Tras los pasos de su paisano Rafa López
El joven peñafielense David Sanz, que milita en el cadete A del Real Valladolid, debuta con la selección española sub-16 Todavía permanece muy presente en la mente de los peñafielenses el jugador local de fútbol, y el cariño por él, que en la localidad ha alcanzado hasta el momento la cota más alta en este deporte, hablamos de Rafa López (jugador del Real Valladolid, Getafe y Hyderabad CF), cuando ahora la alegría de los aficionados y de los vecinos de Peñafiel se ha visto renovada recientemente ante la convocatoria de otro peñafielense para jugar en la selección española Sub-16, convocatoria y debut con la Roja, disputando los dos partidos internacionales que se disputaron en Alfaz del Pi, Alicante.
Además de localidad de origen, Rafa y David coinciden en el puesto que ocupan en el terreno de juego, defensas centrales. La noticia de la convocatoria de David Sanz Benito pobló las redes sociales de muchos vecinos, mostrando en cada una de las publicaciones compartidas la gran satisfacción, y muchas felicitaciones, de sus convecinos por lo que también es un hito en el pueblo.
David tiene 15 años, estudia 4º de la ESO en el Instituto Conde Lucanor, de Peñafiel, y milita en la categoría cadete A del Real Valladolid, club en el que juega desde hace 4 años y con el que ya ha disputado algún encuentro en categorías superiores, en juvenil nacional, concretamente. Esto supone un plus de motivación «porque al final es una muestra de que el club confía en mí y de que me dan la oportunidad para que pueda ir progresando».
«Estamos viendo que el esfuerzo merece la pena y empieza a dar frutos»David empezó jugando al fútbol sala en Peñafiel para dar el salto al fútbol siete en Laguna de Duero, en categoría prebenjamín. Ya como alevín de segundo año fue a jugar al Simancas y, tras ser convocado por la selección de Castilla y León, dio el salto al Real Valladolid. Hasta llegar aquí hay un apoyo incondicional de su familia: de su madre, María del Carmen Benito; de su padre, José Julio Sanz; y de su hermano Jorge, quienes vivieron emocionados el momento en el que David saltó al campo con la camiseta nacional y sonó y el himno. El esfuerzo es considerable pues los viajes a Valladolid han indo aumentando hasta completar prácticamente la semana, compaginando estudios con entrenamientos y partidos. Diez años ya de desplazamientos por la Nacional-122 padre e hijo. Y aunque el esfuerzo es grande la ilusión es mayor, como reconoce el padre: «Estamos muy contentos y estamos viendo que el esfuerzo está mereciendo la pena, está empezando a dar sus frutos. Llevamos un montón de años luchando por ello y la verdad es que se lo ha ganado él. Es una carrera muy difícil, muy dura; llegar es casi imposible» dice el padre, «porque hay que estar a tope todos los días y hay mucha gente y muy buena». Ahora toca seguir creciendo como persona y futbolista, formándose con sus estudios y trabajando duro en esta universidad de la élite que son las canteras de los clubes.
El mérito del joven central es muy considerable, ya que el año pasado lo pasó prácticamente en el gimnasio y en la grada apoyando a sus compañeros mientras se recuperaba de una lesión. Además, son muchas horas en la carretera, muchos viajes de de Peñafiel a Valladolid con su padre, José Julio Sanz, un apasionado de este deporte que, durante años, lo practicó como portero del Atlético Peñafiel y del equipo de fútbol sala Calzados Gómez.
David recibió la noticia de su convocatoria en su casa. Explica que «estaba en casa, en mi habitación, porque ese día no entrenaba, y me avisó un compañero de selección de Castilla y León, un compañero con en el que estuve en el equipo sub-12». A partir de ese momento el club hizo pública la noticia en su web y comenzó los trámites para la asistencia de David a la concentración con la Roja.
No solo las felicitaciones llovieron en Peñafiel, como es lógico también sus compañeros y entrenadores le felicitaron y mostraron su satisfacción por tan buena noticia. Señala que conocía «que estaba preseleccionado junto a otros cinco compañeros, que tenía alguna oportunidad, pero casi lo daba por descartado porque es algo muy difícil. Pero llegó el momento y la oportunidad y me eligieron. Estoy muy contento por poder representar al club y poder disfrutar de esa experiencia». De esa experiencia destaca «el gran nivel de juego que hay, muy alto. Hay mucha intensidad y muchos nervios, pero, bueno, al final es lo que toca e intentas llevarlo de la mejor manera posible e intentas ayudar a los compañeros a la vez que ellos te ayudan a ti. Intentas hacerlo de la mejor manera posible para poder volver». «Estoy ilusionado por poder volver y, si se da la ocasión, iré a por todas y a hacerlo lo mejor posible».
De los buenos minutos que estuvo sobre el terreno de juego durante los dos partidos internacionales, señala que «tenía nervios por debutar, pero también había ilusión. Al principio intenté hacer las cosas fáciles para soltarme y luego creo que hice un buen partido».
Buen ambiente y mucha charlaTras su vuelta a Pucela y al Pucela sus compañeros se han interesado por la vivencia del peñafielense en la selección. «Me han preguntado muchas cosas», señala, «como qué tal los compañeros de selección, si se vive distinto a como se vive en un club, cómo son las concentraciones, los partidos, las charlas posteriores al partido. Son muchas cosas nuevas», relata, «porque se trata de un entorno completamente nuevo, que no conocíamos y es bastante diferente a lo que te encuentras diariamente». La disciplina marca la concentración, desarrollándose «entrenamientos cortos y muchas charlas; te proporcionan mucha información del rival para saber cómo jugar, para estar muy concentrados. Es un poco diferente sí», reconoce el peñafielense.
De Alicante y su paso por la Roja, se trae «el buen ambiente y convivencia, la experiencia, el aprendizaje y la oportunidad que tuve de poder debutar con España. También me llevo la relación con mis compañeros, con mis entrenadores y las enseñanzas y conceptos que me han dado». De todo ello da fe la camiseta con la que jugó, con el número 4, que le regalaron como recuerdo. Ojalá estos, los recuerdos de la selección, vayan aumentando en al haber del joven jugador del Real Valladolid, continuado con la próxima convocatoria nacional del mes de abril.
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