció encontrarse bien.
Con el 0-3 y el planteamiento suicida de Paco Jémez, el Valladolid pudo hacer más goles, pero se volvió con los 3 puntos y una renta importante de cara a posibles empates a final de temporada. La sensación que deja este partido es que si el Real Valladolid quiere, puede. En el debe del equipo queda que ante el Elche y Levante no quiso. Veremos cómo se cierra esta semana que tan bien ha empezado y que podría dar aire y confianza al Real Valladolid y a Juan Ignacio Martínez.
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