El objetivo de este post es puramente humorístico. No se pretende ofender a nadie y aunque inspirado en personajes reales nada de lo que se describe en él es estrictamente real. Además la idea es de Demorado. El plan es que cualquiera pueda participar narrando las inefables aventuras del ingenioso... Charly.
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Una calurosa mañana cualquiera del mes de julio. La persiana bajada deja entrar delgados rayos de sol que caldean el aire en las oficinas de la avenida del mundial 82 sn. Un líquido dorado brilla en el vaso ancho que descansa sobre la mesa. Charly repite el procedimiento que ha estado realizando todos los días los diez últimos años ¿o quizá sean más? es fácil perder la noción del tiempo cuando dependes del bourbon para sacar tu negocio adelante, pero demasiadas negociaciones de las duras acaban por moldearte el carácter, o como a él mismo le gusta decirse, acaban por forjarte un rostro de hormigón armado. Abre un cajón y ahí están: cinco mudas limpias. Su seguro de vida en caso de que el negocio en el que se ve confinado a "trabajar" se viniera abajo dejándolo sepultado y tardaran varios días en rescatarlo, un riesgo con el que ha aprendido a vivir no sin ciertas secuelas. Respira aliviado. Una jornada laboral comienza cuando el sol alcanza su zenit.
¡¡RING!! ¡¡RING!!
- Al habla EL PRESIDENTE.
- Hola Charly, soy yo.
- Coño... Pablo... me alegro de oírte... - era mentira y lo sabía, el jefe de los servicios médicos del club nunca llama con buenas noticias desde que su antecesor en el cargo descubriera ciertos superpoderes en Harold Lozano. - Cuéntame, ¿qué tal todo por ahí?
- Bien, bueno, Víctor Pérez, que dice que está roto, pero nada yo creo que le hago unas pruebas, un valium y a correr esta tarde con los demás.
- Pues cojonudo, venga buenas tardes.
Papeles, papeles y más papeles. Facturas sin pagar, el contrato de Javi Navas, multas de aparcamiento... hacía mucho que no se ponía a organizar el papeleo y eso que tenía encima a los de la concursal. Tomando un sorbo del dorado licor decide en ese mismo instante que las temperaturas veraniegas no son las más adecuadas para este tipo de trabajo. Se sonrió recordando las vacaciones con Tebas. Maldita concursal... los tenía encima, como buitres ¡maldita sea!
¡¡RING!! ¡¡RING!!
El whisky le repitió, tosió un par de veces. - Al habla EL PRESIDENTE.
- Hola Charly... soy yo de nuevo...
- Cuéntame.
- Pues nada... que al auscultar a Víctor le he hundido tres costillas... ¡pero en dos semanas como nuevo!
- Vale... dos semanas.
Siempre problemas. Ni siquiera sabía si iría a comer a casa un día más... con las ganas que tenía de tomarse un daikirí en la piscina. Cuánto echaba de menos los daikirís... ¿Habrá algún sitio por aquí en el que los preparen como en Miami? Tengo que preguntárselo a Tebas.
¡¡RING!! ¡¡RING!!
- Al habla EL PRESIDENTE.
- Esto... Charly...
- ¿Otra vez?
- Sí... que mira...
- Una cosa, no estarás cargando estas llamadas a la empresa, ¿no?
- No, no Charly, tranquilo. Que mira que Víctor...
- Qué.
- Verás, que estaba cortando el lechazo para meterlo al horno y al niño no se le ocurre otra cosa que...
- ¡¿Cuánto tiempo?!
- Cuatro semanas...
- Pablo, ¿cuánto te pago?
- Nada Charly, si ni siquiera soy médico, yo limpiaba pescado en Yokohama y vine con Shoji Jo...
- Pues ten más cuidado macho...
El bueno de Pablo Grande antes era un buen médico, pero el día que Pérez Lasa lo expulsó por entrar a atender a un jugador lesionado empezó su declive. ¿Era Marcos a quién atendía? Ese cabrón no se rompía nunca, el bueno de Pablo sólo jodía a los buenos, a Makukula, a Jesús Sanchez. A Javi Jiménez por increíble que parezca le hizo una rodilla nueva desde cero cuatro o cinco tallas más grande... ¿Ya estaba Pablo Grande por aquel entonces en el club? No lo recordaba, pero el anterior médico era peor.
