Pues un partido que deja un sabor extraño. Para mí ha habido un buen planteamiento inicial, que ha conducido a una gran primera parte, controlando el juego, atacando, es cierto que sin crear numerosas ocasiones pero sí llegadas y presión sobre la portería rival, y también una gran defensa con una casi perfecta presión que ha provocado que el rival no nos hiciera ni cosquillas, y ojo que el rival no era cualquiera. Y encima llega la expulsión y todo se nos ponía de cara, qué más se podía pedir para intentar rematar en la segunda parte. Y la segunda parte también ha empezado muy bien, éramos totalmente dueños del partido y el rival trataba de aguantar como podía, corriendo tras el balón y estando ordenaditos atrás pero sin ni siquiera ser capaces de salirnos a la contra, todos los despejes eran nuestros y hasta ganábamos las segundas jugadas, algo inaudito casi.
Pero llegados a este punto del partido, y como pasa tan a menudo en este deporte, cuando está habiendo un buen espectáculo y buen juego tiene que aparecer alguno de los sospechosos habituales que no se contentan con ser invitados y con su papel secundario, quieren ser protagonistas, los árbitros o los entrenadores. Y hoy le tocaba una vez más a nuestro técnico, que no solo no se ha contentado con parar el ritmo a su equipo, que se estaba comiendo al rival, sino que además ha decidido cambiar el plan de juego y empezar a jugar a otra cosa. Y hasta aquí llegó nuestra superioridad, 5 minutos después de sus decisiones nadie en todo el estadio se acordaba de que jugábamos con uno más y el partido ha vuelto a empezar, pudiéndoselo llevar cualquiera aunque la ocasión más clara ha sido suya. Especialmente doloroso de ver ha sido, y el propio Pacheta lo ha reconocido en rueda de prensa, lo mal que hemos gestionado el juego por bandas, hoy estaba claro que el día era para Escudero que ha puesto 3 ó 4 balones de gol desde la izquierda, pero nos hemos empeñado una y otra vez en intentarlo por la derecha con un Fresneda que hoy no estaba inspirado en ataque.
En fin, un punto que quizás no parecía del todo malo antes de empezar el partido, pero que sabe a muy poco una vez jugado, y que además deja un muy mal sabor de boca de lo poco que tenemos en el banquillo. Que ya lo sabíamos todos, pero ver la cruda realidad duele.
Pero llegados a este punto del partido, y como pasa tan a menudo en este deporte, cuando está habiendo un buen espectáculo y buen juego tiene que aparecer alguno de los sospechosos habituales que no se contentan con ser invitados y con su papel secundario, quieren ser protagonistas, los árbitros o los entrenadores. Y hoy le tocaba una vez más a nuestro técnico, que no solo no se ha contentado con parar el ritmo a su equipo, que se estaba comiendo al rival, sino que además ha decidido cambiar el plan de juego y empezar a jugar a otra cosa. Y hasta aquí llegó nuestra superioridad, 5 minutos después de sus decisiones nadie en todo el estadio se acordaba de que jugábamos con uno más y el partido ha vuelto a empezar, pudiéndoselo llevar cualquiera aunque la ocasión más clara ha sido suya. Especialmente doloroso de ver ha sido, y el propio Pacheta lo ha reconocido en rueda de prensa, lo mal que hemos gestionado el juego por bandas, hoy estaba claro que el día era para Escudero que ha puesto 3 ó 4 balones de gol desde la izquierda, pero nos hemos empeñado una y otra vez en intentarlo por la derecha con un Fresneda que hoy no estaba inspirado en ataque.
En fin, un punto que quizás no parecía del todo malo antes de empezar el partido, pero que sabe a muy poco una vez jugado, y que además deja un muy mal sabor de boca de lo poco que tenemos en el banquillo. Que ya lo sabíamos todos, pero ver la cruda realidad duele.