Segunda | Cádiz
"Ya hasta nos apena pedir ayuda a la afición"
El colombiano se sinceró en el encuentro de la SER y AS. Haciendo gala de su optimismo, el central no duda de la salvación del Cádiz en Segunda, aunque deja claro que el partido ante la Real se debe ganar. Quiere que el Carranza se vuelque.
Cuando sólo contaba con 17 años, José Julián de la Cuesta (10-02-1983, Medellín, Colombia) se armó de valor, cruzó 'el charco' y dio con sus huesos en Austria, donde estuvo cedido un año en el Austria Memphis, equipo de la Primera División de aquel país. En un primer momento, llegaba para participar en el filial, pero tras una concentración en Marbella, los técnicos vieron su enorme potencial y decidieron darle su oportunidad en el primer equipo. Todo estaba bien para quedarse, pero en aquella temporada, la 02-03, los austriacos ficharon a Djalminha y al ex madridista Julio César, que ocupaba su puesto, por lo que al final Julián terminó jugando en el Intervetten, de Segunda. Sin embargo, cuando el Memphis se planteó su fichaje, acabaron recelando de la particular forma de negociar del Nacional de Medellín y, tras un tira y afloja, apareció el Cádiz. El resto de su historia es bien conocida.
Aquello forjó mucho su carácter. Aprendió a valerse sólo en el exigente fútbol europeo y su entorno, y entendió que la mejor forma de funcionar en la vida es ir siempre de frente. Por esta razón, Julián de la Cuesta tiene la virtud de llamar a las cosas por su nombre. No se esconde en los triunfos, ni tampoco lo hace en las derrotas. El año pasado, lamió las mieles del éxito con una temporada espectacular en el Valladolid, que acabó en ascenso. Fue uno de los protegidos de Mendilíbar, que volvió a confiar en él pese a una lesión de rodilla de larga duración que le tuvo casi media temporada en el dique seco. Cuando regresó a Cádiz, pudo acabar traspasado junto con Sesma, pero Baldasano y Félix Carnero taponaron la operación pese a la insistencia de Caminero. Supo callar, no levantó la voz y continuó trabajando. Hoy se le reconoce como uno de los centrales de mayor proyección de la categoría.
Por todas estas razones, hay que entender que la clarividencia del colombiano no es gratuita, ni atiende a cuestiones personales. Ayer, en la Tertulia de El Faro conducida como siempre por Theo Vargas, analizó con crudeza la preocupante actualidad del Cádiz, que está a sólo cuatro puntos del descenso. Con él, también estuvo Jorge Amar, ex preparador físico del Cádiz del ascenso de Segunda B a Segunda, ahora en el San Fernando, el líder del grupo décimo de Tercera, y Javier Bote, gerente del restaurante La Catedral y gran aficionado cadista.
De la Cuesta arrancó hablando del partido contra la Real y de la salvación: "Tenemos que ganar el domingo como sea. La derrota en Ferrol no la esperábamos. Ese partido debimos haberlo ganado y ya estaríamos tranquilos, pero tuvimos dos errores infantiles que nos costaron los puntos. Ese era 'el partido'. No debimos fallar de esta forma. Lo que quiero es que acabe ya esta temporada atando cuanto antes los 50 puntos".
Prosiguió enviándole un mensaje claro a la afición. "Siempre se han portado de diez con nosotros, han estado en los momentos buenos y en los malos, como ahora. Ya no sabemos cómo pedirles ayuda, hasta nos apena hacerlo porque les hemos defraudado una vez más. Tratamos de dar siempre la cara por ellos y es lógico que estén mal cuando no hemos logrado instalarnos arriba en toda la temporada".
Como no podía ser de otra forma, el central habló de la polémica de principios de temporada, cuando Sesma se declaró en rebeldía ante la oferta del Valladolid y el prefirió no levantar la voz ante la misma posibilidad: "Soy fiel a mis principios, y en ese momento entendí que debía ser respetuoso con el club que me paga. Tengo contrato hasta 2010 con el Cádiz, y no quise anteponer mis intereses. Si volviese a ocurrir, actuaría de la misma forma. Valladolid y Cádiz no se pusieron de acuerdo, y preferí acatar las decisiones".
