Fernando Redondo: “Al Real Valladolid siempre le ha ido bien formando jugadores y traspasándolos”
Un histórico del Real Valladolid, donde fue jugador, entrenador y director deportivo con mucho éxito, charla con As sobre la actualidad del club y sobre el fútbol actual.
Fernando Redondo, Renedo de la Vega, Palencia, 14 de julio de 1944, ya ronda los 80 años y hace dos perdió “al amor de mi vida”. Aún le duele, pero disfruta de sus hijos y sus nietos, de los que habla con devoción. Y se mantiene ocupado. Juega al golf los lunes y los viernes, al fútbol sala los miércoles y entre medias se junta con amigos para charlar de todo en cafés que le dan la vida. Una vida en la que el color blanquivioleta es protagonista ya que fue jugador, entrenador del equipo que ganó la Copa de la Liga y director deportivo del equipo que alcanzó la final de la Copa del Rey de 1989. Falto de un homenaje del club, afirma que con la nueva propiedad del club ya no le llaman para consultarle y él lo entiende. No se mete en líos, pero tiene muy claro cuál es la política de fichajes que debería seguir el Real Valladolid: “Nunca ficharía a un tío de 30 años para el primer equipo y para el filial ninguno mayor de 20″. Fue cocinero antes que fraile y aprendió “mucho” de su amigo Johan Cruyff, del que siempre dice que “era un genio”.
¿Cómo está Fernando Redondo? ¿Qué es de su vida?
Pues gracias a Dios llevarla de la mejor manera posible. Hace casi dos años sufrí el peor hecho que me podía pasar que fue perder al amor de mi vida después de 53 años y ahora intentamos, gracias a la familia y los amigos, sobrellevarlo de la mejor manera posible.
Pero usted no se cansa, está lleno de actividad...
La vida sigue. Alguien dijo que en el pack de la vida venía incluida la muerte también y como uno no puede ser egoísta pues tratamos de llevar la vida de la mejor manera posible.
Una vida llena de éxitos blanquivioletas...
No cabe duda de que en ese aspecto no se puede pedir más. Independientemente de que he sido el único entrenador que dirigió al equipo en seis ocasiones, también fui el más joven en ser entrenador del Valladolid y para más inri de las tres finales en las que ha estado el Pucela llegué a dos. A una, la de la Copa de la Liga de 1984, como entrenador, y a la final de la Copa del Rey de 1989, como secretario técnico, con Cantatore en el banquillo. El propio Vicente me decía: puedes morir tranquilo, Fernando.
Pero no tenga prisa...
No la tengo, no.
Menudo alegrón ascender en el último día en una carambola de esas a la que no estamos acostumbrados los blanquivioletas...
Impresionante. Hubo partidos de los últimos que no iba porque lo pasaba mal en el campo. Veía que la cosa se ponía difícil por cómo estaban el Almería y el Eibar, pero el alegrón ha sido doble. Primero por ascender directamente y segundo porque mis colores son los del Pucela...
Hablando de colores, en toda esta polémica en la que estamos metidos con el asunto del escudo... ¿cómo lo ve?
Yo llevo 60 años ligado al Pucela y en este asunto no quiero dar palos de ciego. No sé la razón que han tenido para tomar esta decisión. No tengo argumentos. Sólo puedo decir que hace dos años, en una encuesta a nivel nacional, salió elegido como el escudo más bonito de España. El anterior me gustaba y el que acaban de presentar me parece normalito, sencillo.
¿Nos terminaremos acostumbrando?
A la fuerza ahorcan. No nos queda otra. Los dueños han tomado esa decisión y seguirán adelante, aunque se suele decir que rectificar es de sabios. Comprendo el revuelo que se ha montado.
Hablemos de fútbol... El Real Valladolid tiene ahora 27 jugadores y tiene que liberar fichas para traer otros jugadores. ¿En el fútbol actual se fichan demasiados jugadores?
Los 25 es lo que se permite con lo que hay dos que ya están de más, más los chicos que puedan ayudar desde el filial. Yo llegue al Valladolid en 1962 y conozco un poco la idiosincrasia de este club. Siempre que ha hecho buenas campañas, buenas temporadas, ha sido a costa de formar buenos jugadores y traspasarles. Ahora eso no ocurre. Doctores tiene la Santa Madre Iglesia. Yo ahora soy un forofo y un aficionado. Para ello hay gente que son profesionales que son capaces de tomar sus decisiones, lo cual no quiere decir que esté de acuerdo porque eso de cambiar tanto el equipo, sacar jugadores porque ya no valen, indica que anteriormente se han cometido errores, pero el mejor escribiente echa un borrón.
