Mario Domínguez, el goleador que viene en Los Anexos
El delantero nacido en 2009 acabó la temporada con el Juvenil B del Real Valladolid y asombró por su facilidad para ver puerta en múltiples escenarios.
Como cantera de referencia que es en Castilla y León, la del Real Valladolid suele alumbrar jugadores acostumbrados a ser grandes goleadores en categorías inferiores. Sin embargo, no todos parecen estar tocados por la varita que parece haber iluminado el camino de Mario Domínguez hacia las porterías rivales. No en vano, contando la selección regional, el berciano ha superado la treintena de goles, una cifra para nada desdeñable, y ha puesto el colofón a su primera campaña como blanquivioleta debutando con el Juvenil B en la última jornada de la Liga Nacional.
El partido contra la UD Sur, en el que saltó en el minuto 56 en sustitución de Olandía, significó el primero en dicha categoría para un delantero de solamente 15 años, cumplidos el pasado mes de enero, que, así, se enfrentó a jugadores de hasta tres y cuatro años más (mientras él es de 2009, la campaña recién terminada ha sido la de despedida de este escalón formativo de la generación de 2005). Este salto vino a confirmar las expectativas que existen en Los Anexos en el punta, que llegó a la Residencia de Jóvenes Jugadores el pasado verano procedente de la Ponferradina.
En total, en competición oficial, 29 han sido los tantos marcados por Domínguez, 19 con el Cadete B y 10 con el Cadete A, además de cuatro con la selección de Castilla y León en el Campeonato de España: todos en el mismo encuentro de la primera fase. Por encima de la cifra de goles marcados como blanquivioleta está su media, y es que totalizó 1.229 minutos (622 con el A y 607 con el B), de lo que se extrae un impactante promedio de un tanto cada 42,4 minutos. Si se tiene en cuenta el segundo escalón de la categoría, el que le corresponde por edad, el dato se ve aún más realzado: marcó en los nueve envites que disputó y lo hizo cada 31,2 minutos.
Definidor con recursos
La temporada del atacante ha vivido varios momentos álgidos, como los cuatro goles que hizo en octubre a la selección de Melilla, como el ‘repóker’ marcado en diciembre a la Cultural Leonesa B en Los Anexos o, sobre todo, su exhibición en Lezama ante el Athletic Club, en un ‘Encuentro entre canteras’ celebrado el pasado marzo en el que resultó imparable. Cuando su equipo perdía, se mostró voraz y puso en liza algunos de los recursos que esconde detrás de su definición predilecta.
El remate preferido en muchas ocasiones por Mario Domínguez es fuerte, de empeine, aunque no es el único, como se vio contra los leones, contra los que marcó también de vaselina, después de arrancar al espacio y con un suave gesto técnico que superó al meta. Además de ese disparo duro, de izquierdas y que busca ajustar a las esquinas, en Los Anexos valoran esa capacidad para ver portería de otras maneras, pues ocasionalmente utiliza otras superficies en la ejecución y es capaz de hacer valer su fuerza física, por definir (cosa lógico teniendo en cuenta su edad), pero diferencial en espacios cortos o en desmarques de ruptura, para buscar el tiro.
Con todo esto, no es para menos que haya sido observado ya en directo por varios de los clubes más grandes de España, así como por técnicos de la selección española, que han tomado buena cuenta en varias ocasiones de los talentos surgidos en la generación de 2009, de la que ha sido el primer integrante en debutar con juveniles, siguiendo la senda de otros cadetes, ya que en la campaña recién finalizada han actuado un paso por delante siete futbolistas de 2008: los defensas Sergio Esteban, Pablo López y Gonzalo Mendoza, los centrocampistas Mateo Carrera, Emanuel Luca y Vicen Lerma y el delantero Javier Olandía, siempre con al menos uno en el once.
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