Sin embargo, hubo un momento en que criticó con dureza aquella decisión, cuando Antonio Calderón decidió que fuese Ramón de Quintana el sustituto del lesionado Abraham Paz en el descanso del partido ante el Nàstic en Tarragona, cuando él ya estaba recuperado de una lesión: "Los futbolistas somos egoístas por naturaleza, y en ese momento lo que quería era jugar, y no entendí cómo no habiéndome dejado salir en verano seguía estando en la caseta. Pero no quise molestar a Ramón, siempre he aprendido muchas cosas de él porque tiene muchos partidos sobre sus espaldas. Fue la primera vez que alcé la voz desde que fiché por el Cádiz, pero tampoco dije nada anormal. Calderón habló conmigo y todo se aclaró porque mi crítica no iba ni contra el cuerpo técnico ni contra mis compañeros".
También valoró su temporada, en la que sólo ha marcado un gol: "En Soria Dani se atribuyó un gol que era mío, porque le di con la cabeza, pero al final se lo contabilizaron a él que la rozó cuando ya estaba dentro. Yo me cuento dos. Al principio, empecé jugando con Yago en el equipo de García Remón, pero tuve la mala suerte de que ante el Salamanca se me cayese encima un jugador. Las lesiones siempre me han llegado por golpes. Ahora estoy en un buen momento, pero como dije antes lo que quiero es que esto acabe cuanto antes y que logremos pronto la salvación matemática".
Recordó que el éxito del Valladolid la pasada temporada, donde el equipo pucelano batió todos los récord de puntos de un líder en Segunda, se consiguió "con jugadores que en su mayoría eran cedidos o llegaban libres. Era una plantilla barata, pero con unión es más fácil que los resultados acompañen. Nosotros hemos estado unidos pero nos han influido muchos factores que han acabado haciendo mella. Eso es inevitable".
Por su parte, Jorge Amar destacó el gran trabajo que está haciendo el San Fernando este año. Pese a que llevan ya cuatro meses sin cobrar, el conjunto que dirige Antonio Iriondo le saca doce puntos al segundo, el Puerto Real, y lleva ya tiempo clasificado para la liguilla de ascenso a Segunda B. El que fuese preparador físico del Cádiz de Jose González, y que estuvo muy cerca de acompañar a Esteban Vigo en el Xerez, destacó que "sería increíble que un equipo que está trabajando en estas condiciones termine subiendo, pero los jugadores se han conjurado porque salvar esta lamentable situación económica es más fácil si se asciende. Hay casos en la plantilla que son realmente dramáticos, ellos también son profesionales y un jugador de Tercera no tiene los mismos recuerdos que uno de Segunda".
¿Volverá De la Cuesta?
"Ya hasta nos apena pedir ayuda a la afición"
El colombiano se sinceró en el encuentro de la SER y AS. Haciendo gala de su optimismo, el central no duda de la salvación del Cádiz en Segunda, aunque deja claro que el partido ante la Real se debe ganar. Quiere que el Carranza se vuelque.
Cuando sólo contaba con 17 años, José Julián de la Cuesta (10-02-1983, Medellín, Colombia) se armó de valor, cruzó 'el charco' y dio con sus huesos en Austria, donde estuvo cedido un año en el Austria Memphis, equipo de la Primera División de aquel país. En un primer momento, llegaba para participar en el filial, pero tras una concentración en Marbella, los técnicos vieron su enorme potencial y decidieron darle su oportunidad en el primer equipo. Todo estaba bien para quedarse, pero en aquella temporada, la 02-03, los austriacos ficharon a Djalminha y al ex madridista Julio César, que ocupaba su puesto, por lo que al final Julián terminó jugando en el Intervetten, de Segunda. Sin embargo, cuando el Memphis se planteó su fichaje, acabaron recelando de la particular forma de negociar del Nacional de Medellín y, tras un tira y afloja, apareció el Cádiz. El resto de su historia es bien conocida.
Aquello forjó mucho su carácter. Aprendió a valerse sólo en el exigente fútbol europeo y su entorno, y entendió que la mejor forma de funcionar en la vida es ir siempre de frente. Por esta razón, Julián de la Cuesta tiene la virtud de llamar a las cosas por su nombre. No se esconde en los triunfos, ni tampoco lo hace en las derrotas. El año pasado, lamió las mieles del éxito con una temporada espectacular en el Valladolid, que acabó en ascenso. Fue uno de los protegidos de Mendilíbar, que volvió a confiar en él pese a una lesión de rodilla de larga duración que le tuvo casi media temporada en el dique seco. Cuando regresó a Cádiz, pudo acabar traspasado junto con Sesma, pero Baldasano y Félix Carnero taponaron la operación pese a la insistencia de Caminero. Supo callar, no levantó la voz y continuó trabajando. Hoy se le reconoce como uno de los centrales de mayor proyección de la categoría.
