Os dejo mi crónica:
ZORRILLA, EL ESTADIO EXPUGNABLE
“Cara de tonto”, “nos han puesto en nuestro sitio” o “el ánimo por los suelos”, estas fueron algunas de las afirmaciones que los aficionados expresaban a la salida del Nuevo Estadio José Zorrilla, tras la derrota ante un rival directo como Osasuna. Estas, sumadas a “hay que echar a JIM”, “no sabemos a que jugamos” o “no creamos ocasiones”, dejan a las claras y resumen perfectamente el sentir general de una afición, que durante esta temporada no está disfrutando con su equipo, especialmente en nuestro estadio, lugar que debe ser inexpugnable para labrar la ansiada permanencia.
Los equipos saben de la debilidad del Real Valladolid en su propio estadio, no en vano únicamente el Getafe se ha ido sin puntuar y sin anotar un solo gol. En mi opinión, la primera parte de la temporada en casa suele ser para disfrutar de la Primera División y la segunda para sufrir, sin embargo esta temporada estamos sufriendo desde el primer día, plantándonos en diciembre con un solo partido ganado en Zorrilla y con una segunda vuelta en la que tendremos que recibir a Madrid y Barcelona. De ahí podemos extraer una conclusión, por si alguien no lo tenía claro, esta temporada también vamos a sufrir.
El partido del viernes ante Osasuna fue un calco de anteriores partidos en Zorrilla. Una primera parte muy mala del Real Valladolid en la que no supo generar juego y sólo disfrutó de una ocasión en los pies de Larsson que desbarató Andrés Fernández. Por su parte Osasuna, dispuso de dos buenas ocasiones, pero al contrario que Sevilla o Real Sociedad no acertó a concretar. Así se llegó con 0-0 al descanso y la sensación de estar viendo a dos equipos que se van a pasar gran parte de la temporada inmersos en la lucha por la permanencia.
Y como habitualmente en Zorrilla la segunda parte cambió. Aunque todo comenzó igual, los cambios que introdujo Juan Ignacio dieron otra mordiente al equipo, sobre todo el colombiano Osorio que brindó a Guerra su primera gran oportunidad atajada por Andrés Fernández en un gran paradón. Minutos después Guerra volvió a disfrutar de otra buena ocasión en un saque de corner de Patrick Ebert y que el malagueño no acertó a introducir en la meta rojilla. Aparecía el Real Valladolid de las segundas partes y la victoria estaba en la mente de todos los aficionados.
Sin embargo Osasuna supo aguantar, defenderse bien y embarullar el juego con continuas pérdidas de tiempo. El empate no les sabía mal, pero les supo mejor la victoria. Cuando el Pucela se volcaba sobre la meta rojilla, Oier dejó helado (más si cabe) a Zorrilla. Una jugada de ataque aislada con un centro sin mucho peligro hizo que un error en cadena de defensa y portero adelantara a los de Gracia y dejara al Valladolid sin poder de reacción. El Osasuna, sin hacer nada del otro mundo, se llevaba tres puntos importantísimos de Zorrilla y dejaba muy tocados a los de Juan Ignacio.
¿Y ahora qué? Pues de primeras ir al Bernabeu, a jugar contra un Madrid que viene de golear en Almería. El tópico dice que no es un partido de nuestra liga, yo diría que ni siquiera es nuestro deporte. Desde un principio sabíamos que nuestro objetivo era la permanencia, que íbamos a estar luchando durante toda la temporada, que caeríamos a puestos de descenso en algún tramo, y todo eso es lo que está dictaminando la realidad, pero es costoso hacerse a la idea. La afición está tocada y necesita la inyección de moral que supondría una victoria en casa. Esperemos que sea ante el Celta de Vigo no podemos esperar más.
http://infiernodezorrilla.blogspot.com.es/2013/11/cronica-real-valladolid-osasuna-0-1.html
ZORRILLA, EL ESTADIO EXPUGNABLE
“Cara de tonto”, “nos han puesto en nuestro sitio” o “el ánimo por los suelos”, estas fueron algunas de las afirmaciones que los aficionados expresaban a la salida del Nuevo Estadio José Zorrilla, tras la derrota ante un rival directo como Osasuna. Estas, sumadas a “hay que echar a JIM”, “no sabemos a que jugamos” o “no creamos ocasiones”, dejan a las claras y resumen perfectamente el sentir general de una afición, que durante esta temporada no está disfrutando con su equipo, especialmente en nuestro estadio, lugar que debe ser inexpugnable para labrar la ansiada permanencia.
Los equipos saben de la debilidad del Real Valladolid en su propio estadio, no en vano únicamente el Getafe se ha ido sin puntuar y sin anotar un solo gol. En mi opinión, la primera parte de la temporada en casa suele ser para disfrutar de la Primera División y la segunda para sufrir, sin embargo esta temporada estamos sufriendo desde el primer día, plantándonos en diciembre con un solo partido ganado en Zorrilla y con una segunda vuelta en la que tendremos que recibir a Madrid y Barcelona. De ahí podemos extraer una conclusión, por si alguien no lo tenía claro, esta temporada también vamos a sufrir.
El partido del viernes ante Osasuna fue un calco de anteriores partidos en Zorrilla. Una primera parte muy mala del Real Valladolid en la que no supo generar juego y sólo disfrutó de una ocasión en los pies de Larsson que desbarató Andrés Fernández. Por su parte Osasuna, dispuso de dos buenas ocasiones, pero al contrario que Sevilla o Real Sociedad no acertó a concretar. Así se llegó con 0-0 al descanso y la sensación de estar viendo a dos equipos que se van a pasar gran parte de la temporada inmersos en la lucha por la permanencia.
Y como habitualmente en Zorrilla la segunda parte cambió. Aunque todo comenzó igual, los cambios que introdujo Juan Ignacio dieron otra mordiente al equipo, sobre todo el colombiano Osorio que brindó a Guerra su primera gran oportunidad atajada por Andrés Fernández en un gran paradón. Minutos después Guerra volvió a disfrutar de otra buena ocasión en un saque de corner de Patrick Ebert y que el malagueño no acertó a introducir en la meta rojilla. Aparecía el Real Valladolid de las segundas partes y la victoria estaba en la mente de todos los aficionados.
Sin embargo Osasuna supo aguantar, defenderse bien y embarullar el juego con continuas pérdidas de tiempo. El empate no les sabía mal, pero les supo mejor la victoria. Cuando el Pucela se volcaba sobre la meta rojilla, Oier dejó helado (más si cabe) a Zorrilla. Una jugada de ataque aislada con un centro sin mucho peligro hizo que un error en cadena de defensa y portero adelantara a los de Gracia y dejara al Valladolid sin poder de reacción. El Osasuna, sin hacer nada del otro mundo, se llevaba tres puntos importantísimos de Zorrilla y dejaba muy tocados a los de Juan Ignacio.
¿Y ahora qué? Pues de primeras ir al Bernabeu, a jugar contra un Madrid que viene de golear en Almería. El tópico dice que no es un partido de nuestra liga, yo diría que ni siquiera es nuestro deporte. Desde un principio sabíamos que nuestro objetivo era la permanencia, que íbamos a estar luchando durante toda la temporada, que caeríamos a puestos de descenso en algún tramo, y todo eso es lo que está dictaminando la realidad, pero es costoso hacerse a la idea. La afición está tocada y necesita la inyección de moral que supondría una victoria en casa. Esperemos que sea ante el Celta de Vigo no podemos esperar más.
http://infiernodezorrilla.blogspot.com.es/2013/11/cronica-real-valladolid-osasuna-0-1.html