Además de no dar miedo, es que pone muchísimo eso de jugárselo todo a cara de perro en un estadio abarrotado. Menudo subidón, es lo más cerca que estaremos nunca de celebrar algo grande, a mí se me ponen los dientes largos sólo de pensarlo. Pero eso sí, primero hay que asegurar el playoff, todavía queda mucho por jugar y sufrir.