No quiero personalizar en Marcos, no recuerdo muy bien y pudo ser otro perfectamente. Me quedé con la imagen de ver un jugador en el suelo y a uno de los nuestros clavarle los tacos en toda la espalda. Pero lo dicho, eran otras épocas y no era de los nuestros. Simplemente quería aclarar un hecho concreto en un entrenamiento para evitar malas interpretaciones sobre uno de los nuestros, tampoco quiero crear otra polémica o personalizar en Marcos un hecho pasado y olvidado, sobre todo porque puedo estar equivocado y no sería justo por mi parte señalar a Marcos. Por ello cuento la anécdota y retiro el nombre.
El fútbol no tiene memoria y estas cosas se olvidan, afortunadamente. Si no fuese asi, no existiría el fútbol ya que entre todos los equipos y jugadores hay lances en el juego que no deben ir más allá de cada partido. Los futbolistas son compañeros y rivales, e incluso rivales y muy amigos.
La imagen que me transmiten estos jugadores es de caballeros y de hecho me ha encantado la unión que se ve en el vestuario tras la piña del sabado. Lo importante ahora es que esa unión perdure en bien del equipo y que lo visto en Riazor no sea flor de un día. La unión entre los jugadores es necesaria para que el buen juego llegue, estamos en el camino y ahora empieza nuestra "liga". Hay tiempo y posibilidades y en eso debemos centrarnos.
Y por supuesto ¡NO ESTAMOS MUERTOS! Tenemos mucho por dar y vamos en la dirección correcta.