Miguel Rivera, un ilustre de Segunda B
El técnico del Real Valladolid B, Miguel Rivera, ha alcanzado el medio millar de encuentros de Liga en la categoría de bronce del fútbol español
No pudo celebrarlo este pasado domingo como le hubiese gustado, con una victoria ante la UD Sanse (1-0), pero no cabe duda que el dato es digno de, al menos, destacar. Quinientos partidos en Segunda B (excluyendo partidos de fase de ascenso y Copa del Rey) que hacen del malagueño el quinto entrenador con más encuentros dirigidos en esta competición, aunque está cerca de subir hasta el segundo escalafón en próximas fechas.
Una cifra para nada baladí tras pasar por diez diferentes clubes en 16 años. Quinientos envites de los que se extrae un bagaje de 174 victorias, 168 empates y 159 derrotas. Si se atiende a los 1.500 puntos en juego, Rivera ha sumado el 46 por ciento de ellos.
Un hito que, según comentó, le llena de “orgullo” y le hace recordar “todo lo vivido, lo difícil que es mantenerse en este mundo complicado y que si no tienes la pasión necesaria que te haga disfrutar, es difícil aguantar tanto”.
“La edad te hace reflexionar sobre muchas cosas, ver dónde te equivocas y aciertas. La experiencia está claro que te ayuda mucho y te atempera. Te da más tranquilidad y mesura. Te das cuenta de que todos los días se aprende”, añadió Rivera, que debutó en 2ªB en el 2002 y con el Cartagonova. Por aquel entonces tenía 41 años.
Al año siguiente pasó al Melilla, mientras que en el 2004, se mudó al Écija al que, en esta primera etapa, dirigió durante tres temporadas. Precisamente, Rivera destacó uno de estos años en Écija como el momento de su carrera en el que “el contexto general” más le hizo “disfrutar”.
“Tuvimos muchos problemas para cobrar durante muchos meses y el equipo a base de creer fue capaz de acabar arriba y levantar un proyecto con visos a desaparecer. Nos clasificamos para la Copa del Rey y nos enfrentamos al Real Madrid. Aquel fue un momento de muchas sensaciones y emociones positivas. El culmen de todo ello fue ver tu nombre en el Santiago Bernabéu”, relató el preparador del Real Valladolid.
Acabado su periplo en Écija y en la 2007-2008, entrenaría al Águilas, mientras que en los años posteriores dirigiría al Granada 74, el Caravaca y el Leganés antes de regresar al Écija, al que volvería a comandar por dos campañas.
Tras esta etapa, el malagueño iniciaría su primera andadura al frente de un filial. En la 2013-2014 cogía las riendas del Almería B, al que comandaría durante tres temporadas, hasta la 2015-2016. Durante este período también tuvo la oportunidad de debutar en Primera y Segunda como técnico interino en uno y dos partidos, respectivamente.
Al término de esta etapa en el Almería, Rivera pasó una temporada en Linares antes de aceptar la llamada del Real Valladolid en 2017. El resto, una historia de amor a primera vista que ya va por 53 partidos. Y los que quedan.
“Soy una persona de club. He encontrado aquí muchas muestras de cariño. Estoy muy a gusto y se valora mi trabajo y eso es lo que realmente me llena. Cuando tengo la sensación de que puedo molestar prefiero retirarme sin hacer mucho ruido, pero estoy muy agradecido a este club y me encuentro muy a gusto, por lo que estaremos el tiempo que haga falta mientras me sienta útil”, concluyó.
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