Inquietud entre los trabajadores del Real Valladolid
Los empleados del club temen recortes y ya han visto cómo se frenaba la negociación del convenio ante el probable descenso
El cabreo es palpable en muchas parcelas del club. Las críticas internas vuelan hacia la cúpula del Real Valladolid, pero no solo hacia el presidente Ronaldo Nazário, al que esta campaña los empleados del Pucela han visto menos que en sus primera campaña como máximo accionista del club. «Ha dado pocas señales de vida, aunque sí parece que tiene tiempo para hacer otras cosas personales».
Dentro del club hay varias corrientes a la hora de señalar culpables en una temporada que ha ido degenerando hasta la situación actual. La vía dominante, y la que mejor ha cuajado en los medios de comunicación, pasa por señalar a Ronaldo Nazário como el gran responsable por su negativa a la hora de despedir a Sergio González. En esta versión, Miguel Ángel Gómez sale bien parado, ya que aparece como el director deportivo que intentó cambiar al entrenador y fue frenado por la cerrazón del presidente.
Sin embargo, otros trabajadores consideran que no se debería dejar de lado el papel que han desempeñado los gestores en el día a día de la entidad, donde Ronaldo no aparece: Matthieu Fenaert como consejero delegado; David Espinar como director del Gabinete de Presidencia; y hasta el propio Miguel Ángel Gómez, el gran valedor de Sergio González al inicio de la temporada. Gómez aceptó, aunque fuera pasivamente, que Sergio siguiese al frente cuando Ronaldo desestimó la alternativa de Robert Moreno para el banquillo blanquivioleta.
«Yo echaría a todos, incluyendo a la dirección deportiva», desliza un empleado, que no se explica que Sergio González vaya a terminar la temporada como entrenador del Real Valladolid. «Le tenían que haber despedido hace cinco meses. Los clubes que han cambiado de entrenador se han salvado este año».
En Zorrilla hay quien considera que Ronaldo debe hacer una «limpieza» y que algunos responsables de la temporada «parece que están ahora a escurrir el bulto». Paralelamente, hay otros sectores que también echan en falta una buena dosis de autocrítica en los estamentos directivos, así como empleados que consideran que esta temporada tóxica dañará gravemente la relación con los aficionados después de lograr el récord de abonados antes de la pandemia.
«Cada vez que este club ha intentado dar un salto de calidad ha dado el salto a Segunda», se lamenta un trabajador del club. El aumento de la estructura en las oficinas puede verse comprometido con el descenso a Segunda. También la dirección deportiva, que ha creado un nutrido departamento de 'scouting' con ramificaciones.
«A los empleados no nos queda más que esperar y confiar en los líderes del proyecto actual. Que sepan qué pasos dar. Habrá que intentar devolver este club a Primera si se consuma el descenso. Ya hemos pasado antes por esta situación», finaliza uno de los interlocutores.
https://www.elnortedecastilla.es/realvalladolid/inquietud-trabajadores-real-20210520205210-nt.html
Los empleados del club temen recortes y ya han visto cómo se frenaba la negociación del convenio ante el probable descenso
El cabreo es palpable en muchas parcelas del club. Las críticas internas vuelan hacia la cúpula del Real Valladolid, pero no solo hacia el presidente Ronaldo Nazário, al que esta campaña los empleados del Pucela han visto menos que en sus primera campaña como máximo accionista del club. «Ha dado pocas señales de vida, aunque sí parece que tiene tiempo para hacer otras cosas personales».
Dentro del club hay varias corrientes a la hora de señalar culpables en una temporada que ha ido degenerando hasta la situación actual. La vía dominante, y la que mejor ha cuajado en los medios de comunicación, pasa por señalar a Ronaldo Nazário como el gran responsable por su negativa a la hora de despedir a Sergio González. En esta versión, Miguel Ángel Gómez sale bien parado, ya que aparece como el director deportivo que intentó cambiar al entrenador y fue frenado por la cerrazón del presidente.
Sin embargo, otros trabajadores consideran que no se debería dejar de lado el papel que han desempeñado los gestores en el día a día de la entidad, donde Ronaldo no aparece: Matthieu Fenaert como consejero delegado; David Espinar como director del Gabinete de Presidencia; y hasta el propio Miguel Ángel Gómez, el gran valedor de Sergio González al inicio de la temporada. Gómez aceptó, aunque fuera pasivamente, que Sergio siguiese al frente cuando Ronaldo desestimó la alternativa de Robert Moreno para el banquillo blanquivioleta.
«Yo echaría a todos, incluyendo a la dirección deportiva», desliza un empleado, que no se explica que Sergio González vaya a terminar la temporada como entrenador del Real Valladolid. «Le tenían que haber despedido hace cinco meses. Los clubes que han cambiado de entrenador se han salvado este año».
En Zorrilla hay quien considera que Ronaldo debe hacer una «limpieza» y que algunos responsables de la temporada «parece que están ahora a escurrir el bulto». Paralelamente, hay otros sectores que también echan en falta una buena dosis de autocrítica en los estamentos directivos, así como empleados que consideran que esta temporada tóxica dañará gravemente la relación con los aficionados después de lograr el récord de abonados antes de la pandemia.
«Cada vez que este club ha intentado dar un salto de calidad ha dado el salto a Segunda», se lamenta un trabajador del club. El aumento de la estructura en las oficinas puede verse comprometido con el descenso a Segunda. También la dirección deportiva, que ha creado un nutrido departamento de 'scouting' con ramificaciones.
«A los empleados no nos queda más que esperar y confiar en los líderes del proyecto actual. Que sepan qué pasos dar. Habrá que intentar devolver este club a Primera si se consuma el descenso. Ya hemos pasado antes por esta situación», finaliza uno de los interlocutores.
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