Hacía mucho tiempo que no había ido a Pisuerga. Ayer fui y vi algo que guardaba en lo más profundo de mi memoria. Un equipo matándose en defensa, solidario en las ayudas, cerrando con una fuerza bestial el rebote. Por un momento me pareció ver sentado en el banco a Mario Pesquera, a Quino Salvo, a Pepe Alonso, al gran Samu Puente, a Singleton y sobre todo ... a Trumbo, a Borchardt Trumbo. Que partidazo de los que no se explican con números.
Me curaron el mal sabor de boca que me traje de Zorrilla y dormí como un niño, acordándome de cuando aquí jugaba un equipo. Yo entonces formaba parte de ese equipo. Era uno de los que animaba.