El Club Baloncesto Valladolid da aún sus últimos coletazos
840 días después de la dimisión de Sunil Bhardwaj como presidente que condenaba al club al limbo, el juzgado ha dictado por fin providencia para extinguirlo
... Y por fin el culebrón, el eterno culebrón del Club Baloncesto Valladolid, el club que desapareció por ruina y fuga de sus propietarios en julio de 2015 pero que dos años y tres meses después sigue aún ‘vivo’, activo y con varias de las dependencias que ocupaba en el pabellón Pisuerga todavía precintadas, vive sus últimos días, sus últimas horas.
En pasadas fechas la administración concursal a la que está aún sujeto el Club Baloncesto Valladolid solicitaba al Juzgado el cierre del Concurso por falta de activos. En un estado de ‘stand by’ o punto muerto, el club cuyo último presidente antes de su ‘fuga’ y dimisión era Sunil Bhardwaj, se encontraba en una especie de limbo. La dimisión de Bhardwaj junto a la de su ‘lugarteniente’ Felipe Martín el 15 de julio de 2015 unido al epílogo que supuso diez días después (26 de agosto) la celebración de la Junta General de Accionistas en la que solo se personó Sunil Bhardwaj, inició un largo proceso que hoy, dos años, tres meses y 17 días o lo que es lo mismo 841 días después, el CBValladolid, ‘muerto’, en estado totalmente vegetal, sigue enchufado a una máquina de respiración asistida. Son sus últimos días. Ya, por fin, es oficial. El Juzgado ha dictado providencia dando traslado a las partes para que opinen y tras el plazo pertinente vencido el pasado 27 de diciembre, el auto de liquidación está a punto de salir. El concurso se cerrará y con ello el club quedará liquidado tras el último movimiento económico realizado. Y es que el Ayuntamiento de Valladolid, a través de la Fundación Municipal de Deportes, se ha quedado con todo lo que quedaba dentro de las oficinas del CB Valladolid sitas en el local colindante al pabellón Pisuerga.
Enseres por valor de 14.000 euros en el que había sillas, mesas, una fotocopiadora, algún ordenador, el LED con la U televisiva que se coloca en los partidos a pie de campo para insertar publicidad, trofeos, camisetas y documentación del CB Valladolid.
Este dinero recaudado por el administrador concursal, una vez descontado el IVA, ha ido a parar en su mayor parte a la agencia tributaria según ha podido saber este periódico.
Se entiende que una vez que el juzgado firme el auto de cierre de concurso la Fundación Municipal de Deportes y por ende el Ayuntamiento de Valladolid recuperarán los espacios precintados, como la famosa parcela colindante al polideportivo en la que se iba a construir un Karting, luego una Ciudad del Baloncesto y finalmente un centro de ocio y estética (todo una farsa), las antiguas oficinas del club instaladas en la planta sótano del pabellón o las actuales donde se ubicaba el Club de Empresas.
El concurso de acreedores que se reabrió en 2016 a petición de la Seguridad Social ha servido para no solo vender los enseres que quedaban en el club sino también para regularizar con efecto retroactivo de situaciones fraudulentas como trabajadores del club por los que se seguía cotizando sin existir actividad alguna.
http://www.diariodevalladolid.es/noticias/deportes/club-baloncesto-valladolid-da-aun-sus-ultimos-coletazos_106562.html