¡¡RING!! ¡¡RING!!
- Al habla EL PRESIDENTE
Para su sorpresa esta vez una sensual voz femenina respondió al otro lado. - Tiene una llamada a cobro revertido de ¡Mike! ¡HANSEN! - si quiere...
¡¡CLONK!!
- ¡Coño! ¡Coño! ¡Coño! A este se lo cojo por los cojones. Qué cachondo el tío... tiene que ser iluso, me cago en la leche. - En pleno ataque de risa una repentina necesidad de abandonar su SILLÓN PRESIDENCIAL le invadió - ¡MARCOOOOOOOS! -. Salió al pasillo. - ¡MARCOOOOOOS!
- Sí presi.
- ¿Vas al centro comercial?
- Pues el galgo, Víctor y yo hemos encontrado un canal de youtube de un chaval que le persigue la policía y juega en la segunda b francesa que...
- Tráeme unas farias anda que estoy de los nervios.
- No tengo suelto.
- ¿Cómo no vas a tener? Si te di ayer.
- No me diste nada presi, llevo dos años comprándote el tabaco y no me has soltado un céntimo. Por cierto, me parece que te está sonando el teléfono en la oficina.
- Es Mike Hansen.
- Ah. Bueno, voy a ver si encuentro algún jugador en algún blog de gifs animados de esos.
- Venga majo, si vas abajo tráeme una napolitana.
- Pero presi... desde que somos tres en la dirección deportiva... en las cajas de napolitanas sólo entran tres...
- Ay señor, qué paciencia hay que tener...
Desde que Marcos se había traído a sus amigos para jugar a los directores deportivos se sentía doble o triplemente solo en la oficina. Sin embargo el teléfono siempre estaba ahí sonando atándolo a la realidad, manteniendo su cordura, martilleando su cerebro disecado en alcohol. El dolor te mantiene en forma - gustaba de decirse en ocasiones como aquella - aunque sea una resaca de las buenas. Volvió a su puesto sintiéndose a la vez heroico y valiente cual Leónidas al pie de las Termópilas con el ejército de Jerjes frente a él.
¡¡RING!! ¡¡RING!!
- Hola Pablo.
- ¿Cómo has sabido que era yo?
- No lo sabía, por eso he acertado.
El doctor vaciló al otro lado de la línea confundido por la respuesta. Rápidamente recordó por qué había llamado. - Víctor, seis semanas.
- ¿No pregunto?
- No preguntes.
- Sea. ¿Pero seis?
- De momento. Cuando pasen podemos ponerle más o quitarle alguna.
Suspiro. - Vale, pues hasta luego...
Una repentina somnolencia se apoderó de su ánimo dejándolo adormilado. Poco a poco se reclinó en su SILLÓN PRESIDENCIAL, la boca se le abrió y empezó a roncar...
Una estilizada figura irreconocible al contraluz apareció en el umbral de la puerta.
- ¿Presi?
- ¡Ah! ¡Coño, que susto! Pasa, Alberto, pasa. Estaba descansando la vista. Cuéntame. Qué necesitas. ¿Quieres algo? ¿Agua? ¿Un zumo? ¡MARCOS! ¡¡MARCOS!!
- No se moleste presi... además la última vez que me ofreció algo en su despacho me lo descontó de mi sueldo.
- ¿Sí? No me daría cuenta...
- Verá presi... yo... yo quiero rescindir.
Se atragantó a la vez que el SILLÓN PRESIDENCIAL le proyectaba hacia delante. - Re... ¿rescindir? Pero cuéntame Bueno, ¿a ti quién te quiere?
- Jémez. Bueno, el Rayo...
- Ya veo. Verás, no puedo pagarte el millón que te debo.
- Da igual, yo quiero ir porque me dan dos años. Aquí sólo me queda uno y lo veo complicado para jugar. Si lo cumplo y luego me pongo a buscar equipo me veo en segunda b ¿me entiende? Lo estoy viendo muy negro presi... muy negro.
- No te preocupes Betito. Siéntate, que en seguida te preparo el papeleo.
Un mes y 32 resacas descomunales después...
