Exactamente el mismo partido que en Burgos o Amorebieta te cuesta una goleada, y que sería merecida hoy. Con el agravante de que han pasado 8 meses de competición y te estás jugando la vida y tu rival está ya de vacaciones. Más de media hora ha tenido el técnico para tratar de parar este aplastamiento realmente vergonzoso, pero nada, a verlas venir. Qué castigo de entrenador por dios, con lo fácil que podría haber sido este año.