Daniel Gilé, el goleador argentino de corazón blanquivioleta

11/3/2009 - 11:35(GMT)

José Anselmo Moreno Valladolid (España), 11 mar (EFE)- El entrenador vizcaíno del Real Valladolid, José Luis Mendilibar, dijo la semana pasada cuando le preguntaron por el Athletic Club que él ya tenía "el corazón pucelano", pero uno de los casos de mayor "apego" al club de Zorrilla lo representa Gilé, un ex jugador argentino del equipo blanquivioleta durante la temporada 78/79.

Y es que en el restaurante que regenta Daniel "El Tigre" Gilé en la localidad murciana de Águilas hay un museo de la historia del Real Valladolid. Allí están, entre otras joyas, el banderín y el balón de una semifinal de Copa del Rey ante el Valencia. Fue hace treinta años, con los vallisoletanos aún en Segunda División.

En el reciente desfile del Carnaval Aguileño, una fiesta de Interés Turístico Nacional, apareció también una camiseta del Real Valladolid. Era de Gilé, quien representa desde hace veinte años "un trozo" del equipo de Zorrilla en la localidad de la Costa Cálida, según relató él mismo a Efe.

Precisamente de Murcia llegó en verano Pedro León Sánchez y de allí arribó también uno de los máximos goleadores en la historia del club, Manolo Álvarez, pero ninguno ha evidenciado tanto entusiasmo por los colores blanquivioletas como Gilé, quien jugó sólo una temporada en el Real Valladolid (78/79) y posteriormente en el Córdoba, Castellón y Águilas, entre otros.

Gilé ha sido capaz de hacerse 720 kilómetros en varias ocasiones para jugar unos minutos con el equipo de veteranos del club. Sólo por volver a vestir la camiseta del Valladolid, a su juicio "la más bonita", y sus ex compañeros, cuando le ven, no salen de su asombro.

"En alguno de esos partidos sólo he jugado veinte minutos y después he vuelto a coger el coche para regresar, ya de noche, a Águilas", asegura Gilé en lo que evidencia claramente una prueba de fidelidad a unos colores.

Sus minutos de gloria los vivió durante la Copa del Rey de aquella campaña 78/79, ya que metió tres goles al Málaga en Zorrilla y, además, uno al Burgos y otro al Espanyol, con ambos equipos en Primera División y el Valladolid en la categoría "de plata".

El equipo castellano fue entonces "la bomba" del torneo porque se plantó en semifinales y estuvo a punto de eliminar al Valencia de Mario Kempes y de Fernando Morena. Gilé evoca aquello con la nostalgia de una "vieja gloria", cuyos recuerdos le sirven para "nutrir" periódicamente su melancolía.

"Me acuerdo mucho de Gonzalo Alonso, el presidente que me fichó.

Él quería que continuara, pero incorporaron al extremo Zoran Vekic (actual agente de jugadores) y como yo ocupaba plaza de extranjero me tuve que marchar", precisa Gilé, quien lleva el "pucelanismo" impreso hasta en su automóvil, a través de un autoadhesivo.

"Mi mujer es de Salamanca y cuando algún día nos acercamos a Valladolid la gente me sigue recordando un gol de falta que le marqué a Urruti en un partido de Copa que jugamos en Sarriá con suplentes y juveniles; de hecho, algunos no nos conocíamos entre nosotros", relata el ex jugador argentino.

"Eliminamos a varios equipos de Primera y aquella noche nos clasificamos con ese tanto. Nada me gustaría más que hacerme con el vídeo de aquel partido, si es que existe", dice el ex jugador argentino que llegó a España muy joven procedente del Estudiantes de la Plata, donde debutó a los 16 años.

En aquella plantilla del Valladolid había jugadores como Mir, Botella, Camacho, Poli Rincón, Gail o Jacquet, aunque Daniel Gilé destaca especialmente a Estella y Serrat, que al año siguiente "fueron titulares en el Barça", recuerda.

"Yo entonces era un crío, llegué a España muy joven y no tuve suerte con algunos entrenadores. Mi hermano Oscar sí la tuvo, jugó en el Lotta Schwager de Chile y allí coincidió con Vicente Cantatore. Él tuvo mejor trayectoria que yo y ahora espero que mi hijo Dani nos supere a los dos", subraya.

Hace dos años, su hijo quería probar con el Real Valladolid.

Había jugado en el Lorca, junto al actual defensa blanquivioleta Iñaki Bea, pero esta temporada ha vuelto al Águilas de Segunda B tras actuar en las filas del "vecino" Mazarrón. No acaba de decidirse a abandonar Murcia, aunque Valladolid también le tira.

"Mi familia y yo siempre hemos tenido un vínculo fortísimo con Valladolid y sé que allá la gente aún se acuerda de Gilé. Aquel equipo de la 78/79 hizo historia porque casi ascendemos y jugamos la final de Copa del Rey el mismo año, sólo nos faltó un gol en ambos casos. Fue mi único año, pero jamás lo olvidaré", recalca.

Una gigantesca foto con Mario Kempes antes de un Valladolid-Valencia es para Gilé su fetiche. El "Matador" posa con la equipación suplente del equipo che y Gilé con los colores de su vida. Pocas veces una camiseta dejó tanta huella en tan poco tiempo.

EFE jam/nam

Terra/EFE

http://www.terra.com/deportes/articulo/html/fox908325.htm