Un nuevo día llega a su ecuador cuando Charly entra en la oficina, cuelga la chaqueta en el perchero y se entretiene intentando colgar el sombrero tirándolo con rosca como hace James Bond en las películas.
¡¡RING!! ¡¡RING!!
- Al habla EL PRESIDENTE.
- Charly, Ebert.
- No me jodas, Pablo.
- Yo creo que no es nada, pero él ya ha dicho que dos meses y otro más opcional.
- No nos pongamos nerviosos. Hazle las pruebas, una artroscopia, un escáner cerebral ¡lo que sea necesario!
- Te llamo en tres horas.
Tres horas y dieciocho minutos después...
¡¡RING!! ¡¡RING!!
- Sí.
- Dos semanas presi.
Notó como sus nalgas se relajaban en el SILLÓN PRESIDENCIAL - Bueno, no es tanto.
- Pero se va a Alemania a que le diagnostiquen.
- Ya, me lo esperaba. Bueno, que vuelva pronto.
Dos días después...
¡¡RING!! ¡¡RING!!
- Al habla EL PRESIDENTE.
- ¿Aló? ¿Herr Suárez?
- Sí, ya, eso, yo.
- Soy Herr Doktor Paul Grosse, le llamo porque está aquí Patrick Ebert.
- ¿Sí? - Se acerca a mirar por la ventana, en los campos anexos corretean los jugadores de la primera plantilla. - No me ha dicho que se fuera.
- Llegó esta tarrde en bicicleta. Tengo que comunicarrle que estarrá dos meses de baja, volverrá, se lesionarrá trras un parrtido y luego estarrá parrado otrro mes.
- ¿Qué raro no?
- ¿Rrarro porr qué?
- Quería oirle decir rrarro. Por cierto, ¿llama usted desde Alemania? ¿me estarán cobrando por esta conferencia?
- Yo no lo sé. Dependerrá de su teleoperrador...
- Entonces comuníqueme lo que me tenga que decir por carta ¿de acuerdo?
¡¡CLONK!!
- ¡Pero qué se han creído estos tíos!
-CONTINUARÁ... ¡con flashbacks y flashforwards!-
Última edición por Iutuf el Vie Ago 23, 2013 2:02 am, editado 4 veces
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Una calurosa mañana cualquiera del mes de julio. La persiana bajada deja entrar delgados rayos de sol que caldean el aire en las oficinas de la avenida del mundial 82 sn. Un líquido dorado brilla en el vaso ancho que descansa sobre la mesa. Charly repite el procedimiento que ha estado realizando todos los días los diez últimos años ¿o quizá sean más? es fácil perder la noción del tiempo cuando dependes del bourbon para sacar tu negocio adelante, pero demasiadas negociaciones de las duras acaban por moldearte el carácter, o como a él mismo le gusta decirse, acaban por forjarte un rostro de hormigón armado. Abre un cajón y ahí están: cinco mudas limpias. Su seguro de vida en caso de que el negocio en el que se ve confinado a "trabajar" se viniera abajo dejándolo sepultado y tardaran varios días en rescatarlo, un riesgo con el que ha aprendido a vivir no sin ciertas secuelas. Respira aliviado. Una jornada laboral comienza cuando el sol alcanza su zenit.
¡¡RING!! ¡¡RING!!
- Al habla EL PRESIDENTE.
- Hola Charly, soy yo.
- Coño... Pablo... me alegro de oírte... - era mentira y lo sabía, el jefe de los servicios médicos del club nunca llama con buenas noticias desde que su antecesor en el cargo descubriera ciertos superpoderes en Harold Lozano. - Cuéntame, ¿qué tal todo por ahí?
- Bien, bueno, Víctor Pérez, que dice que está roto, pero nada yo creo que le hago unas pruebas, un valium y a correr esta tarde con los demás.
- Pues cojonudo, venga buenas tardes.
Papeles, papeles y más papeles. Facturas sin pagar, el contrato de Javi Navas, multas de aparcamiento... hacía mucho que no se ponía a organizar el papeleo y eso que tenía encima a los de la concursal. Tomando un sorbo del dorado licor decide en ese mismo instante que las temperaturas veraniegas no son las más adecuadas para este tipo de trabajo. Se sonrió recordando las vacaciones con Tebas. Maldita concursal... los tenía encima, como buitres ¡maldita sea!