De lo que ve, ¿qué futbolistas le han llamado la atención?
Me ha llamado la atención la regularidad de Luis Pérez, me pareció que estuvo a buen nivel siempre, para mí el más desequilibrante, aunque no sé cómo es fuera del campo después del accidente, es Plata. En el centro del campo ha estado muy bien Aguado, hizo kilómetros a punta pala, se ofrecía casi siempre, Mesa, con experiencia, ha hecho las cosas bien, y Weissman tiene una cosa tremenda: toca pocos balones, pero cada vez que la toca, la mete. Me gustaría que el equipo tuviese más juventud, pero eso es algo en lo que yo me he empeñado toda mi vida y ahora han cambiado esas directrices y no quiero mojarme demasiado.
Dice Pacheta que va a ser tan valiente en Primera como en Segunda... ¿Cree que es posible y que puede salir bien?
Tiene motivos para opinar así porque él conoce más a los jugadores que tiene. De momento le ha dado buen resultado. Ante la evidencia hay que rendirse. Ahora bien, yo creo que la Primera es otro mundo diferente por completo. Cambia como comer y ver comer. Jugar con esa alegría, con esa disposición, desde mi punto de vista... tendría que tener a todos aquellos jugadores del final de la Copa de la Liga: Eusebio, Moré, Da Silva, Minguela, Yáñez, Jorge, Richard, Gail... un equipazo. Entonces podías jugar a lo que quisieras, pero cuando he tenido equipos con menos calidad había que jugar agarrando la brida y jugando para que el equipo estuviese por encima de todo y con dos factores elementales en fútbol: orden en defensa y dejar libertad al talento en ataque.
Usted siempre ha defendido la formación y la competición... El Promesas ha descendido y parece que ninguno de los jugadores que estaban en este equipo va a promocionar... ¿ha fracasado doblemente?
Creo que no tendría que llamarse Real Valladolid Promesas. Debería llamarse filial porque no es un Promesas un equipo con jugadores de 23, 24, 25 años. Eso no son Promesas. Promesas son jugadores como Gavi o Pedri, con 17 o 18 años, o Fresneda, que los dos partidos que jugó, cumplió. Fui el último entrenador del Europa Delicias y el primero del Real Valladolid Promesas y en esos equipos no pasaba nadie de los 20 porque considerábamos, no sólo yo, sino con Ramón Martínez, con Santiago Llorente, que traían jugadores de la nada, que era lo que había que hacer. Pero un futbolista con 24-25 años decir que es un promesa no tiene lógica.
...Yo estoy de acuerdo con usted, pero también es verdad que la distancia entre un Promesas y un primer equipo es mucho mayor ahora, ¿no?
A los buenos jugadores se les ve con 12, con 15, con 20 años. A Pochettino, en el Tottenham, le dijeron un día que había liquidez para firmar jugadores, que qué quería fichar. Y el argentino contestó que primero debían dar la oportunidad a los jugadores que tenían en cantera porque si no les damos la oportunidad de debutar nunca sabremos si tienen nivel para jugar o no. Hay que dar oportunidad a la gente que se le ve. Cuando un tío destaca hay que darle la posibilidad. No hay que poner el freno.
Hay una buena hornada de juveniles en el Real Valladolid, la generación de 2003, que viene pidiendo paso...
Claro, lo que hay que hacer es ver que son jugadores con potencial y darles la oportunidad. La ilusión mueve montañas y la juventud la tiene. Quien no tiene ilusión es un tipo de 30-32 años que llega de vuelta. Que vienen de retirada. Si es bueno los que tienen más posibilidades que tú no te lo dejan y si viene con esa edad viene a vivir un poco la vida. Y no es esa la idiosincrasia del club.
¿Qué jugadores le llaman la atención?
Antes de la pandemia era un asiduo de los Anexos. Además de Fresneda, me gusta Arroyo, Maroto, pero este año no les he podido ver mucho.
De fuera de Valladolid, ¿qué le gusta?
