Voy con mis impresiones del partido. Coincido con muchos de vosotros.
En cuanto a si es un partido que no merecimos ganar, es más que probable viendo el juego que desplegamos. De todas maneras, a quien no vi merecedor de la victoria en ningún momento fue al Mallorca, que vinieron a empatar, y en momentos del partido me daba la sensación de que hasta les valía perder por poco.
En defensa tuvimos más problemas que en otras ocasiones. Sereno no hace honor a su apellido, y Valiente y Balenziaga no estuvieron a la altura de otras veces. Tampoco me gustó lo blandito que estuvo Rukavina atrás (recuerdo como le tiraron un caño que por poco pudo acabar en gol).
Dani sigue titubeante. Aunque la inseguridad que transmite es a la grada, no veo a los compañeros desconfiar de él, aparte de que de momento no ha cantado como para que se dé ese caso.
El centro del campo no me gustó nada. Parecía que Sastre y Rubio no encontraban sus respectivos sitios.
Rubio, que fue pitado de nuevo (todo un clásico), por perder un par de balones peligrosos, y no arriesgar a darse la vuelta en otro par de ellos para mirar hacia adelante, ayer dio claras muestras de que no está para noventa minutos. Su partido fue más que correcto hasta que no le dio el físico.
Inconmensurable Ebert, ayer fue uno de esos partidos por los que merece la pena abonarse. Lejos de la castaña que fue el partido, los goles de este tío fueron verdaderas obras de arte, de las que se recuerdan pasados los años.
Óscar, que apareció poquito, volvió a ser determinante. Ni Manucho, ni Guerra, ni Larsson. El salmantino es nuestro mejor delantero y un lujo para el equipo.
Y Guerra, como bien apuntáis, pieza clave en el 2-1.
Su trabajo, que también ha desempeñado Manucho con eficacia, es muy necesario para el equipo y no podemos prescindir de él. No tiene la corpulencia del angoleño para imponerse entre centrales contundentes de primera, pero es inteligente y tiene mucha calidad para recibir y entregar el balón, como quedó demostrado ayer.