¡¡RING!! ¡¡RING!!
El whisky le repitió, tosió un par de veces. - Al habla EL PRESIDENTE.
- Hola Charly... soy yo de nuevo...
- Cuéntame.
- Pues nada... que al auscultar a Víctor le he hundido tres costillas... ¡pero en dos semanas como nuevo!
- Vale... dos semanas.
Siempre problemas. Ni siquiera sabía si iría a comer a casa un día más... con las ganas que tenía de tomarse un daikirí en la piscina. Cuánto echaba de menos los daikirís... ¿Habrá algún sitio por aquí en el que los preparen como en Miami? Tengo que preguntárselo a Tebas.
¡¡RING!! ¡¡RING!!
- Al habla EL PRESIDENTE.
- Esto... Charly...
- ¿Otra vez?
- Sí... que mira...
- Una cosa, no estarás cargando estas llamadas a la empresa, ¿no?
- No, no Charly, tranquilo. Que mira que Víctor...
- Qué.
- Verás, que estaba cortando el lechazo para meterlo al horno y al niño no se le ocurre otra cosa que...
- ¡¿Cuánto tiempo?!
- Cuatro semanas...
- Pablo, ¿cuánto te pago?
- Nada Charly, si ni siquiera soy médico, yo limpiaba pescado en Yokohama y vine con Shoji Jo...
- Pues ten más cuidado macho...
El bueno de Pablo Grande antes era un buen médico, pero el día que Pérez Lasa lo expulsó por entrar a atender a un jugador lesionado empezó su declive. ¿Era Marcos a quién atendía? Ese cabrón no se rompía nunca, el bueno de Pablo sólo jodía a los buenos, a Makukula, a Jesús Sanchez. A Javi Jiménez por increíble que parezca le hizo una rodilla nueva desde cero cuatro o cinco tallas más grande... ¿Ya estaba Pablo Grande por aquel entonces en el club? No lo recordaba, pero el anterior médico era peor.
¡¡RING!! ¡¡RING!!
- Al habla EL PRESIDENTE
Para su sorpresa esta vez una sensual voz femenina respondió al otro lado. - Tiene una llamada a cobro revertido de ¡Mike! ¡HANSEN! - si quiere...
¡¡CLONK!!
- ¡Coño! ¡Coño! ¡Coño! A este se lo cojo por los cojones. Qué cachondo el tío... tiene que ser iluso, me cago en la leche. - En pleno ataque de risa una repentina necesidad de abandonar su SILLÓN PRESIDENCIAL le invadió - ¡MARCOOOOOOOS! -. Salió al pasillo. - ¡MARCOOOOOOS!
- Sí presi.
- ¿Vas al centro comercial?
- Pues el galgo, Víctor y yo hemos encontrado un canal de youtube de un chaval que le persigue la policía y juega en la segunda b francesa que...
- Tráeme unas farias anda que estoy de los nervios.
- No tengo suelto.
- ¿Cómo no vas a tener? Si te di ayer.
- No me diste nada presi, llevo dos años comprándote el tabaco y no me has soltado un céntimo. Por cierto, me parece que te está sonando el teléfono en la oficina.
- Es Mike Hansen.
- Ah. Bueno, voy a ver si encuentro algún jugador en algún blog de gifs animados de esos.
- Venga majo, si vas abajo tráeme una napolitana.
- Pero presi... desde que somos tres en la dirección deportiva... en las cajas de napolitanas sólo entran tres...
- Ay señor, qué paciencia hay que tener...
Desde que Marcos se había traído a sus amigos para jugar a los directores deportivos se sentía doble o triplemente solo en la oficina. Sin embargo el teléfono siempre estaba ahí sonando atándolo a la realidad, manteniendo su cordura, martilleando su cerebro disecado en alcohol. El dolor te mantiene en forma - gustaba de decirse en ocasiones como aquella - aunque sea una resaca de las buenas. Volvió a su puesto sintiéndose a la vez heroico y valiente cual Leónidas al pie de las Termópilas con el ejército de Jerjes frente a él.
¡¡RING!! ¡¡RING!!