Hace mucho tiempo que dije que me encantaba el delantero del Almería, Sadiq, que se sale, lo ve cualquiera, me gustaba mucho Valles, el portero de Las Palmas, pero no lo sigo tanto ya y no quiero lanzar más nombres porque seguramente me equivoque.
¿Tiene contacto con el Real Valladolid actualmente?
Con Carlos Suárez tenía buen feeling, era un hombre abierto, confiaba en mí, me llamaba de vez en cuando para comentarme cosas. Después, con Miguel Ángel Gómez no hablaba, pero sí con Jesús Sánchez Japón, que era su mano derecha, que le conocía porque en su momento le traje yo como jugador, si me consultaba en plan de amigos. Ahora no tengo relación con nadie del club. No porque yo no quiera, sino porque no se han dirigido a mí. Lo entiendo perfectamente. Son profesionales, pero yo siempre estoy gustoso de ayudar al Real Valladolid. Yo me valoro más como secretario técnico, que como entrenador, porque en mi trayectoria he firmado muchos jugadores por nada y los hemos vendido por mucho... El secreto era ver el potencial de un jugador un segundo antes que los demás.
Recuérdenos algunos de los jugadores que trajo usted...
De la casa sacamos adelante a Eusebio, Torrecilla, que lo habían dejado libre y lo devolví yo al redil, y luego Peña, Amavisca, César Gómez, César Sánchez, que llevaba cuatro años sin jugar, lo volví a meter en la rueda, y lo vendimos por mil millones al Real Madrid, Fernando Sánchez Cipitria, comprado por 40 y vendido por 600, César Gómez, cero de coste, 400 millones, Pavón, Guevara, Gutiérrez, Caminero, que lo traje en la operación de venta de Hierro al Madrid.
Vaya negocios...
Pero esa es la idiosincrasia del Real Valladolid. Formar jugadores o comprarlos baratos y venderlos hechos y mucho más caros. Así ha crecido históricamente el club. A un chico de 20 lo puedes formar y vender, pero ¿quién te va a comprar un jugador de 30?
Que le vaya bien, Don Fernando. Gracias.
Gracias a vosotros.
https://as.com/futbol/primera/fernando-redondo-al-real-valladolid-siempre-le-ha-ido-bien-formando-jugadores-y-traspasandolos-n/
Un histórico del Real Valladolid, donde fue jugador, entrenador y director deportivo con mucho éxito, charla con As sobre la actualidad del club y sobre el fútbol actual.
Fernando Redondo, Renedo de la Vega, Palencia, 14 de julio de 1944, ya ronda los 80 años y hace dos perdió “al amor de mi vida”. Aún le duele, pero disfruta de sus hijos y sus nietos, de los que habla con devoción. Y se mantiene ocupado. Juega al golf los lunes y los viernes, al fútbol sala los miércoles y entre medias se junta con amigos para charlar de todo en cafés que le dan la vida. Una vida en la que el color blanquivioleta es protagonista ya que fue jugador, entrenador del equipo que ganó la Copa de la Liga y director deportivo del equipo que alcanzó la final de la Copa del Rey de 1989. Falto de un homenaje del club, afirma que con la nueva propiedad del club ya no le llaman para consultarle y él lo entiende. No se mete en líos, pero tiene muy claro cuál es la política de fichajes que debería seguir el Real Valladolid: “Nunca ficharía a un tío de 30 años para el primer equipo y para el filial ninguno mayor de 20″. Fue cocinero antes que fraile y aprendió “mucho” de su amigo Johan Cruyff, del que siempre dice que “era un genio”.
¿Cómo está Fernando Redondo? ¿Qué es de su vida?
Pues gracias a Dios llevarla de la mejor manera posible. Hace casi dos años sufrí el peor hecho que me podía pasar que fue perder al amor de mi vida después de 53 años y ahora intentamos, gracias a la familia y los amigos, sobrellevarlo de la mejor manera posible.
Pero usted no se cansa, está lleno de actividad...
La vida sigue. Alguien dijo que en el pack de la vida venía incluida la muerte también y como uno no puede ser egoísta pues tratamos de llevar la vida de la mejor manera posible.
Una vida llena de éxitos blanquivioletas...
