La situación de ayer es de esas que se escapan a toda planificación, y es tan excepcional, como las decisiones que se pueden tomar para resolverla. Abel decidió jugar el partido sin delanteros puros, teniendo a Quique convocado, y el filial con futbolistas específicos en esa demarcación disponibles.
El míster prefiere jugar con Álvaro Antón y Óscar en punta, dando minutos, en la delantera, a dos de los futbolistas que hacía pocas semanas habían sonado para salir del equipo.
¿Se equivocó Abel, o acertó?
Yo creo que se equivoca, y además debió convocar a otro delantero del filial.