- Hola Pablo.
- ¿Cómo has sabido que era yo?
- No lo sabía, por eso he acertado.
El doctor vaciló al otro lado de la línea confundido por la respuesta. Rápidamente recordó por qué había llamado. - Víctor, seis semanas.
- ¿No pregunto?
- No preguntes.
- Sea. ¿Pero seis?
- De momento. Cuando pasen podemos ponerle más o quitarle alguna.
Suspiro. - Vale, pues hasta luego...
Una repentina somnolencia se apoderó de su ánimo dejándolo adormilado. Poco a poco se reclinó en su SILLÓN PRESIDENCIAL, la boca se le abrió y empezó a roncar...
Una estilizada figura irreconocible al contraluz apareció en el umbral de la puerta.
- ¿Presi?
- ¡Ah! ¡Coño, que susto! Pasa, Alberto, pasa. Estaba descansando la vista. Cuéntame. Qué necesitas. ¿Quieres algo? ¿Agua? ¿Un zumo? ¡MARCOS! ¡¡MARCOS!!
- No se moleste presi... además la última vez que me ofreció algo en su despacho me lo descontó de mi sueldo.
- ¿Sí? No me daría cuenta...
- Verá presi... yo... yo quiero rescindir.
Se atragantó a la vez que el SILLÓN PRESIDENCIAL le proyectaba hacia delante. - Re... ¿rescindir? Pero cuéntame Bueno, ¿a ti quién te quiere?
- Jémez. Bueno, el Rayo...
- Ya veo. Verás, no puedo pagarte el millón que te debo.
- Da igual, yo quiero ir porque me dan dos años. Aquí sólo me queda uno y lo veo complicado para jugar. Si lo cumplo y luego me pongo a buscar equipo me veo en segunda b ¿me entiende? Lo estoy viendo muy negro presi... muy negro.
- No te preocupes Betito. Siéntate, que en seguida te preparo el papeleo.
Un mes y 32 resacas descomunales después...
Un nuevo día llega a su ecuador cuando Charly entra en la oficina, cuelga la chaqueta en el perchero y se entretiene intentando colgar el sombrero tirándolo con rosca como hace James Bond en las películas.
¡¡RING!! ¡¡RING!!
- Al habla EL PRESIDENTE.
- Charly, Ebert.
- No me jodas, Pablo.
- Yo creo que no es nada, pero él ya ha dicho que dos meses y otro más opcional.
- No nos pongamos nerviosos. Hazle las pruebas, una artroscopia, un escáner cerebral ¡lo que sea necesario!
- Te llamo en tres horas.
Tres horas y dieciocho minutos después...
¡¡RING!! ¡¡RING!!
- Sí.
- Dos semanas presi.
Notó como sus nalgas se relajaban en el SILLÓN PRESIDENCIAL - Bueno, no es tanto.
- Pero se va a Alemania a que le diagnostiquen.
- Ya, me lo esperaba. Bueno, que vuelva pronto.
Dos días después...
¡¡RING!! ¡¡RING!!
- Al habla EL PRESIDENTE.
- ¿Aló? ¿Herr Suárez?
- Sí, ya, eso, yo.
- Soy Herr Doktor Paul Grosse, le llamo porque está aquí Patrick Ebert.
- ¿Sí? - Se acerca a mirar por la ventana, en los campos anexos corretean los jugadores de la primera plantilla. - No me ha dicho que se fuera.
- Llegó esta tarrde en bicicleta. Tengo que comunicarrle que estarrá dos meses de baja, volverrá, se lesionarrá trras un parrtido y luego estarrá parrado otrro mes.
- ¿Qué raro no?
- ¿Rrarro porr qué?
- Quería oirle decir rrarro. Por cierto, ¿llama usted desde Alemania? ¿me estarán cobrando por esta conferencia?
- Yo no lo sé. Dependerrá de su teleoperrador...
- Entonces comuníqueme lo que me tenga que decir por carta ¿de acuerdo?
¡¡CLONK!!
- ¡Pero qué se han creído estos tíos!
-CONTINUARÁ... ¡con flashbacks y flashforwards!-
Última edición por Iutuf el Vie Ago 23, 2013 2:02 am, editado 4 veces