No cabe duda de que en ese aspecto no se puede pedir más. Independientemente de que he sido el único entrenador que dirigió al equipo en seis ocasiones, también fui el más joven en ser entrenador del Valladolid y para más inri de las tres finales en las que ha estado el Pucela llegué a dos. A una, la de la Copa de la Liga de 1984, como entrenador, y a la final de la Copa del Rey de 1989, como secretario técnico, con Cantatore en el banquillo. El propio Vicente me decía: puedes morir tranquilo, Fernando.
Pero no tenga prisa...
No la tengo, no.
Menudo alegrón ascender en el último día en una carambola de esas a la que no estamos acostumbrados los blanquivioletas...
Impresionante. Hubo partidos de los últimos que no iba porque lo pasaba mal en el campo. Veía que la cosa se ponía difícil por cómo estaban el Almería y el Eibar, pero el alegrón ha sido doble. Primero por ascender directamente y segundo porque mis colores son los del Pucela...
Hablando de colores, en toda esta polémica en la que estamos metidos con el asunto del escudo... ¿cómo lo ve?
Yo llevo 60 años ligado al Pucela y en este asunto no quiero dar palos de ciego. No sé la razón que han tenido para tomar esta decisión. No tengo argumentos. Sólo puedo decir que hace dos años, en una encuesta a nivel nacional, salió elegido como el escudo más bonito de España. El anterior me gustaba y el que acaban de presentar me parece normalito, sencillo.
¿Nos terminaremos acostumbrando?
A la fuerza ahorcan. No nos queda otra. Los dueños han tomado esa decisión y seguirán adelante, aunque se suele decir que rectificar es de sabios. Comprendo el revuelo que se ha montado.
Hablemos de fútbol... El Real Valladolid tiene ahora 27 jugadores y tiene que liberar fichas para traer otros jugadores. ¿En el fútbol actual se fichan demasiados jugadores?
Los 25 es lo que se permite con lo que hay dos que ya están de más, más los chicos que puedan ayudar desde el filial. Yo llegue al Valladolid en 1962 y conozco un poco la idiosincrasia de este club. Siempre que ha hecho buenas campañas, buenas temporadas, ha sido a costa de formar buenos jugadores y traspasarles. Ahora eso no ocurre. Doctores tiene la Santa Madre Iglesia. Yo ahora soy un forofo y un aficionado. Para ello hay gente que son profesionales que son capaces de tomar sus decisiones, lo cual no quiere decir que esté de acuerdo porque eso de cambiar tanto el equipo, sacar jugadores porque ya no valen, indica que anteriormente se han cometido errores, pero el mejor escribiente echa un borrón.
De lo que ve, ¿qué futbolistas le han llamado la atención?
Me ha llamado la atención la regularidad de Luis Pérez, me pareció que estuvo a buen nivel siempre, para mí el más desequilibrante, aunque no sé cómo es fuera del campo después del accidente, es Plata. En el centro del campo ha estado muy bien Aguado, hizo kilómetros a punta pala, se ofrecía casi siempre, Mesa, con experiencia, ha hecho las cosas bien, y Weissman tiene una cosa tremenda: toca pocos balones, pero cada vez que la toca, la mete. Me gustaría que el equipo tuviese más juventud, pero eso es algo en lo que yo me he empeñado toda mi vida y ahora han cambiado esas directrices y no quiero mojarme demasiado.
Dice Pacheta que va a ser tan valiente en Primera como en Segunda... ¿Cree que es posible y que puede salir bien?
Tiene motivos para opinar así porque él conoce más a los jugadores que tiene. De momento le ha dado buen resultado. Ante la evidencia hay que rendirse. Ahora bien, yo creo que la Primera es otro mundo diferente por completo. Cambia como comer y ver comer. Jugar con esa alegría, con esa disposición, desde mi punto de vista... tendría que tener a todos aquellos jugadores del final de la Copa de la Liga: Eusebio, Moré, Da Silva, Minguela, Yáñez, Jorge, Richard, Gail... un equipazo. Entonces podías jugar a lo que quisieras, pero cuando he tenido equipos con menos calidad había que jugar agarrando la brida y jugando para que el equipo estuviese por encima de todo y con dos factores elementales en fútbol: orden en defensa y dejar libertad al talento en ataque.
Usted siempre ha defendido la formación y la competición... El Promesas ha descendido y parece que ninguno de los jugadores que estaban en este equipo va a promocionar... ¿ha fracasado doblemente?
