El fútbol murió aquí. No lo mataron los defensas rompepiernas, ni los presidentes o federaciones cubiertos hasta las cejas de corrupción, no. Tampoco lo mataron los violentos. Paradójicamente al fútbol lo mataron deportistas, gente sana y que no haría daño a una mosca, gente buena pero que no tienen fútbol, deportistas que no son amigos del balón. El día en que un equipo decidió apostar por atletas en lugar de por futbolistas el fútbol murió. Cada día que Mojica, Bergdich o Peña le quitan el sitio a chavales como Carmona, Jorge, Guille, chicos que no son nada pero que pueden ser tanto, el fútbol muere. Quedarán en la retina de sus aficionados las imágenes de los superclase demostrando lo que fue, lo que pudo ser y lo que ya no será.
Baggio sorteando entradas terroríficas:
Cantona machacando las redes de las porterías rivales:
Descansa en paz y gracias por todo, amigo.
mariop222Miér 03 Dic 2014, 00:11