FINAL DE TEMPORADA SIN EL “CULITO APRETAO”
Enhorabuena pucelanos. Tras cinco años acabando la temporada, como diría Leo Harlem, “con el culito apretao”, este mes de mayo podremos disfrutarlo desde una posición mucho más relajada. Atrás quedan los finales agónicos aunque felices ante Recre, Betis o Alcorcón, o los nefastos recuerdos del descenso en el Nou Camp o la derrota en Elche. Estos últimos cinco años han supuesto llevar a los límites los corazones de los pucelanos. De momento, podéis relajaros, el año que viene, ya se verá...
El partido ante el Depor era un partido para ganarlo, y punto. El buen juego debe quedar para otros momentos de la temporada, y vaya si lo ha habido. El Valladolid ha plantado cara en, prácticamente, todos los partidos que ha disputado este año. Cabe recordar encuentros como el de Málaga, Levante, Valencia o Madrid donde el resultado no fue acorde con el juego del equipo. El sábado el Valladolid supo ganar a un necesitado Deportivo para sellar definitivamente la permanencia.
Eran muchas las voces que alertaban del buen estado de forma del Deportivo y de lo complicado que sería este final de temporada. Incluso había aficionados que no confiaban en puntuar más este año. Cabía pensar que los coruñeses se tomarían mucho más en serio este partido y que los pupilos de Djukic podrían pecar de la confianza de los 40 puntos para acabar pagándolo. Nada de esto ocurrió, y la muestra más clara fue la celebración de los jugadores en el centro del campo al finalizar el encuentro y su continuación, según cuentan, en el vestuario. En esta ocasión Djukic supo inculcar al equipo lo que había en juego. Algo de lo que fue incapaz en partidos como el de Osasuna o Granada. El equipo jugó muy mentalizado, sobre todo en defensa, y demostró que este año es mejor que el Deportivo de la Coruña. 11 puntos mejor.
Del partido en sí habría muy poco que reseñar. A destacar sobre todo tres nombres. En primer lugar el de Marc Valiente, el central catalán está completando una expléndida temporada, lastrada eso sí, por las lesiones. El sábado volvió a comandar la defensa pucelana y esperemos que lo haga durante muchas temporadas. En segundo lugar, Víctor Pérez. Sufrió una larga lesión que nos hizo valorarle en su justa medida, adelantó los tiempos de recuperación y ha llegado al final de la temporada tal y como le conocíamos. Al igual que Valiente es un jugador de futuro para el club. Y por último destacar a Javi Guerra. El malagueño comienza a dar muestras de lo que todos conocíamos de él, y además a su buen juego, ahora le suma goles, el del sábado para enmarcar. Quien sabe si su adaptación a la Primera División le ha costado más que a otros jugadores y pueda ser el delantero que necesite el equipo. Eso sí, gestos como el del día del Sevilla, sobran.
Sería injusto no destacar a las aficiones. Por una lado, la movilización de las peñas del Real Valladolid añadió al partido la importancia que tenía y sirvió para que los jugadores entendieran lo que había en juego. Y por otro lado el desplazamiento masivo de la afición del Depor, ejemplo y envidia a la vez. Esos 5.000 se merecen volver el año que viene al Estadio José Zorrilla.
Así que prepararos para disfrutar de este final de temporada. Asistiremos al sufrimiento de las aficiones de Celta y Mallorca, veremos un partido relajado en el Nou Camp, viviremos la lucha por la permanencia desde fuera y la temporada que viene estaremos una vez más en la élite del fútbol español. Disfrutad pucelanos que nosotros ya sufrimos. Enhorabuena a Valladolid, pero sobre todo a “los de siempre”.
Enhorabuena pucelanos. Tras cinco años acabando la temporada, como diría Leo Harlem, “con el culito apretao”, este mes de mayo podremos disfrutarlo desde una posición mucho más relajada. Atrás quedan los finales agónicos aunque felices ante Recre, Betis o Alcorcón, o los nefastos recuerdos del descenso en el Nou Camp o la derrota en Elche. Estos últimos cinco años han supuesto llevar a los límites los corazones de los pucelanos. De momento, podéis relajaros, el año que viene, ya se verá...
El partido ante el Depor era un partido para ganarlo, y punto. El buen juego debe quedar para otros momentos de la temporada, y vaya si lo ha habido. El Valladolid ha plantado cara en, prácticamente, todos los partidos que ha disputado este año. Cabe recordar encuentros como el de Málaga, Levante, Valencia o Madrid donde el resultado no fue acorde con el juego del equipo. El sábado el Valladolid supo ganar a un necesitado Deportivo para sellar definitivamente la permanencia.
Eran muchas las voces que alertaban del buen estado de forma del Deportivo y de lo complicado que sería este final de temporada. Incluso había aficionados que no confiaban en puntuar más este año. Cabía pensar que los coruñeses se tomarían mucho más en serio este partido y que los pupilos de Djukic podrían pecar de la confianza de los 40 puntos para acabar pagándolo. Nada de esto ocurrió, y la muestra más clara fue la celebración de los jugadores en el centro del campo al finalizar el encuentro y su continuación, según cuentan, en el vestuario. En esta ocasión Djukic supo inculcar al equipo lo que había en juego. Algo de lo que fue incapaz en partidos como el de Osasuna o Granada. El equipo jugó muy mentalizado, sobre todo en defensa, y demostró que este año es mejor que el Deportivo de la Coruña. 11 puntos mejor.
Del partido en sí habría muy poco que reseñar. A destacar sobre todo tres nombres. En primer lugar el de Marc Valiente, el central catalán está completando una expléndida temporada, lastrada eso sí, por las lesiones. El sábado volvió a comandar la defensa pucelana y esperemos que lo haga durante muchas temporadas. En segundo lugar, Víctor Pérez. Sufrió una larga lesión que nos hizo valorarle en su justa medida, adelantó los tiempos de recuperación y ha llegado al final de la temporada tal y como le conocíamos. Al igual que Valiente es un jugador de futuro para el club. Y por último destacar a Javi Guerra. El malagueño comienza a dar muestras de lo que todos conocíamos de él, y además a su buen juego, ahora le suma goles, el del sábado para enmarcar. Quien sabe si su adaptación a la Primera División le ha costado más que a otros jugadores y pueda ser el delantero que necesite el equipo. Eso sí, gestos como el del día del Sevilla, sobran.
Sería injusto no destacar a las aficiones. Por una lado, la movilización de las peñas del Real Valladolid añadió al partido la importancia que tenía y sirvió para que los jugadores entendieran lo que había en juego. Y por otro lado el desplazamiento masivo de la afición del Depor, ejemplo y envidia a la vez. Esos 5.000 se merecen volver el año que viene al Estadio José Zorrilla.
Así que prepararos para disfrutar de este final de temporada. Asistiremos al sufrimiento de las aficiones de Celta y Mallorca, veremos un partido relajado en el Nou Camp, viviremos la lucha por la permanencia desde fuera y la temporada que viene estaremos una vez más en la élite del fútbol español. Disfrutad pucelanos que nosotros ya sufrimos. Enhorabuena a Valladolid, pero sobre todo a “los de siempre”.