Creo que no tendría que llamarse Real Valladolid Promesas. Debería llamarse filial porque no es un Promesas un equipo con jugadores de 23, 24, 25 años. Eso no son Promesas. Promesas son jugadores como Gavi o Pedri, con 17 o 18 años, o Fresneda, que los dos partidos que jugó, cumplió. Fui el último entrenador del Europa Delicias y el primero del Real Valladolid Promesas y en esos equipos no pasaba nadie de los 20 porque considerábamos, no sólo yo, sino con Ramón Martínez, con Santiago Llorente, que traían jugadores de la nada, que era lo que había que hacer. Pero un futbolista con 24-25 años decir que es un promesa no tiene lógica.
...Yo estoy de acuerdo con usted, pero también es verdad que la distancia entre un Promesas y un primer equipo es mucho mayor ahora, ¿no?
A los buenos jugadores se les ve con 12, con 15, con 20 años. A Pochettino, en el Tottenham, le dijeron un día que había liquidez para firmar jugadores, que qué quería fichar. Y el argentino contestó que primero debían dar la oportunidad a los jugadores que tenían en cantera porque si no les damos la oportunidad de debutar nunca sabremos si tienen nivel para jugar o no. Hay que dar oportunidad a la gente que se le ve. Cuando un tío destaca hay que darle la posibilidad. No hay que poner el freno.
Hay una buena hornada de juveniles en el Real Valladolid, la generación de 2003, que viene pidiendo paso...
Claro, lo que hay que hacer es ver que son jugadores con potencial y darles la oportunidad. La ilusión mueve montañas y la juventud la tiene. Quien no tiene ilusión es un tipo de 30-32 años que llega de vuelta. Que vienen de retirada. Si es bueno los que tienen más posibilidades que tú no te lo dejan y si viene con esa edad viene a vivir un poco la vida. Y no es esa la idiosincrasia del club.
¿Qué jugadores le llaman la atención?
Antes de la pandemia era un asiduo de los Anexos. Además de Fresneda, me gusta Arroyo, Maroto, pero este año no les he podido ver mucho.
De fuera de Valladolid, ¿qué le gusta?
Hace mucho tiempo que dije que me encantaba el delantero del Almería, Sadiq, que se sale, lo ve cualquiera, me gustaba mucho Valles, el portero de Las Palmas, pero no lo sigo tanto ya y no quiero lanzar más nombres porque seguramente me equivoque.
¿Tiene contacto con el Real Valladolid actualmente?
Con Carlos Suárez tenía buen feeling, era un hombre abierto, confiaba en mí, me llamaba de vez en cuando para comentarme cosas. Después, con Miguel Ángel Gómez no hablaba, pero sí con Jesús Sánchez Japón, que era su mano derecha, que le conocía porque en su momento le traje yo como jugador, si me consultaba en plan de amigos. Ahora no tengo relación con nadie del club. No porque yo no quiera, sino porque no se han dirigido a mí. Lo entiendo perfectamente. Son profesionales, pero yo siempre estoy gustoso de ayudar al Real Valladolid. Yo me valoro más como secretario técnico, que como entrenador, porque en mi trayectoria he firmado muchos jugadores por nada y los hemos vendido por mucho... El secreto era ver el potencial de un jugador un segundo antes que los demás.
Recuérdenos algunos de los jugadores que trajo usted...
De la casa sacamos adelante a Eusebio, Torrecilla, que lo habían dejado libre y lo devolví yo al redil, y luego Peña, Amavisca, César Gómez, César Sánchez, que llevaba cuatro años sin jugar, lo volví a meter en la rueda, y lo vendimos por mil millones al Real Madrid, Fernando Sánchez Cipitria, comprado por 40 y vendido por 600, César Gómez, cero de coste, 400 millones, Pavón, Guevara, Gutiérrez, Caminero, que lo traje en la operación de venta de Hierro al Madrid.
Vaya negocios...
Pero esa es la idiosincrasia del Real Valladolid. Formar jugadores o comprarlos baratos y venderlos hechos y mucho más caros. Así ha crecido históricamente el club. A un chico de 20 lo puedes formar y vender, pero ¿quién te va a comprar un jugador de 30?
Que le vaya bien, Don Fernando. Gracias.
Gracias a vosotros.
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