stan escribió: Yo tampoco me creo la noticia, además que sería absurdo, para contratar a un segundo punta al que habría que enseñar a jugar de mediapunta ya tenemos a Alberto Bueno.
Por cierto, estaría bien que Josema, (si el quiere, tiene tiempo) hablara de la mafia que tiene montada el Udinese y la relación de Quique Pina con ellos, ex-presidente del Ciudad de Murcia que vendió la plaza al Granada 74 y que además es el actual presidente del Granada contra el que se enfrentará el Pucela la temporada que viene.
Me parece curioso que tengan unos 80 jugadores con contrato, aunque lo mismo en esto estoy desvariando yo, pero juraría haberlo leído.
Recojo tu guante aunque la verdad es que no estoy muy al tanto de este tema que planteas, pero vamos, que para definir la relación entre el Granada y el Udinese, basta con echar un ojo a la plantilla del club andaluz, donde éste último año han actuado nada menos que 12 jugadores pertenecientes al Udinese (Amaya, Mainz, Tariq, Oscar Pérez, Rubén, Nyom, Dani Benítez, Felipe, Kitoko, Mensah, Ighalo y Tetteh). A este elenco hay que añadir algún joven más que ha jugado esta temporada en el filial granadino.
Para el año próximo además, se va a renovar el acuerdo de cesión de unos cuantos, mientras que otros van a pasar a pertenecer definitivamente al Granada (desconozco bajo qué condiciones).
El cómo llega Quique Pina al Granada CF, él mismo ha explicado que sus contactos se fraguan cuando protagonizó aquel esperpento con el Ciudad de Murcia y el Granada 77. Por aquel entonces, el histórico Granada CF estaba inmerso, tras el paso de la familia Sanz, en una gravísima crisis económica, acuciado por las deudas y en manos de una junta gestora. Entonces a Pina comienzan a llegarle propuestas de hacerse con el club y por fin, tener la oportunidad de dirigir un club con respaldo y seguimiento (no los engendros que había dirigido hasta entonces).
Es ahí cuando Pina contacta con su amigo Gino Pozzo, hijo del multimillonario presidente del Udinese Giampaolo Pozzo. Ambos además de ser amigos, ven en el Granada un equipo con potencial y se constituyen en lo que ellos mismos definen como una especie de sociedad (no sé si con papeles de por medio) para beneficio mutuo.
El Udinese de Pozzo no deja de ser un modesto equipo provinciano de una ciudad bastante tristona (no llega a 100.000 habitantes) que ha conseguido relativa notoriedad y éxito gracias a su particular política basada en cazar talentos por todo el mundo a precio de costo y cederlos por distintos equipos tanto italianos como extranjeros. Estos jugadores, si despuntan, acaban por incorporarlos al primer equipo, donde duran un par de años antes de dar el salto a un grande con el consiguiente negociazo para la ya de por sí adinerada familia Pozzo.
Y no son 80, sino que este año, han sido nada menos que 96 los jugadores profesionales con contrato con el Udinese. Por ello, tienen sembradas las series modestas del fútbol italiano de jugadores cedidos, y por ello también, le viene al pelo su colaboración con el Granada (donde pueden enviar 12 tíos de un tirón sin violar ninguna norma), bien sea para foguearlos y prepararlos para su primer equipo, o bien para simplemente revalorizarlos y hacer negocio con ellos.
Hace no mucho he oído que esta misma familia Pozzo, estaba planteándose seriamente invertir en el Espanyol (el patriarca Giampaolo, enriquecido con la industria maderera, tiene numerosos negocios en Barcelona). Pero no sé hasta que punto sería viable según la legislación española que un mismo dirigente tuviese intereses en dos equipos de una misma competición.
Por lo demás, este clan Pozzo, que ya salvó al Udinese a mitad de los 80 de la desaparición, tiene numerosas causas abiertas con la Justicia y la Hacienda italiana, pero vamos, que eso no es noticiable dado que en ese país, raro es el hombre o mujer de negocios que no las tiene. Su última fantasía (que a buen seguro hará realidad puesto que perras le sobran), es unificar las diferentes entidades polideportivas de Udine (entre ellas el histórico Snaidero de baloncesto, al cual salvó in extremis de una desaparición segura) bajo una sóla denominación y convertirlo en una especie de holding polideportivo del que, a buen seguro, participaría o se beneficiaría de una manera u otra el Granada, que no deja de ser, al menos por ahora, un filial de hecho (que no de derecho).
Saludos