Noticia sacada de la edición digital de El Norte de Castilla
Repiten un examen a los 45 alumnos que denunciaron a una profesora
Los estudiantes y el grupo ADDE consiguen anular la convocatoria mientras se está a la espera de conocer las medidas que tomará el centro
La Delegación de Alumnos de la Escuela de Empresariales de la Universidad de Valladolid promovió junto al grupo ADDE la denuncia de 45 alumnos del centro a causa de las más de diez irregularidades cometidas en la convocatoria de junio de la asignatura de Contabilidad de Costes, impartida por la profesora Cristina Camaleño Simón. Los estudiantes consiguieron anular dicha convocatoria mediante resolución de la Comisión de Garantías de la Escuela de Empresariales, lo que supone la repetición del examen en los próximos días ante un tribunal, que también se encargará de su corrección.
Entre las irregularidades cometidas en la convocatoria de junio, los alumnos destacaron que las preguntas de la prueba no se ajustaban a lo que les había explicado en clase, que el tiempo para hacer el examen era insuficiente y que la revisión sólo duró una hora. Por este motivo, desde el mes de julio un instructor comenzó a desarrollar una información reservada sobre el caso.
La profesora Cristina Camaleño volvió a cometer una serie de irregularidades en la convocatoria de septiembre, que tuvo lugar el pasado martes. Encerró a sus alumnos en el aula, tapó los cristales de las puertas con cartulinas y grabó a los estudiantes durante la prueba escrita. Pese a que el secretario general de la Universidad, Antonio Calonge, dio orden al director del centro, José Antonio Salvador, de que dijese a la profesora que debía dejar de grabar, «ella no hizo caso», explicó ayer Calonge. Por esa razón, de los 45 alumnos que entraron en el aula para hacer el examen 15 salieron al ver la actuación de la profesora.
El director del centro envió ayer un escrito al secretario general en el que consta lo sucedido en el examen de septiembre para analizar los hechos «desde el punto de vista jurídico». «La profesora no podía grabar a sus alumnos porque es algo que está prohibido en el Reglamento de Ordenación Académica», señaló Calonge, quien además añadió que de esa manera «violó el derecho a la intimidad de los estudiantes». Todavía se está a la espera de saber si se le abrirá un expediente disciplinario a la profesora.Es la primera vez en la historia del centro que se tiene que convocar a la Comisión de Garantías, pero los alumnos señalan que «son tantas las irregularidades que han girado en torno al examen» que ha llevado a 45 alumnos a pedir ayuda a dicho órgano.
Me entusiasma esta noticia porque Empresariales es un putiferio del copón. Lo de esta profesora es ya la traca. Por lo visto, la buena señora, a parte de las lindezas de las que se hace eco la noticia, se dedica a vender las preguntas a ciertas academias un día antes del examen para garantizar el aprobado de los alumnos que van a ellas. Y eso debe ser la punta del iceberg.
Huele mucho a podrido en Empresariales y Económicas y ojalá este caso sea ejemplarizante y sirva de precedente para hacer una buena y profunda limpia en estos dos centros universitarios.
Repiten un examen a los 45 alumnos que denunciaron a una profesora
Los estudiantes y el grupo ADDE consiguen anular la convocatoria mientras se está a la espera de conocer las medidas que tomará el centro
La Delegación de Alumnos de la Escuela de Empresariales de la Universidad de Valladolid promovió junto al grupo ADDE la denuncia de 45 alumnos del centro a causa de las más de diez irregularidades cometidas en la convocatoria de junio de la asignatura de Contabilidad de Costes, impartida por la profesora Cristina Camaleño Simón. Los estudiantes consiguieron anular dicha convocatoria mediante resolución de la Comisión de Garantías de la Escuela de Empresariales, lo que supone la repetición del examen en los próximos días ante un tribunal, que también se encargará de su corrección.
Entre las irregularidades cometidas en la convocatoria de junio, los alumnos destacaron que las preguntas de la prueba no se ajustaban a lo que les había explicado en clase, que el tiempo para hacer el examen era insuficiente y que la revisión sólo duró una hora. Por este motivo, desde el mes de julio un instructor comenzó a desarrollar una información reservada sobre el caso.
La profesora Cristina Camaleño volvió a cometer una serie de irregularidades en la convocatoria de septiembre, que tuvo lugar el pasado martes. Encerró a sus alumnos en el aula, tapó los cristales de las puertas con cartulinas y grabó a los estudiantes durante la prueba escrita. Pese a que el secretario general de la Universidad, Antonio Calonge, dio orden al director del centro, José Antonio Salvador, de que dijese a la profesora que debía dejar de grabar, «ella no hizo caso», explicó ayer Calonge. Por esa razón, de los 45 alumnos que entraron en el aula para hacer el examen 15 salieron al ver la actuación de la profesora.
El director del centro envió ayer un escrito al secretario general en el que consta lo sucedido en el examen de septiembre para analizar los hechos «desde el punto de vista jurídico». «La profesora no podía grabar a sus alumnos porque es algo que está prohibido en el Reglamento de Ordenación Académica», señaló Calonge, quien además añadió que de esa manera «violó el derecho a la intimidad de los estudiantes». Todavía se está a la espera de saber si se le abrirá un expediente disciplinario a la profesora.Es la primera vez en la historia del centro que se tiene que convocar a la Comisión de Garantías, pero los alumnos señalan que «son tantas las irregularidades que han girado en torno al examen» que ha llevado a 45 alumnos a pedir ayuda a dicho órgano.
Me entusiasma esta noticia porque Empresariales es un putiferio del copón. Lo de esta profesora es ya la traca. Por lo visto, la buena señora, a parte de las lindezas de las que se hace eco la noticia, se dedica a vender las preguntas a ciertas academias un día antes del examen para garantizar el aprobado de los alumnos que van a ellas. Y eso debe ser la punta del iceberg.
Huele mucho a podrido en Empresariales y Económicas y ojalá este caso sea ejemplarizante y sirva de precedente para hacer una buena y profunda limpia en estos dos centros universitarios.