A mi no me disgusta que hayan fichado a Matabuena, me gusta el perfil cómo jugador porque nos da cosas que no teníamos. Para mi el equilibrio siempre es la base para el éxito en todo. Pensar en A.Rubio y Matabuena, significa 6 defensas, o 6 jugadores que no miran hacia delante mucho. Si contamos con Sisi entonces tenemos 7 jugadores incapaces cara a puerta más el portero 8, nos quedan 3 jugadores para crear peligro y marcar. Para mi esto no es equilibrio, es confiar en que Javi Guerra o Nauzet hagan una, es decir arriesgar muchísimo al talento individual y olvidarse del juego en equipo, porque no sólo se defiende como equipo, también se ataca como equipo. Podemos pensar que nuestros laterales pueden actuar como los carrileros brasileños y entonces tendría más sentido. Sin embargo, aunque los laterales fueran carrileros quién va a rematar los centros, ¿Jofre? ¿Nauzet? Nauzet puede crear peligro pero sobre todo con balón ¿Alguien ha visto a Nauzet acudir raudo, veloz y con hambre a zona de remate? Cuando tienes una delantera como Victor y Llorente las cosas son más fáciles pero ahora mismo sólo tenemos a J.Guerra sin acompañanate y lo que es peor. Ni Alvaro, ni Oscar demuestran poder asumir ese rol.....si Abel insiste con Sisi en la mediapunta y no da una oportunidad a Quique junto a Guerra o fichamos un delantero que acompañe a Guerra y ramte o tendrá que llegar alguien desde el mediocampo y el único que hace esta labor es Jorge. Esto como mínimo porque sino seremos muy previsibles, correremos mucho, presionaremos mucho pero poco más. Todos los equipos presionan y corren mucho, lo que te hace diferente es tener algo diferente. Matabuena es un buen complemento, útil y válido pero no te hace diferente al resto. Eso te lo da conseguir que jugadores como Oscar, Alvaro, Quique, Jorge o el fichaje que venga entren en la dinámica del grupo, asuman responsabilidad por su capacidad futbolística para hacer cosas con el balón. Espero y deseo que Abel analice bien la situación, y si piensa que tenemos tan buenos jugadores haga un equipo para competir y dominar al rival como hacen o intentan Betis, Celta o Rayo, y no para amarrar y esperar que enganchen una suelta arriba.