Por todas estas razones, hay que entender que la clarividencia del colombiano no es gratuita, ni atiende a cuestiones personales. Ayer, en la Tertulia de El Faro conducida como siempre por Theo Vargas, analizó con crudeza la preocupante actualidad del Cádiz, que está a sólo cuatro puntos del descenso. Con él, también estuvo Jorge Amar, ex preparador físico del Cádiz del ascenso de Segunda B a Segunda, ahora en el San Fernando, el líder del grupo décimo de Tercera, y Javier Bote, gerente del restaurante La Catedral y gran aficionado cadista.
De la Cuesta arrancó hablando del partido contra la Real y de la salvación: "Tenemos que ganar el domingo como sea. La derrota en Ferrol no la esperábamos. Ese partido debimos haberlo ganado y ya estaríamos tranquilos, pero tuvimos dos errores infantiles que nos costaron los puntos. Ese era 'el partido'. No debimos fallar de esta forma. Lo que quiero es que acabe ya esta temporada atando cuanto antes los 50 puntos".
Prosiguió enviándole un mensaje claro a la afición. "Siempre se han portado de diez con nosotros, han estado en los momentos buenos y en los malos, como ahora. Ya no sabemos cómo pedirles ayuda, hasta nos apena hacerlo porque les hemos defraudado una vez más. Tratamos de dar siempre la cara por ellos y es lógico que estén mal cuando no hemos logrado instalarnos arriba en toda la temporada".
Como no podía ser de otra forma, el central habló de la polémica de principios de temporada, cuando Sesma se declaró en rebeldía ante la oferta del Valladolid y el prefirió no levantar la voz ante la misma posibilidad: "Soy fiel a mis principios, y en ese momento entendí que debía ser respetuoso con el club que me paga. Tengo contrato hasta 2010 con el Cádiz, y no quise anteponer mis intereses. Si volviese a ocurrir, actuaría de la misma forma. Valladolid y Cádiz no se pusieron de acuerdo, y preferí acatar las decisiones".
Sin embargo, hubo un momento en que criticó con dureza aquella decisión, cuando Antonio Calderón decidió que fuese Ramón de Quintana el sustituto del lesionado Abraham Paz en el descanso del partido ante el Nàstic en Tarragona, cuando él ya estaba recuperado de una lesión: "Los futbolistas somos egoístas por naturaleza, y en ese momento lo que quería era jugar, y no entendí cómo no habiéndome dejado salir en verano seguía estando en la caseta. Pero no quise molestar a Ramón, siempre he aprendido muchas cosas de él porque tiene muchos partidos sobre sus espaldas. Fue la primera vez que alcé la voz desde que fiché por el Cádiz, pero tampoco dije nada anormal. Calderón habló conmigo y todo se aclaró porque mi crítica no iba ni contra el cuerpo técnico ni contra mis compañeros".
También valoró su temporada, en la que sólo ha marcado un gol: "En Soria Dani se atribuyó un gol que era mío, porque le di con la cabeza, pero al final se lo contabilizaron a él que la rozó cuando ya estaba dentro. Yo me cuento dos. Al principio, empecé jugando con Yago en el equipo de García Remón, pero tuve la mala suerte de que ante el Salamanca se me cayese encima un jugador. Las lesiones siempre me han llegado por golpes. Ahora estoy en un buen momento, pero como dije antes lo que quiero es que esto acabe cuanto antes y que logremos pronto la salvación matemática".
Recordó que el éxito del Valladolid la pasada temporada, donde el equipo pucelano batió todos los récord de puntos de un líder en Segunda, se consiguió "con jugadores que en su mayoría eran cedidos o llegaban libres. Era una plantilla barata, pero con unión es más fácil que los resultados acompañen. Nosotros hemos estado unidos pero nos han influido muchos factores que han acabado haciendo mella. Eso es inevitable".
Por su parte, Jorge Amar destacó el gran trabajo que está haciendo el San Fernando este año. Pese a que llevan ya cuatro meses sin cobrar, el conjunto que dirige Antonio Iriondo le saca doce puntos al segundo, el Puerto Real, y lleva ya tiempo clasificado para la liguilla de ascenso a Segunda B. El que fuese preparador físico del Cádiz de Jose González, y que estuvo muy cerca de acompañar a Esteban Vigo en el Xerez, destacó que "sería increíble que un equipo que está trabajando en estas condiciones termine subiendo, pero los jugadores se han conjurado porque salvar esta lamentable situación económica es más fácil si se asciende. Hay casos en la plantilla que son realmente dramáticos, ellos también son profesionales y un jugador de Tercera no tiene los mismos recuerdos que uno de Segunda".
¿Volverá De la Cuesta?
