Madre mía, como mañana nos toque vivir algo así rezaré para que Álvaro Rubio se meta un gol en propia puerta en el minuto 85, joder qué agonía por dios. El que se ha salvado de una buena es Dani Benítez, protagonista perfecto para un capítulo de callejeros, además de buen futbolista por supuesto, pero que hoy ha estado a punto de pasar a la historia negra del Granada. El Celta me ha decepcionado mucho, hoy nos ha marcado una vez más el camino para mañana, pero esta vez el que no debemos tomar.