Eslovenia es superior a un conjunto finés montado en una onírica nube. Y así lo plasmó en la última jornada de la segunda fase. Los eslovenos encarrilaron al descanso la ficticia ronda de octavos de final, con una diferencia solvente. Pese al arreón finlandés en el tercer periodo, los de Boza Maljkovic superaron algunos momentos difíciles (especialmente en el último minuto) y, con cuatro jugadores en dobles dígitos anotadores (Uros Slokar, Jaka Lakovic, Zoran Dragic y Erazem Lorbek), vencieron (67-60) para terminar cuartos en el Grupo F. En cuartos de final les espera la selección española.
El primer cuarto terminó con una pequeña ventaja (14-12), sin que ninguna de las dos selecciones desprendiera la sensación de disponer especialmente del control partido. Finlandia ponía en problemas al ataque esloveno, no especialmente fluido. Los fineses trataban de sacar partido a ese juego orientado al exterior, mientras Eslovenia empezaba a aprovechar su ventaja interior, con los puntos de Slokar, si bien el inicio de Lorbek era más bien dubitativo.
Cuando Eslovenia lograba una mínima ventaja, Finlandia se las apañaba para sorprender a la defensa de Maljkovic con un ataque fugaz y seguir en la brecha. Hasta la mitad del segundo cuarto, cuando empezaron a distanciarse (34-24, minuto 18). El ataque esloveno ya estaba leyendo la defensa nórdica como debía, lo que, junto con su superioridad en el rebote y el enquistamiento de los de Henrik Dettmann en el tiro exterior, les lanzaba en el partido. Jaka Lakovic había tomado el control, tanto por su anotación como por la creación para sus compañeros. Bajo su batuta, Eslovenia llegaba al descanso con una diferencia (14 puntos) que, ligada a las sensaciones, parecía insalvable. Los 28 puntos finlandeses mostraban la escasez de respuestas.
Al inicio del tercer periodo, el conjunto nórdico redujo distancias (49-41). Parecía que Eslovenia volvía a recuperar el tono competitivo, pues volvía a ponerse por encima de los 10 puntos de diferencia, pero Finlandia redujo a 6 justo antes del descanso (54-48).
El último periodo era el momento de la reaparición de Lorbek, que no estaba disputando su mejor partido. Mas su talento era el que ponía los argumentos sobre la mesa y mostraba cómo el techo esloveno es superior al finlandés. Viéndose 12 puntos por detrás en el marcador (63-51), con sólo tres minutos por jugarse, Finlandia empezaba a arriesgar en cada ataque, sabiendo que ya no quedaba más: perder era la eliminación. Cada balón era una vida. Y no se rendían. Redujeron a 9 (63-54) y lo siguieron intentando con presión defensiva a toda la cancha y una defensa individual muy agresiva. Hasta poner en muchísimos apuros –más de los que parecía– a Eslovenia. Dentro del último minuto, Finlandia anotó dos triples que le puso... ¡a 4 puntos! Cuando todo parecía cerrado, las miserias de Eslovenia quedaron al descubierto. La victoria final y los cuartos, lo mejor para ellos: 67-60.
Fin del sueño finés. Se metieron por méritos propios en los libros de Historia, pero se terminó la tinta. Eslovenia impuso la lógica de la superioridad de su plantilla y accede a cuartos de final. España ya tiene rival.